Los hermanos Lamark quedaron sorprendidos al escuchar que la banda de Zack estaba detenida, a Emilly esto le parecía normal.
—¡Pero qué idiotas! —exclamó la chica— Tuvieron suerte la vez pasada porque Miyako se encariñó con Oliver, ¿Qué les hizo pensar que podían salvarse de otro intento?
—¿Y quién los tiene? —preguntó Isaac, temiendo que la respuesta fuera sobre esos agentes que ya conocía.
—Dicen que fueron 2 agentes —respondió Andrei, mientras preparaba sus cosas.
—¿Los agentes Marie y Peter? —preguntó Charlie— Ellos son muy buenos, no se les escapa nada.
—Ah, ustedes los conocen. Bien, entonces me ayudarán.
Charlie e Isaac miraron a Andrei, desconcertados, como si de verdad fueran los mejores amigos para ayudarlo en ese momento.
Cayó la noche. En la estación de la ciudad había un apartado para las personas detenidas, este servía cuando el crimen no era tan grave. Los agentes Marie y Peter estaban en las oficinas investigando sobre otros crímenes. En la celda…
—Al menos nos pusieron a todos en un solo lugar —dijo Esteban.
—Oye, ¿y qué le vamos a decir a Zack? —preguntó Oliver.
—No tiene por qué enterarse, este asunto es muy vergonzoso.
—Confiemos en que Andrei nos sacará de aquí —dijo Jeremy, tratando de calmar las cosas.
Afuera de la estación, Andrei llegó con los hermanos Lamark y Emilly…
—Según los planos, ellos se encuentran detrás de esta pared —dijo Isaac.
—Entonces, ¿Qué procede? —preguntó Emilly.
—Escalar hasta allá.
Todos miraron hacia el techo.
—¿Estás seguro, Andrei? —preguntó Charlie— No hay forma de infiltrarse, ni por arriba.
—Si mis cálculos son correctos, hay una ventanilla en el techo, las que ponen para dejar que entre la luz del sol. Es lo suficientemente grande para que pueda entrar una persona.
—¿Cómo romperás el cristal sin que se den cuenta? Apuesto a que hay una alarma —supuso Emilly.
—Debido a que es la estación de policía y no una prisión de alta seguridad, se puede entrar al sistema para desactivar la alarma, cosa que ya hice.
Quedaron asombrados, Andrei lo tenía todo perfectamente calculado.
—Bien, allá voy.
Lanzó una cuerda especial para escalar y comenzó a subir.
Mientras pasaba esto, en las demás casas todos estaban durmiendo.
—No puedo hacer nada si no se duermen… —murmuró Lucy, al observar la escena de la estación.
—¿Qué quieres hacer? —preguntó Sabrina.
—Ver a través de sus corazones, ¿no crees que sería interesante para nuestra apuesta?
—Por eso quieres ver el corazón de Emilly…
—No sólo el de ella. Todos están involucrados.
—En ese caso, ve el de Ellie, ella sí está dormida.
Al decir esto, ambas chicas se trasladaron mágicamente hacia la habitación de Ellie, quien estaba profundamente dormida.
—Buena idea… vamos a ver.
Lucy extendió su mano y en la palma se mostró un corazón brillante.
—Tiene buenos sentimientos, yo lo sabía.
—Eso es obvio, Sabrina. Estoy buscando algo más —Lucy extendió su otra mano y apareció otro corazón, pero era muy diferente, estaba apagado.
Sabrina se sorprendió, ¿Qué era lo que quería saber Lucy?
—Este es el corazón que le pertenece, están destinados. ¿Quieres saber de quién es?
Sabrina no respondió.
—Verás, el corazón de Ellie es brillante porque a pesar de estar lastimada aún cree en el amor. Ella es muy optimista y no se rinde ante nada. Sin embargo, este corazón opaco le pertenece a Andrei, la persona que está destinada para ella. Él no cree en el amor y se siente solo desde que fue enviado a esa escuela especial.
—¿Cómo es que están destinados? No existe el mínimo interés entre ellos. ¿Acaso estás mintiendo?
—Para empezar, yo no puedo decidir eso, Sabrina. Ahora que vimos quien le pertenece a Ellie, ¡vamos a ver a Johann!
Se trasladaron de manera mágica nuevamente, ahora estaban en la habitación del joven. Lucy hizo lo mismo, en una palma de sus manos apareció otro corazón…
—El corazón de Johann es muy saludable, tiene confianza en sí mismo y todavía no sufre por amor, por el momento no le interesa nadie.
—¿Y quién es la persona destinada para él?
En su otra mano apareció otro corazón, este se encontraba ligeramente diferente al de Johann.
—Es el corazón de Emilly. ¡Vaya! Después de todo sí están destinados —dijo Lucy, sorprendida—. El caso de ella es que es tímida, aunque aparente ser ruda, y su corazón luce bien porque está enamorada de Johann. No ha sufrido ningún rechazo.
El cristal de la ventanilla se retiró con cuidado y Andrei entró exactamente en la habitación de las celdas, solo faltaba ubicar a sus amigos.