Regresaron del viaje y ya era el día más odiado de la semana: lunes. Tenían que seguir atendiendo la escuela y ya se acercaba el examen de Conocimientos Generales. Emilly platicaba con Lucy…
—Estaba a punto de preguntarme algo muy importante y luego llamó esa estúpida.
—Oye, pero es buena señal que te buscara ¿no crees? Eso significa que le interesas.
—Pero de qué sirve si por cada llamada de Jessica va a salir corriendo.
—Tienes razón, esa tipa interrumpió un bello momento. Tenemos que hacer algo. Puedes manipularla con tu magia.
—Hablando de eso, esa noche, Ellie no estaba tan convencida.
—¿A qué te refieres?
—A que las demás pensaron lo que yo quería acerca de mi vestido y ella fue la única que dudó.
Lucy supuso que tal vez esto era porque Ellie estaba acompañada de Sabrina, pero también supuso que tendría poderes mágicos gracias a ella.
—Verás, Ellie es mala. Tiene poderes oscuros.
—¿Qué?
—Así es, ella es una bruja. Por eso no la pudiste controlar.
—Pero ¿cómo? ¿Una bruja? —Emilly miró a la chica, que estaba sentada a lo lejos, no se veía muy animada— Es imposible, ella siempre ha sido buena por eso todos la quieren.
—Es lo que quiere que todos pensemos. Te puedo asegurar que ella tiene poderes oscuros.
—¿Y para qué los tendría? Nada le sale bien, ni siquiera su romance con Andrei.
—Exacto, porque son poderes oscuros y esos no funcionan bien con el amor. Ponte a pensarlo bien, ella salió con él, pero no consiguió que se enamorara.
Emilly reflexionó sobre eso y se convenció de que Ellie era una mala persona, una persona que fingía ser buena.
Mientras tanto, Joan habló con Ellie.
—Hay algo que no me parece normal aquí. Normalmente estarías animando a Andrei después de lo que pasó, ¿sucedió algo entre ustedes?
Ellie no sabía si mentir, pero era su mejor amiga y sabía que no podía hacerle eso…
—Sí, pasó algo —contestó.
—Ya veo.
—Me dijo que no podía besarme porque no siente nada por mí.
Joan suspiró…
—Ya te había dicho que eso pasaría, solamente estaba jugando contigo.
—¿Por qué todos los chicos con los que salgo son así?
—Lo que me sorprende es que no puedas superarlo, con Alfred fue demasiado fácil terminar con todo.
—Porque Alfred es un idiota.
—Éste también lo es.
Ellie ya no dijo nada.
—Qué bueno que no has ido a buscarlo, eso sería lo peor.
La clase comenzó.
Al final del día, Johann se quedó de ver con Lucy y Emilly para ir a su casa y preguntarte a Sherly sobre las historias de magia.
—Johann, no olvides que tienen que ensayar —dijo Jessica.
—Solamente será hoy, es sobre un asunto importante.
—Si quieren puedo ir con ustedes.
Lucy miró a Emilly como si le dijera «¡Haz algo!». La chica trató de usar sus poderes y el resultado fue: el celular de Jessica sonó en ese momento y contestó…
—¡Oh, no! Olvidé que tengo que ir a ver lo de un contrato.
—No te preocupes —dijo Johann—. Nos vemos mañana.
—¡Hasta mañana! —se despidió.
Los tres partieron a la casa de Johann cuando Jessica se fue.
Por otro lado, Andrei decidió ir a donde estaba su banda.
—Pensé que jamás nos hablarías —dijo Zack y extendió la mano, a modo de bienvenida, y también para ofrecerle un cigarro.
Era normal que la banda se juntara después de clases en uno de los callejones de la ciudad.
—Bienvenido —dijo Jeremy—. ¿Ya estás bien?
—Este es el mejor lugar para quitar el estrés —Andrei estaba más animado que aquel día.
Zack se ofreció a encender el cigarro, mientras que los demás estaban felices de verlo de vuelta.
—Claro que sí, ya hacía falta que nos hablaras —contestó Esteban.
—Oigan, hay que hacer algo interesante —sugirió Oliver—. Los últimos días hemos estado aquí sin hacer nada.
—¿Qué tienes en mente? —preguntó Jeremy.
—Miren, hemos estado asaltando tiendas, pero eso no se nos da ¿y si buscamos esa Joya Misteriosa para ver cuán valiosa es?
Zack estaba a punto de desaprobar esa idea, pero inmediatamente cambió de opinión.
—Buena idea… no creí que eso pudiera ser interesante.
Todos lo miraron.
—Por supuesto que lo es, imaginen que tengamos el poder —añadió Esteban.
—Y no solo eso, podemos vender la joya a un buen precio —propuso Jeremy.
—Es verdad —Andrei se levantó—. Ahora que todos creen en eso, el costo se elevará, cualquiera pagará lo que sea por tenerla.