«¿Por parejas? ¿Me está pidiendo que participemos?» Por un momento los nervios la invadieron, pero tenía que actuar normal.
—¿Yo? —la chica se mostró un poco sorprendida— Pero yo no canto ni sé tocar algún instrumento.
—Sería interesante.
—Tampoco tengo pareja… —dijo, bajando la mirada.
—¿Por qué no vamos a ver el concurso? —sugirió Joey— Vamos a ver quienes participan este año.
—¿Quiénes ganaron el año pasado? —preguntó George.
—Si no mal recuerdo, fueron Michael y Andy —respondió Johann—. Apuesto a que van a volver a la escuela solo por eso.
—Son unos engreídos, espero que gane alguien más —dijo Emilly, aliviada de que el tema se había ido por otro rumbo.
Todos estuvieron de acuerdo con ella.
Un rato después, Emilly estaba lavándose las manos en el baño. Se miró al espejo.
—Al menos Johann no está interesado en Evelyn… —murmuró.
—No tienes de qué preocuparte.
La chica se exaltó, creyó que no había nadie más en el lugar y de repente Lucy estaba a su lado…
—Ah… hola… —no sabía qué decir.
—No puedo creer que no me reconozcas, vamos en el mismo salón —dijo—. Mi nombre es Lucy. Si tanto te preocupa Johann, yo puedo ayudarte.
—¿De qué forma? —Emilly dudó, no podía confiar en alguien que había ignorado durante la escuela.
—Bueno, ya que tu amiga está haciendo cosas buenas que parecen malas, ¿no crees que necesitas a una aliada? Acabo de darme cuenta de que tú estás enamorada de Johann y no te culpo, es el más guapo de la escuela.
—Entiendo, todo porque me escuchaste… pensé que estaba sola —se maldijo interiormente.
—No voy a decir nada, al contrario, estoy para ayudarte.
Lucy miró a Emilly, aunque sabía que era difícil ganarse la confianza de la chica, tenía que intentarlo para llevar la ventaja.
Por otro lado…
—¡No puedo creerlo! —Marie azotó las rejas al notar la celda vacía.
Caminó rápidamente hacia las oficinas, Peter estaba haciendo papeleo, la chica llegó al área de vídeos para ver lo que había sucedido la noche anterior…
—¿Qué pasa? —preguntó Peter.
—¡No hay nada! —la mujer buscaba desesperadamente— Alguien se infiltró en nuestro sistema y quitó la grabación, lo único que mostraban las cámaras ayer era una imagen repetida.
—Te dije que el sistema de aquí es vulnerable.
—Se escaparon los tipos que atrapamos.
—Y también te dije que les pidieras sus datos —dijo Peter, en un tono de haberlo dicho cientos de veces.
—A nosotros nunca se nos había escapado nada. Era seguro tenerlos bajo nuestra custodia.
—No deberías alterarte, Marie, después de todo no fue un crimen grave, ni siquiera se llevaron nada.
—¿Y eso qué?
—Que no son asesinos en serie, tranquila.
—Esto no puede ir en nuestros expedientes. ¡Los buscaré!
—No tenemos idea de dónde encontrarlos. Olvídate de ellos, mejor vamos a participar en el concurso de parejas.
Marie volteó hacia el cartel que Peter le mostraba.
—Vamos a vengarnos de Michael y Andy, un segundo lugar es lo que no puede repetirse en nuestros expedientes.
Mientras tanto, en la última clase del día…
—Zack, ¿Por qué llegaste a la última? Mejor no hubieras venido —regañó Esteban.
—En esta materia no puedo faltar, la maestra ya me tiene en la mira.
—¿Y cómo van las cosas con Amanda? —preguntó Jeremy.
—Bien, ayer estuve con ella, le demostré que puedo dedicarle tiempo. ¿Qué hicieron ayer?
—Nada…
—No, nada interesante.
En ese momento, Joan y Ellie se acercaron.
—Hola, Zack —saludaron las dos.
Esteban y Jeremy temblaron… habían olvidado hablar con Ellie sobre ese asunto.
—¿Qué quieren? —preguntó Zack, al ver a Joan.
—No deberías dejar a tu banda solita… ¿ya sabes qué les pasó ayer? —Joan disfrutaba molestarlo.
—¿Qué les pasó?
—Joan, deja de meterte en donde no te importa —intervino Esteban—. Y tú, si te quieres vengar de Andrei, hazlo con él no con nosotros.
Las chicas se miraron entre sí.
—Yo no tengo la culpa de lo que les pasa —respondió Ellie.
—Y yo no me hago responsable de lo que te pase a ti —dijo Zack, en tono burlón.
—Se te quitará esa sonrisa muy pronto —sentenció la chica.
—Zack, vámonos, no vale la pena discutir con ellas —pidió Jeremy.
Andrei y Oliver llegaron a la escena…
—Creo que llegamos en un mal momento.