Todos disfrutaban de la comida y la música. La casa de Cindy era muy grande, había invitado a mucha gente.
—Así que Andrei invitó a Ellie a la fiesta —dijo Zack—. Eso está bien.
—Pero lo hizo para vengarse —dijo Esteban.
—No lo digas en voz alta —regañó Jeremy.
Sin embargo, Joan estaba muy cerca y puso atención.
—¿Venganza? —preguntó Zack.
—Por lo de la cárcel. Fue culpa de Ellie que nos encerraran, ella llamó a Marie y Peter —explicó Esteban.
—Pero merecíamos ir a la cárcel.
—¡Cállate, Jeremy!
—Ya veo —dijo Zack—. ¿Y qué va a hacer exactamente?
—Aún no lo sé. Parece que te hizo caso cuando le dijiste que podría salir con ella un rato y luego dejarla.
Joan quedó sorprendida.
Por otro lado…
—Te felicito, hiciste que Johann te invitara a salir —dijo Lucy a Emilly, mientras estaban en los cuartos de baño.
—No, de hecho, él fue el que me dijo que viniéramos.
—¿En serio? —preguntó muy emocionada— ¿Ves? Te dije que estaban destinados.
Lucy estaba muy feliz porque llevaba las de ganar. En ese momento, Ellie entró. Las chicas la miraron.
—Oye, Ellie. Veo que estás muy feliz —observó Emilly.
—Ah… no. Esto es normal en mí —dijo, muy apenada, sabiendo por qué lo decía.
—Espero que te vaya muy bien en tu relación con Andrei —dijo, a lo que Lucy reaccionó.
—Sí… yo también espero lo mismo. No te conozco, pero me caes muy bien —respondió.
—Ok, me voy. Johann me está esperando afuera.
Emilly se retiró. Lucy se quedó a solas con Ellie.
—Y bien… —se acercó a la joven— …estás saliendo con alguien que te dejó en rídiculo ante todos, ¿o ya se te olvidó?
Ellie recordó lo de la cita falsa y todo lo que había pasado.
—Supongo que ahora no importa —respondió.
—¡Claro que importa! —Lucy comenzó a molestarla— Tú dejaste a Alfred porque te decía cosas feas, te humillaba. Y ahora sales con alguien que fácilmente podría hacerte lo mismo. Comenzó jugando contigo y no le importó que todo el mundo se enterara.
—Alfred es un caso diferente.
—¡No! ¡No lo es! ¡Es lo mismo!
Ellie se quedó sin palabras.
—Si quieres volver a vivir ese infierno, sigue adelante. Pero… estoy segura de que Andrei no siente nada por ti en estos momentos. Lo conozco perfectamente —Lucy estaba manipulando los pensamientos de Ellie—. Tienes que enfrentarlo ahora, solo para estar seguras de lo que siente por ti, ¿no lo crees?
Mientras tanto…
—Me sorprende que hayas venido con Emilly —dijo Brad—. ¿Tú la invitaste?
—Claro, ¿Por qué habría de ser al revés?
Joey y George miraron a Brad.
—Bueno, ¿recuerdas cuando te dije que había posibilidades de que le gustaras a Emilly?
—Lo sé… por eso la invité —confesó.
Los demás se sorprendieron.
—Quiero saber si es verdad —agregó Johann.
—¡Haces bien! —felicitó Brad.
—Aquí viene —anunció, sus amigos se alejaron.
Jonathan también estaba ahí, las fiestas eran sus escenarios favoritos para unir parejas…
—Veamos… —observó el lugar— Él está enamorado de ella.
Caminó hacia donde estaba Cindy. Al pasar donde estaba la chica, una esencia rosada la envolvió.
—Y será correspondido, amor a primera vista —murmuró Jonathan.
Cindy miró hacia donde estaban los hermanos Lamark. Fue hacia ellos.
—¡Qué bueno que vinieron a mi fiesta! —se acercó, muy emocionada.
—¡Hola, Cindy! Es un placer estar aquí —respondió Charlie.
—Hola —saludó Isaac.
—Por cierto… ¿ustedes participaron en ese concurso de ciencias? —preguntó la chica al sentarse junto a Charlie.
—¡Claro que sí! No fue un gran logro, pero quedamos en segundo lugar. Vamos a mejorar para el siguiente.
—Oh, ¡felicidades! ¿Y de qué trató su invento? —se mostraba muy interesada en Charlie.
Minutos más tarde, no todo era felicidad. Ellie se acercó a Andrei.
—¿Podríamos hablar a solas sobre algo? —preguntó ella.
Los dos salieron de la casa, donde nadie pudiera escuchar. Se veía muy seria.
—¿Qué pasa? —preguntó él, notando el cambio.
—Estaba recordando que… nunca me pediste una disculpa por lo de tu apuesta. La pasé muy mal en esos días por tu culpa.
—¿Todavía te acuerdas de eso? Oye, tú también me utilizaste. Querías llamar la atención de tu exnovio. Yo creo que estamos a mano.