Algunos se emocionaron y otros abuchearon. Había opiniones divididas respecto a la forma en la que coronarían este año.
—Sin más preámbulo, vamos a nombrar al Rey y a la Reina del baile —la directora sacó un papel del sobre que llevaba—. Andrei Warton y Elyon Valentine. ¡Muchas felicidades!
La mayoría de los alumnos aplaudió, mientras que los reyes de la generación pasada les ponían sus coronas.
—¡Felicidades!
La pareja no sabía qué decir en ese momento. Andrei estaba muy apenado, nunca había sido el centro de atención en un baile. Ellie se veía feliz por el nombramiento.
—Una foto para el periódico escolar —dijo un joven. Enfocó la cámara y los captó inmediatamente. Se veían muy bien juntos, como si fuesen la pareja perfecta.
—¡Qué estupidez! —exclamó Brad.
—No seas así, de vez en cuando hay que darle oportunidad a los losers —dijo Madyson.
—Si no fuera porque me equivoqué en francés, yo hubiera sido el Rey —se quejó Charlie.
—Pero… no hubieras sido coronado conmigo, amor —decía Cindy.
—Tienes razón. Si no estás tú ahí, no sería un logro para mí.
La chica sonrió.
Minutos más tarde…
—¿A esto te referías cuando decías que tenías un plan? —Andrei le preguntó a Sabrina, alejándose de la multitud.
—Sí. Hice que los profesores premiaran por las notas del examen, lástima que no vaya a funcionar…
Ellie estaba feliz con su corona que no se daba cuenta de la gravedad de la situación.
—¿Qué es lo que pasa? —Andrei notó a Sabrina diferente.
—Tengo que decirte algo… —Sabrina miró a Ellie— …todo está perdido, ella jamás se va a enamorar de ti.
—No entiendo. Tú y el tipo que se hace llamar ‘Jonathan’ me dijeron que había una solución.
Los ojos de Sabrina se llenaron de lágrimas.
—…el corazón de Ellie fue destruido y jamás volverá a formarse. Al parecer Lucy detuvo a Cupido antes de llegar ante la Princesa Kristal.
Andrei se quedó sin palabras. En ese momento Johann llegó, se veía muy desesperado.
—¡Solo tú puedes ayudarme! —se dirigió a Sabrina— Por favor, ven a ver a Emilly —rogó.
La chica notó que algo terrible había pasado, al ver a Johann con esa actitud.
Sabrina y Andrei llegaron a donde estaba Emilly.
—Está en trance —observó la chica al acercarse—. Lucy me creyó lo de la joya…
—Vi que le sacó una joya del pecho y ahora no despierta. Por favor, ayúdame.
—¿Cómo sabes que te puedo ayudar?
—Emilly me contó todo sobre la magia.
—Sabrina, tenemos que hacer algo —dijo Andrei—. No te vas a quedar con los brazos cruzados si tienes poderes oscuros, debes actuar como lo que eres.
Johann se quedó impresionado al escucharlo hablando de magia, se suponía que él no creía en esas cosas.
—¿Qué es la magia?
—Es… una especie de energía extra que pueden obtener algunos seres —contestó la chica.
—Esa energía la podemos manipular, ¿cierto?
—¿A qué quieres llegar, Andrei? —preguntó Johann.
—Sí… por eso las personas comunes pueden llegar a tenerla —contestó Sabrina.
—Bien. Ya sé que vamos a hacer.
Andrei estaba decidido a darle una solución a esto, ya no tenía tiempo para deprimirse ni enojarse. Era todo o nada.
—Voy a necesitar de tu ayuda —le dijo a Sabrina.
—Yo también quiero ayudarte —Johann intervino—. No puedo permitir que Emilly se quede así por siempre. Quiero que vuelva a despertar.
—También ayudaremos a Emilly, ella es mi amiga.
—Entonces, dime qué hay que hacer, estoy dispuesto a hacer lo que sea por ella —Johann también se veía decidido.
—Vamos a reunir a los expertos.
Charlie, Isaac y Marcy entraron al laboratorio escolar. Era muy grande y estaba bien equipado, lo cual lo hacía muy útil para esta situación.
—Necesito crear un nuevo invento, algo que jamás se haya creado antes, y para eso necesito tener a los mejores científicos del Club de Ciencias —decía Andrei.
—Excelente elección —dijo Charlie—. Por primera vez sabes a quien recurrir.
Los últimos días de escuela eran para pasar a recoger calificaciones con los profesores. Amanda tuvo que presentarse por eso.
—Todo bien, señorita Richarson, aprobó el semestre —dijo el maestro.
—Gracias.
Tomó su boleta y salió del salón. Ya no veía a Zack y cada que iba a las clases guardaba su distancia. Estaba como en un principio: sola.
—Hola, Amanda —saludó Brad—. ¿Pasaste todas las materias?
—Hola, Brad. Sí, ya no tengo de que preocuparme.