La Joya

3 - Alara – 1

Alara – 1

Alara estaba sentada en su cama mientras Mirabella miraba la lujosa habitación del yate. La vista de la hiperlane era espectacular y su amiga parecía hipnotizada mientras pensaba en algo. Ella, en cambio, había ordenado su ropa y estaba escuchando a Shin caminar por los pasillos de la nave junto a Uzuri y Mirana.
“¿Qué pasa, Mirabella?” Preguntó para interrumpir los pensamientos de su amiga.
“El Canciller estaba aterrado de tu novio, Alara…” Dijo pensante la espía. “Creo que es mi culpa, debe haber nombrado a su familia o a ti…”
“No te preocupes, Shin no va a lastimar a nadie.” Dijo pensante Alara.
“¿Y qué pasa si usan alguna táctica… peligrosa para dañar a alguien que ama?” Preguntó al aire la espía.
“A eso se refería el otro día, Mirabella. Si hacen algo como eso es su deber proteger a su familia y ambas sabemos que es lo correcto, por más que estén haciendo algo malo por tus supuestas razones correctas.” Dijo pensante Alara.
Mirabella se sentó a su lado.
“Lo sé, eso es lo que me preocupa.” Dijo ofuscada. “Shin no se va a dejar amedrentar por un energúmeno como Lyndon, pero en este caso debería haberlo hecho. Eso lo hubiera dejado tranquilo y solo tendría que soportar algún espía.”
“No me parece lo correcto. Shin… puede que no tenga los antecedentes perfectos, pero…” Dijo pensante Alara.
“Lo sé, solo estoy pensando en voz alta, sueles darme buenas ideas.” Dijo al aire la espía. “Siempre quise conocer esta nave, está llena de lujos.”
“Shin me dijo que era de mi hermano, se la regaló para poder vigilarlo.” Dijo pensante Alara. “Puso una habitación en la zona de carga… Mirana dice que la ducha tiene buena presión…” Terminó celosa.
“Deberías… purificar esta cama, Alara.” Dijo jocosa Mirabella. “Las cosas que debe haber presenciado.”
“Cierra la boca…” Dijo divertida al jedi. “Uzuri tomó muy bien nuestra historia, yo estaba esperando que quisiera volver a Coruscant.”
“Como te pasa a ti, ese hombre está ciego por su sed de conocimiento.” Dijo pensante la espía. “De todas maneras, Shin no es tan malo como su reputación.”
“Estúpido…” Dijo pensante Alara mientras apretaba sus rodillas hacia su pecho. “Espero que no estés aquí para espiarlo.”
“No, pero mi jefe sabe que soy tu amiga, Alara…” Dijo al aire Mirabella. “No te preocupes, no voy a informarlo de nada indebido. Lamentablemente tus chismosos amigos de la Orden ya los informaron de su relación.”
“No quiero ocultar mi relación con él…” Dijo con firmeza Alara. “De hecho…”
“¿Cuándo vas a preguntarle?” Preguntó con curiosidad Mirabella.
“No sé, quería que fuera romántico…” Dijo al aire Alara. “Estoy aprendiendo a cocinar con Mara y Vitti… tal vez pueda… no sé, armar una cena…”
“No sé cuál es tu estilo, Ali.” Dijo pensante Mirabella.
“Yo no soy tan extrovertida y creo que él es extrovertido solo por mí.” Dijo pensante Alara. “Quiero que sea un momento especial.”
“Cena romántica entonces.” Dijo pensante Mirabella. “No sé si tienes que cocinar, pero…”
“Todavía soy una novata, él es un gran aprendiz por lo que me dicen las chicas y puedo confirmarlo todos los días.” Dijo sonriente Alara.
“Estoy segura de que te dirá que sí sin importar la circunstancia, Ali.” Dijo divertida la espía. “¿Qué esperan aprender de esta expedición?”
“Shin quiere descubrir un poco de la estación, más que nada para saber si se puede controlar u obtener información sobre su estado.” Dijo pensante Alara. “Sus visiones no han cambiado demasiado en este tema.”
“¿Tú tienes visiones?” Preguntó sin cuidado la espía.
“No, es un talento raro. Esta es la razón por la que estamos preocupados, ya que todos hemos tenido la misma visión. La última que tuve fue justo antes de encontrarlo en el templo…” Dijo apenada Alara. “No me esperaba que él sea el hombre detrás de la máscara.”
“Todos estos años y todavía no entiendo la mitad de las cosas que dices.” Dijo divertida Mirabella.
“Es parte de mi encanto.” Dijo divertida Alara.
Shia entró a la habitación para mirar por la ventana y luego acercarse a ellas.
“Falta un rato todavía.” Dijo al aire la mandaloriana mientras se sentaba en el borde de la cama. “Espero que hayas cambiado las sábanas, Ali.” Agregó con malicia.
“Las compré en Coruscant…” Dijo celosa Alara.
“Las cosas que sabe esta cama, Ali…” Dijo con malicia Shia.
“Esta mandaloriana es extraña.” Dijo pensante Mirabella.
“Es dura por afuera nomás, tienes que verla con los niños de Bosan…” Dijo divertida Alara. “Hasta dio unas clases de tiro para los adolescentes.”
“No sé porque te parece tierno, a nosotros nos enseñan el arte de la guerra desde la infancia.” Dijo sonriente Shia. “Los jóvenes deberían poder, al menos, lidiar con silvercat.”
“Tu novio tiene amigas raras…” Dijo divertida Mirabella. “Solo he escuchado cosas buenas de ti, Shia. Ya nadie te llama la Roja.”
“Puede que sea colorada, pero ese apodo fue por una pelea…” Dijo pensante Shia. “¿Te lo contó?”
“Me dijo algo, supuestamente tuviste que derrotar un equipo de malandras en Anchorhead solo con un cuchillo.” Dijo pensante Alara.
Shia sacó la daga de su bota.
“Aquí está…” Dijo pensante la mandaloriana. “Puedes imaginar el resto.”
“Entiendo, yo nunca voy a olvidar cuando te encontré bajo ese contenedor, Shia.” Dijo divertida Mirabella.
“Ah, nadie va a olvidar eso. No me importa demasiado, Shin es mi favorito.” Dijo divertida Shia. “¿Cómo tienes de amiga a una espía?”
“Nos conocimos huyendo de ti.” Dijo divertida Mirabella.
“Ah, son de esas situaciones.” Dijo pensante Shia. “¿Cómo te fue en la cocina, Ali?”
“Bien, estoy aprendiendo platos simples…” Dijo divertida Alara. “¿No quieres venir conmigo?”
“Yo sé cocina mandaloriana.” Dijo sonriente Shia.
“Rostizar todo con tu lanzallamas no es cocinar…” Dijo al aire Alara.
“A nosotros nos alcanza.” Dijo sonriente Shia. “¿Cómo estás en la cocina, espía?”
“Ya lo verás.” Dijo pensante Mirabella.
Shin entró para interrumpirlas y sentarse junto a Shia. Alara se colgó de su cuello para besar su cabeza.
“Me arden las orejas…” Dijo jocoso Shin.
“A veces hablamos de otras cosas…” Dijo divertida Shia. “Tu novia estaba contándome como habían conocido a la espía.”
“Gracias a ti…” Dijo divertido Shin. “Falta poco, Mirabella se ofreció a cocinar en el templo.”
“¿Cómo te fue con el profesor?” Preguntó con curiosidad Alara mientras apretaba a su novio.
“Bien, está cegado por su sed de conocimiento y empezó a preguntarme historia imperial.” Dijo divertido Shin. “Supongo que querrá aprender todo lo posible de mí.”
“¿Miri?” Preguntó en voz alta Shia.
“Estaba ordenando el hangar, Uzuri se quedó con Artrisa.” Dijo pensante Shin. “¿Pudieron relajar un poco a Hussan?”
“Nada, está siempre buscando enemigos en las sombras, pero…” Dijo al aire Shia. “Creo que le gusta meditar cerca de la cascada.”
“Es un gran espadachín, Shin… Lo tenías bien guardado.” Dijo pensante Alara.
“No le gusta la violencia… Pero se ofreció a quedarse a proteger a Vitti y Artemios.” Dijo al aire Shin. “Parecía llevarse bien con Vatse también.”
Alara apretó con cariño a su novio mientras ellas notaban a la nave salir del hipervuelo.



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Editado: 11.08.2023

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