Capitulo Tercero.

Había aún así personas envalentonadas que solían ir a ese lugar pero que procuraban no ir solos, más por seguridad de su vida o por tener al menos un minimo de precaución.

Thomas era uno de ellos. Él pertenecía a un grupo de amigos que amaban la aventura; este grupo  acordaba  hacer Exploraciones Urbanas a lugares abandonados, embrujados, en ruinas, clausurados por el gobernador o lugares tomados por el mismo por falta de dueño o que simplemente habían quedado abandonados. No eran exploradores urbanos amateur si no con experiencia, y esta les había hecho enfrentar la realidad de homicidios, fantasmas, criminales, drogas y cosas espeluznantes que no es tan fácil de contar estando en constante peligro, pero a este grupo la adrenalina  los atrapaba y era lo que buscaban por lo tanto cuando salian ilesos de lugares peligrosísimos ellos querían ir por más. Principalmente estaba formado por Peter, Jack, Jeremy y Matthew, además de Thomas.

Aunque Matthew en realidad era el hermano menor de Jack y el más cobarde de todos. Solo asistiá por acompañar a su hermano y hacerla de fiel perro guardian por ver que no se metiera en problemas ya que era más cauto y precavido.

El día que acompaño a Thomas al lugar en realidad fue para darle informe a su hermano Jack ya que estaba en cama después de haber agarrado un resfriado en una de esas andanzas de exploración Urbana.

Peter tubo una fiesta familiar ya que un pariente estaba por casarse y no pudo asistir.

Sin embargo Jeremy tubo que ir a clases de verano y su madre estaba enferma, le cuidaba de noche y no había quien le supliera ese día, así que por el espacio de un mes, tubo que ausentarse de sus aventuras con los amigos.

Volviendo con Thomas, el era diferente, el era dueño de su propio negocio, por experiencia y tradición familiar reparaba Sillas de Madera, mesas, era un buen carpintero  y de hecho tenía su cartera de clientes pero el podía aplazar por algunos días su trabajo so pretexto de encontrar clavos  para reparación pues, no había muchos lugares para encontrar, por lo que podía hacer lo que se le antojara e irse a explorar lugares tantas horas cuanto quisiera.

Y la idea de visitar el lugar de la joya de la reina se debía al título del libro que encontró un día en una andanza a casas abandonadas, alguien había arrojado una edición nueva como si de basura se tratase y precisamente estaba rodeado de objetos y chatarra inservible.

Cuando lo recogió, lo llevo a casa, lo leyó y quedo prendado de la idea de visitar el lugar. Quien sabe, tal vez hasta se volvería rico.

Entonces cuando se entero de que solo Matthew iría con el dijo... - Este es el destino amigo- aunque Matthew no estaría muy contento.

FIN DEL CAPÍTULO  TERCERO.