La Joya Azul

Conflictos Emocionales

Ellie estaba a punto de irse cuando él la detuvo.

—Escúchame. Tenías razón en todo. Jamás hubiera pensado que alguien se preocupara tanto por mí y, en lugar de valorarlo, te hice sentir peor. En esos momentos yo no sentía nada, sé que te lo dije secamente, pero estabas en mis pensamientos todo el tiempo y comenzaba a sentir algo especial dentro de mí —Andrei estaba siendo muy sincero en ese momento—. Solo no quería ilusionarte en vano.

—Sé que fuiste sincero y eso estuvo bien… aún así, querías jugar conmigo y me dolió, pero ahora estoy bien. Ya no siento nada por ti, no debes preocuparte.

Andrei la miró a los ojos y se dio cuenta de algo.

—Tu mirada no es la misma. Antes te veía con un destello, un brillo especial en los ojos. Ahora se ve apagada…

—Ya te lo dije, ¡déjame en paz!

—Yo puedo explicarlo todo —Jonathan llegó a donde estaban ellos—. Después de lo que Sabrina me dijo no pude evitar investigar qué estaba pasando… esto es muy grave.

—¿Jonathan? —preguntó Ellie, reconociéndolo como un compañero de clase.

—¿Qué tienes que ver en esto? —preguntó Andrei.

—Yo no me llamo Jonathan, soy… parte del Mundo de la Magia —no quiso decir ‘Cupido’ porque sabía que alguien como Andrei no le creería nada—. Ustedes están destinados a estar juntos, pero en esta ocasión alguien intervino en mi historia de amor: la hija de la Princesa Kristal. Le quitó el corazón a Ellie y ahora ya no siente nada por ti, ni por nadie.

—¿Qué? ¿Estás hablando de magia? —Andrei no lo podía creer…

—Ya sé que te cuesta trabajo creerlo, pero es la verdad —Jonathan tomó su mano y luego la de ella, para unirlas—. Ella es tu mujer, siempre lo será, ¡no te rindas! En estos momentos no siente nada por ti, pero voy a recuperar el corazón que le robaron.

—Ahora entiendo… —dijo Ellie, tocándose el pecho con la mano que tenía libre— …he estado sintiendo un vacío aquí.

—¿Quién fue capaz de hacerle esto? Y, ¿Por qué mencionaste a Sabrina?

—Sabrina está ayudando a Ellie, ella no tiene malas intenciones, pero Lucy está tan desesperada por encontrar la Joya Misteriosa que fue capaz de apoderarse del corazón puro de esta mujer.

—¿Lucy? —Andrei recordó cuando estaba apoyándolo con su ‘Ilusión Mental’— Estaba tan ansiosa por ir a las ruinas de Foreverfree City… por eso hacía tantas preguntas relacionadas con la joya.

—Bien, me tengo que ir. Solo vine a decirte esto para que no dejes de pensar en Ellie, no quiero que otra pareja se separe por culpa de esa hada.

—¿A dónde irás, Cupido? —Sabrina se acercó a ellos, ya sabiendo lo que estaba pasando.

—Al Mundo de la Magia, iré directamente con la Princesa Kristal. Le pediré que detenga a su hija.

—Buena idea. Te deseo suerte.

—Sabrina, yo sé que eres parte del Mundo de la Oscuridad, pero ahora estás portándote como si fueras del Mundo de la Magia. Te lo agradezco.

—No malinterpretes, solo estoy agradecida con la Princesa Kristal. Ella le quitó el hechizo de la Juventud Eterna que tenía harto a mi padre y me dejó vivir aquí como una persona normal.

Jonathan se despidió. Sabrina se quedó pensando en la situación. «Esa maldita de verdad quiere guerra… Por eso está tan segura de ganar la apuesta.»

—Si es verdad que tienes poderes mágicos, ¿hay algo que podamos hacer para derrotar a Lucy? —preguntó Andrei.

Sabrina salió de sus pensamientos.

—No te preocupes, la Princesa Kristal resolverá esto.

—Eres de la oscuridad, deberías pensar en vengarte.

La chica notó que Andrei estaba dispuesto a hacer que Lucy pagara por lo que hizo.

—No deberías ser tan blanda —remarcó.

Ellie solo guardaba silencio, estaba muy confundida.

Otro día comenzó en la escuela, donde todos estaban consiguiendo pareja para el baile de graduación.

—Emilly, tengo que preguntarte algo.

—¿Sí? —la chica esperaba a que Johann la invitara.

—¿Cómo le vamos a hacer para vengarnos de Lucy?

Se decepcionó por la pregunta, pero tuvo que contestar…

—Aún no sé cómo enfrentarme a ella, lo que sé es que siente el poder de la joya.

—¿En serio?

—Fue a mi casa a buscarla.

—¡Hola a todos! —Billy entró al salón, no era alumno de esa escuela, pero estaba realizando su servicio social por parte de la universidad.

—Hola, Billy ¿Qué haces aquí?

Johann miró al joven, no se imaginó que fuera hermano de Emilly…

—Vine a ver si ya tenías pareja para el baile.

—Todavía no, ¡y no te burles!

—Si quieres yo te llevo —bromeó.

—Me voy de aquí, no quisiera molestar —Johann se fue.

Emilly y Billy miraron cómo se alejó Johann, se veía un poco molesto.




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