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Carmelita La Espía
L
a Karda, Carmelita, Yajaira y Dubraska llegaron a Miami para empezar nuevas vidas en un barrio cerca de la playa de Miammi Beach, se cambiaron los nombres: La Karda se llamaba Romie , Carmelita Colie , Yajaira Katy y Dubraska Diana Rose, todas estaban felices porque el gas era por tuberías adiós a las odiosas bombonas de gas pesadas en Venezuela, el calor era casi el mismo en Miami pero la Karda solo podía pensar como regresar a su casa sin ser reconocida para poder empezar con su plan primero les enseño el vecindario a las chicas, para que conocieran a Miami todas cambiaron de apariencia la Dubraska se pinto el cabello rubio, Yajaira igual mientras que Carmelita se lo corto y se hiso un tratamiento y la Karda se pinto el cabello de colores del arcoíris y se lo trenzo las demás estaban maravilladas con las casas de madera y la playa.
— ¿Cuál es el primer paso Karda ¿ — Pregunto Dubraska y la Karda las miro preocupada.
— Carmelita tiene que entrar en la que era mi casa, para poder tener un espía que nos dé información importante sobre mi familia.— Decía la Karda preocupada mientras que prepararon a Carmelita con el idioma y lo que tenía que hacer, Carmelita estaba muy nerviosa, con miedo de poder fallarle a la Karda.
— Hare lo que me pides mijita — Abrazo Carmelita a la Karda mientras esperaban un taxi para llevarla a la que era la casa de la Karda en la mansión Rosa en la residencia Queen cerca de la playa donde se suponía que ahora era de Lucy. Carmelita se detiene antes de entrar en el taxi — Pórtate bien Yajaira Maria sin causar problemas a la Karda— Grito desde la ventana del taxi con su atuendo rosado de señora de servicio, el carro arranco y Carmelita se incorporo en el asiento y se sentó relajada.
— ¿Crees que lo logre?— Pregunta Dubraska
— Yo lo dudo mi abuela tiene hansaimer y se le olvida todo—Dice Yajaira limándose las uñas y Dubraska le da un codazo — pero es la verdad— se acaricia el brazo con el cual sostenía la lima, arrugando la cara y excusándose.
— Si lo hace al pie de la letra como le dije todo saldrá bien— Dice la Karda nerviosa sabia que engañar a Lucy era muy difícil pero también sabía que no era imposible ya que había llegado a U.S.A contra todo pronóstico y el poder de la malvada Lucy.
Carmelita
L
ucy se le daba bien usurpando la carrera de la Karda, su poder cada vez crecía debido a los negocios con grandes marcas de cosméticos, fotografías y marketing toda la fortuna estaba en sus manos; la del padre de la karda y la que la misma karda hiso con su propio esfuerzo ahora se encontraba en aprietos no quería liderar ya con las hermanas de la karda, la mama para no darle ni un solo centavo de lo que ellas en equipo le quitaron a su propia hija y hermana, pero necesitaba una señora de servicios antes de que llegaran las insoportables hermanas de la Karda y la mama así que primero entrevistaría a la nueva empleada se largaría para no encontrarse con las locas, maniáticas e insoportables, prueba el café que trataba de hacer en la cafetera en la cocina, sentada en el mesón de roca pulida gris, en medio de la cocina. Le falto azúcar al café, lo escupe en el lava platos con el sabor a tinte barato que tenía el café era una de las razones por las que necesitaban una señora de limpieza por los momentos, porque si ella que medio había trabajado en su vida, no sabía hacer ni un insignificante café, no podría imaginarse a las desquiciada familia de la karda arreglándoselas solas, cosa que no le importaba pero como igual la molestarían con llamadas impertinentes, era mejor ahorrarse la molestia y cuando le iba echar más azúcar al café , no, mejor dicho al agua de café que había hecho para que no tuviera un sabor tan simple, como agua azucarada suena el timbre. “TI LIM, TI LIM” y sale atender en esa mansión no tenían empleados ya que la karda casi nunca la visitaba cuando tenía reuniones en Miami solía pasar la noche en una fiesta o después de concretar los contratos en su avión privado se regresaba a NY, la mansión estaba descuidada y necesitaba gente de servicio que limpiara el polvo y sacara las cosas viejas como la comida podrida en el refrigerador o lavar el jacuzzi pero ella no tenía el tiempo para esas necedades con contratar una señora era mucho para ella, en eso abre la puerta y ve a la señora de servicio parecía una anciana confiable pero el protocolo tenía que efectuarse y mas una mujer tan controladora como ella tenían que hacerse las cosas como solo ella las haría.
— Yelo mi ñame es — Lucy le hiso señas que parara con su mala pronunciación.
— Yo entiendo el español a la perfección y lo hablo de maravilla— Carmelita se ruborizo pensó no que no estaba metiendo la pata pero efectivamente lo estaba haciendo— Así que puedes comenzar de nuevo, pero en español— Carmelita respiro y comenzó.
— Hola señora! Soy: la señora de servicio, vine a la entrevista — Carmelita dijo mas serena Lucy la dejo entrar, entro muy segura y Lucy cerró la puerta detrás mirándola de todos los ángulos un poco desconfiada de que esa sería la señora de servicio que dejaría a cargo de las locas — Mi nombre señora Karda es Colie Jackson Seria un placer trabajar para ustedes — Carmelita estaba orándole a Dios para que la demoniaca de la Lucy callera en la trampa, aunque le pedia disculpas a Dios de igual manera porque estaba mintiendo pero ella no decía nada solo la miraba de los pies a la cabeza no sabía si dudaba por su mal ingles o porque en cierto sentido olía su mentira, Carmelita sabia que los demonios pueden oler la mentira y Lucy era uno de ellos.
— ¿Usted está segura que tiene la capacidad de poder estar a cargo de esta casa? — Le pregunto Lucy estudiándola pero Carmelita no sabía que decir ni que responder en eso sonó el teléfono de Lucy ¡ring ring! ¡ring ring! Carmelita respiro aliviada, casi se le salía el corazón por la boca1°, ella no estaba para liderar con la presión. Era Cameron la hermana de la Karda saco el teléfono del bolsillo trasero de su jean.
— ¿Ahora qué quiere? — y atendió la llamada fastidiada Lucy.
_ 1 Expresion que se utiliza para decir que estaba bajo presión, o que estaba muy nerviosa.
Cameron
C
ameron iba en su deportivo rosa escuchando “7 ring” de Ariana Grande a todo volumen, conducía a toda velocidad por la autopista.
— Hola Luki — Saludaba a Lucy quien no parecía agradarle lo que escuchaba pero sus palabras eran otras de manera hipócrita utilizaba la cortesía.
— ¿Qué sucede Cameron? — Le pregunta Lucy molesta por perder el tiempo con una niña mal criada.
— Voy en camino a la casa espero que me reciban por lo alto— Cameron con sus gafas de sol relucientes y el viento hondeaba su cabello en el aire como olas del mar — My Mimi está en su operación de la nariz y Camilk están en sus clases de actuación, nos vemos, besos— Camero le corto la llamada a Lucy cosa que le molestaba aun mas que le hicieran.
— ¿Cameron? — Grito al teléfono furiosa iba a maldecir cuando se dio cuenta que Cameron había cortado la llamada pero luego volvió a ver a la señora de servicio y recobro la cordura respira profundo y sonríe.
— Aaaa, Sigue ahí — respiro lento— ¿Cómo fue que me dijo que se llamaba? ¿Coco? ¿Brócoli? — Carmelita parecía estar calmada pero Lucy parecía fuera de si, no sabía cómo hacerla sentir mal y miserable más de lo que significaba que tenía que limpiarle las eses a un rico y más a una ladrona de identidad como ella.
— ¿Problema con su hija señora? — Carmelita le pregunto para saber de su reacción, caminaban a la cocina recta sin mirar a ningún lado que no fuese su camino, luego Lucy la miro con repugnancia.
— ¿Mi hija? Si solo es un intento fallido de mi hermana, si tan solo fuese mi hija la hubiese abortado — Tomo un trago de la botella de whisky en el mesón del centro de la cocina donde estaban las botellas de bebidas costosas y casi todas casi vacías — ¿Sabes qué Colie? el trabajo es tuyo— Agarro su bolsa e iba a salir de la cocina aburrida de la entrevista, pero de verdad se acoraba del nombre que carmelita se le había presentado — Te admiro sabes, soportar a estas locas no será un trabajo fácil— y se fue con una botella debajo de su brazo.
— Que tenga un buen día señorita Karda— Grito Carmelita cuando escucho que la puerta de la entrada a la mansión se cerro, salió a inspeccionar que todo estuviera despejado, miro a todos lados, se asomo por la ventana su ojo chismoso de barrio nunca le fallaba Lucy salía de la mansión lo más rápido posible en su lujoso Ferrari Negro.
— ¡Buenos días! Dios me perdone — Miraba alrededor de la casa— Pero ese engendro del demonio se deslizaba por la vida de la pobre de la Karda, mientras mi pobre niña pasaba caridades en Venezuela, eso no es justo, no se hace — Carmelita se alzo la falda que le cubría más de tres centímetros debajo de la rodilla y se saco unas cámaras pequeñas que se las pego a las piernas con cinta adhesiva industrial para poner por toda la casa y así la Karda pudiera tener vigiladas a su familia, cuando fuese necesario, una en la entrada de casa, en el comedor, en la cocina, en las habitaciones principales, mientras limpiaba la casa para que las hermanas de la Karda no sospecharan de ella, sus aprendizaje como señora de servicio en Venezuela le sirvieron para limpiar toda la casa y activo las cámara, saco su teléfono y llamo.
— Todo está listo hijita— Y corto tan rápido que las chicas no dejaron escuchar nada a la Karda.
La Karda
L
as chicas pusieron la llamada en voz alta pero la señal en la mansión era muy mala desde adentro por lo lejos que estaba de la residencia a donde estaban y que se avecinaba una tormenta pronto según los pronósticos de la mañana, eso la hacia pensar que debía poner una antena de señales propia en la mansión.
— ¿Qué dice? — Pregunta Dubraska intenta escuchar poniéndolo en voz baja pero la karda se queda sentada aterrada pensando lo peor agarrándose de las extensiones, la Yajaira se levanto de la silla y le quito el teléfono a Dubraska de un jalón según ella sabia como se comportaba un dinosaurio de la pre-historia con un teléfono inteligente como su abuela.
— Abuela pégate el teléfono un poco mas no se escucha nada— La Yajaira pone los ojos en blanco y niega con la cabeza— Siempre le pasa, cuando la llamo intenta pegarse el teléfono por el audio pero se despega el micrófono de la boca, pobre abuela.
— ¿Me escuchas? — Esta vez escucho bien — La lucy… me descubrió— Debido a la interferencia por la brisa la Yajaira al escuchar eso se le resbalo el teléfono y este se desarmo en el suelo rompiéndole la pantalla. Tanto la Karda como Dubraska la miraron impresionadas.
— La descubrieron— Yajaira parecía muy aterrada de miedo.
— ¿Qué te dijo? — Le grito Dubraska mirando a la Karda que salió corriendo al cuarto de arriba.
— Yo se los dije mi abuela sufre de amsaimer y se le olvida todo — Se afinco de la mesa de la sala de estar donde estaban sentadas comiendo unas galletas y una taza de café y la Karda un té de manzanilla porque no quería mancharse los dietes.
— ¿Qué haremos ahora? — Le dice Dubraska a Yajaira y de la nada viene la karda con una pistola y mascaras para que no la reconocieran unas pasa montañas.
— Vamos a rescatar a Carmelita — Salieron de la casa y se montaron en una camioneta de cuatro puertas la karda en el de piloto y las demás en la de los acompañantes pero luego se dio cuenta que no sabía manejar y sonríe enseñándoles la llaves a las chicas.
— Oop! Yo no aprendí a manejar — Yajaira y Dubraska se cruzan de brazos mientras Yajaira le arrebata las llaves.
— Sal de ahí pequeña loca— y se sienta en el puesto del piloto Dubraska la mira detalladamente y se extraña de Yajaira supiera algo útil en su pequeña miserable vida.
— ¿Cuándo aprendiste a manejar Yajaira? — Dubraska curiosa y Yajaira enciende el motor y arranca.
— En my for speed — La Karda mira a Dubraska con ojos de miedo y se pone el cinturón de seguridad mientras Dubraska empieza a orar.
Carmelita
L
a señal se corto y no podía seguir intentando llamar porque el timbre de la casa sonaba “Ti lim, ti lim”. Abrió la puerta no quería ser descubierta por alguna de esas arpías.
— Buenos… — La chica no la dejo terminar los buenos días y entro empujándola con su chaqueta de cuero y su falda de cuadros rojos corta y sus tacones medianos tan blanca como la leche y sus labios tan rosados como una flor en primavera, su cabello corto ondulado cortado a la altura de los hombros, alta pero muy grosera.
— ¡Mama! ¡Mama! —Gritaba llamando a su madre como una loca— ¿Puedes llamar a mi madre? — Se dio la vuelta y luego se dio cuenta que Carmelita existía y era una completa desconocida — Por empezar ¿Quién eres tú y donde esta mi madre? — Le exigió
— Soy la señora de servicio que la señora Karda contrato, soy nueva en la mansión, no hay nadie en casa señorita solo usted y yo— Carmelita no podía evitar parar de verla era tan hermosa como la Karda era como verla ahora pero en una versión más adulta.
— Esa impostora no es mi hermana, es una copia barata— Saco su teléfono y llamo— ¿Camilk donde esta mi mama? — Le pregunto a su hermana que estaba en su clases de actuación con su cabello pintado de azul en medio de la clase se muestra confundida por la pregunta y arruga la frente.
— Hermanita no sé nada de la pasa frustrada de mi madre— Bebía agua sentada en el teatro de la ciudad tenía un collar negro grueso de dos dedos de grueso en su cuello que decía “Cómeme si puedes” su franela negra y su pantalón ajustado negro y sus zapatos deportivos, se amarro el cabello.
— Vamos, chicos fin del descanso a practicar la escena del beso— La directora del equipo de actuación grito y Camilk levanto la mirada
— ¿Cómo te expresas así de tu propia madre? — La regañaba indignada.
— Ay hermana, tengo que irme aun tendremos tiempo para pelear sobre esto, pero no ahora— Colgó el teléfono y la chica grosera se guardo el teléfono en su bolsa de mano negra.
— Lo siento, me llamo Skay Lombardi soy la hermana mayor de esta loca familia — Carmelita y ella se estrecharon las manos— Tenia 5 años fuera del país lejos de mi madre y sus frustraciones de la perfección y todo esto, extrañaba pelear por algo estúpido que tuviera que ver con operar el cerebro de mis hermanas para que fuesen como la Karda— Suspiro profundo miro alrededor de la casa de reojo y se despidió, luego de beber un vaso de agua que Carmelita cordialmente le sirvió, se fue. Carmelita estaba fascinada con la hermana mayor de la Karda se parecía a ella, se le paso por la mente contarle sobre la impostora de la Karda pero al parecer ya lo sabía y había algo que no cuadraba en todo eso, regreso a la cocina para terminar de limpiar pero el timbre volvió a sonar ¡Tim lim tim lim! Carmelita ya no quería caminar y no quiso ir abrir como hacía en su casa a veces con las vecinas fastidiosas que pedían una taza de azúcar que jamás iban a regresar, pero recordó cual era su misión y se le paso, cuando abrió era un señora muy refinada con unos lentes oscuros, lo que parecía una venda en la nariz horrible acompañada, la miro y le paso por el lado estaba vestida de negro desde la muerte de su difunto marido solo puede vestir así, pero no venia sola venia con su hija un poco menor de 21 años con el cabello azul, parecía adorable y muy dulce pero todos eran el enemigo.
— Camilk llama a la Señora de servicio— Dice la señora caminando a la cocina.
— Mama pero si solo esta a Diez pasos de ti, llámala tú no tiene una enfermedad contagiosa o algo así—Saco su teléfono.
— Llámala Milk no estoy para tus desplantes — Le grito la madre.
— Pero ¿yo si tengo que soportarte que estés insufrible después de cada operación en tu horrible cara de pasa? — Le grito y se fue furiosa corriendo al jardín de la mansión y la señora elegante lloraba con un poco de dolor por lo que parecía ser la venda que tenia enorme en su cara, se puso la mano en la cara para cubrirse de la vergüenza.
— No se preocupe señora— Carmelita le sirvió un poco de agua.
— Me puedes llamar Kia— Tenia un enorme anillo con una roca enorme en su dedo— No me gusta lo de señora.
— No se preocupe Kia— Ve a Carmelita y sonríe con sus labios gruesos llenos de silicona.
— Me agradas, nos la llevaremos bien— Se levanta y camina a las escaleras— ¿Cuál es mi habitación? — Le pregunto a Carmelita pero esta no le respondió.
— La que usted quiera Kia, hay tantas que puede elegir la que mejor le parezca— Kia miraba a Carmelita sonriendo le recordaba lo poderosa que era y todo lo que podía decidir sin que ningún límite se lo impida.
— Bien dicho. Mientras estudia las habitaciones en eso escucha que la puerta vuelve a sonar “Tim Lim” Carmelita bajo a abrir la puerta mientras la Señora Kia se decidía por una habitación, al abrir era una chica rubia alta con un sombrero de vaquera en la parte del frente con su cabello ondulado que le caía a la altura de los hombros, una camiseta blanca que se le veía el braceé porque era de una tela muy clarita amarrada en la parte de los seños con un nudo, su abdomen perfecto, su piel caramelo bronceada, sus labios grandes y rojos y sus ojos azules como el cielo perfectamente maquillada, llevaba unas botas de cuero de tacón fino y altas y llevaba un abrigo de oso polar que le cubría su cuerpo que estaba prácticamente desnuda según Carmelita al ver lo pequeño que eran sus pantaloncitos de blue jean y esta se tapo la cara.
— ¿A caso eres Judía? — Le pregunto Cameron quitándose las gafas de sol un poco desconcertada de que alguien en Estados Unidos en la costa de California le criticara su vestuario.
— No, soy cristiana — Carmelita se defendió pero Cameron era atea así que sea cual fuese su religión no le gustaría tocar el tema y alzo los hombros y entro.
— ¿Mimi ya llego? — Le pregunto a Carmelita pero esta no sabía de quien hablaba así que puso los ojos en blanco Cameron — Mi mama la señora Kia ¿Esta en la mansión? — La mama se asomo por el barcón y esta la vio.
— Yujuuu aquí estoy- Le hiso señas de que había una botella de whisky— Colie puedes venir y dejar tus que a aceres para más tarde o quizás mañana, sube con mi hija me ayudara a elegir la habitación y celebraremos mi operación de nariz.
— Yo señora — Carmelita intento negarse.
— Es una orden Colie — Carmelita no tenía otra opción que pecar ante los ojos de Dios ¿Qué diría el pastor de esto? Subió por las escaleras detrás de Cameron. Entraron a una habitación y se sentaron mientras Kia intentaba abrir la botella ella fue al baño del cuarto y escribió un mensaje para la Karda y Dubraska. Carmelita no quería pecar por más que quisiera ayudar a la Karda.
La Karda
L
as chicas atrás iban orando por sus vidas porque Yajaira no las estrellara contra otro carro, o se no supiera mantener el control del carro por un barranco para subir a la residencia de Queen, y menos que la policía las arrestaran por no tener licencia de conducir, tanto la Karda como Dubraska recibieron el mensaje al instante la una y la otra ambos de Carmelita.
Mensaje texto Carmelita: “¿Dónde están? No sé qué hacer, ayúdenme.” Mensaje de texto Abuela: “¿Dónde están? No sé qué hacer, ayúdenme.”
Estaban en la gasolinera llenando el tanque porque era muy lejos la mansión de donde ellas estaban y el tanque no estaba full, ambas se vieron las caras.
— Esta en problemas, tenemos que irnos— Yajaira arranco el vehículo.
— Allá vamos abuela — Decía Dubraska nerviosa.
Carmelita
C
armelita no quería salir al solo pensar que pecaría obligada, por esas mujeres del mundo, pero tocaron la puerto ¡Tock tock! ¡Tock tock!
— ¿Colie estas bien? — Le pregunto Kia que parecía que ya estaba embriagada y no de amor precisamente.
— Si, ya voy a salir— Le grito y miraba al lavado y se miro al espejo — Perdona señor por lo que voy hacer— Abrió la puerta y se encontró a Kia y a Cameron ya que no daban para mas y ni siquiera llevaban la botella por la mitad, mujeres con mala bebida en eso Camilk se asoma en la puerta que da con el pasillo para las escaleras para bajar a planta bajo, las miro y puso cara de desaprobación.
— Ayúdeme a llevar a Cameron a otra habitación— Carmelita la ayudo a llevar a Cameron a la habitación de al lado y esta no estaba en sus 5 sentidos.
— Quiero un pene grande de basquetbolista ahora— le gritaba a Camilk que parecía apenada.
— Cállate Cameron— Le grito Camilk.
— Vamos ¿eres virgen? la virgen maría ya no existe, saca la perra interior— Le decía a Camilk entre risas y sacando la lengua vulgarmente para pasársela a Camilk por la oreja pero esta la tiro y Cameron cayó al suelo entre risas y Carmelita saco corriendo.
— Oye no me deje sola con esta loca — Se asomo por el pasillo aun tenían que ponerla en la cama esa perra no podía ni levantar un solo tacón pero Carmelita no huía solo fue a buscar la biblia para orarle a Cameron y vino con ella entre las manos.
— A esto fui— Le mostro la biblia a ambas y las dos empezaron a reírse.
— ¿La vas a exorcizar? — Le pregunto a Camilk pero Cameron no paraba de reír Carmelita le reprendió los demonios y le hiso las oraciones que creyó convenientes para el caso poniéndole la mano en la cabeza pero Cameron se quejaba de que le arruinaba el peinado como si eso importaba Mientras que Camilk se reía de todo antes sus ojos del forcejeó con Carmelita a Cameron le paso la embriagues y se levanto sola arreglándose el cabellos.
— Eres una bruja mira como me dejaste— Cameron se miraba en el espejo.
— Ay Dios sálvala— decía carmelita mientras Camilk solo podía poner los ojos en blanco y enviar mensajes a sus amigas que fueran a la mansión y salió de la habitación con carmelita a la planta baja de la mansión.
— ¿No sabes a donde fue Lu.. digo la karda? — Le pregunto Camilk a Carmelita cosa que era curiosa o debían saber ya donde se encontraba la verdadera bruja en toda esta historia.
Lucy
L
ucy iba camino al banco hablar con sus contactos para pasar toda la fortuna de la familia de la Karda poco a poco a cuentas en Europa, Francia y Brasil las cuales estaban a otros nombres, con su atuendo entro en la oficina del vicepresidente del banco Jamie Scott un hijo de papi y mami como los llamaba Lucy a todos de cuna de oro, lo conoció en la Met gala el año pasado se dio cuenta que lo podía utilizar mientras la Karda le hacia la vida cuadritos y quería vengarse, estuvo con él en un baño de la cocina y de ahí estuvo intercambiándose fotos con él hasta que formalizaron la relación, el era uno de los pocos que conocía su plan y lo que le hiso a la pobre Karda, entro y cerro con seguro y se iba sacando la ropa poco a poco mientras sonreía de volverla a ver, tuvieron sexo por media hora en el mueble de la oficina de él.
— Ya las transacciones están listas— El le mordía suavemente los senos— ¿Cuándo nos vamos? — Le pregunto a Lucy habían planeado escaparse y cambiarse los nombre donde nadie los conociera ya que solo mancharía la imagen de la Karda no le importaba lo que pasara, con tal de estar con él.
— Pronto baby ¿Te espero esta noche? — Le pregunto mientras se colocaban la ropa de nuevo el guardo silencio por un rato molesto.
— ¿Sabes que me juego mi reputación por ti? — Ella lo beso
— Lo sé, bebe. Se terminaron de colocar toda la ropa pero él no quedo muy complacido estaba realmente preocupado por la actitud de Lucy tenía miedo que lo dejara solo con la policía por los movimientos sucios. Lucy lo beso y salió de la oficina siendo señalada entre las oficinas y no le importaba tenia lo que quería, también al corazón del vicepresidente del banco. Entro en su Ferrari negro y cuando se dio cuenta Skay estaba en la parte trasera del vehículo mirándola desde el retrovisor esbozando una sonrisa.
— Hola Lucy— Decía saludando.
— Hola despatriada— Se burlaba Lucy y acelero.
Jaime Scott
J
aime ve como Lucy se va en su vehículo desde la ventana de su oficina de vicepresidencia del banco el más prestigioso de Miami, “The Bank White”. El amaba a Lucy con todo su corazón pero temía mas por su reputación y que ella vendiera su alma al demonio y se fuera sin él, se alejo de la ventana levantando cada carpeta con las finanzas del banco y las apilaba en el escritorio donde había tenido relaciones sexuales con el diablo hace unos 20 minutos, quizás ella no lo podría incriminar pero él tenía que cuidarse las espaldas, el apellido de su familia estaba en juego. Se acerco al mueble de su oficina donde estaba su saco en el espaldar del mueble hecho de cuero negro, saco su teléfono de uno de los bolsillos.
— Necesito asilo político— Jaime sonaba serio y un poco intrigado por la respuesta.
— ¿En qué problema anda Scott el millonario ahora? — Christian López desde la base en la frontera colombo venezolana estaba sentado en una silla acomodado apoyando los pies de la mesa.
— La mujer que me gusta es peligrosa— Suena un poco asustado— Creo que he cometido un grave error.
— ¿Es narco? — Dice con recelo.
— No— hubo un silenció en las líneas y un respiro hundo de Jaime — ¿Me vas ayudar o no? — Reclamo nervioso sin saber si su amigo se convertiría en su aliado o lo hundiría.
— Ya voy a Estados Unidos— Christian corto la llamada.
Carmelita
C
armelita se acerco a ver qué estaba haciendo Camilk, que se encontraba en la piscina de la mansión, todo era muy rosa, las paredes, la decoración, las cortinas, la cerámica y las estatuas de mármol, ella estaba sentada en una de las sillas de la piscina acostada como tomando algo de sol pero sin quitarle la mirada al teléfono, que sonaba constantemente como decía Carmelita “Ese aparato del demonio que atrapa a los jóvenes para no hacerle casos a uno”. Ella iba acercarse un poco mas pero la puerta sonó, ¡Tim Lim! ¡Tim Lim! Carmelita tuvo que devolverse y dejar a un lado su tarea principal en la casa, cuando abrió eran cuatro jóvenes 2 muchachas bastantes formaditas de cuerpo y 2 jóvenes musculosos como los que les gustaba ver la Dubraska en esas películas ridículas de vampiros diabólicos.
— ¿Se encuentra Camilk? Somos los del grupo de las clases de teatro— Carmelita sabia que ellos no eran actores ni había ningún grupo de teatro olía la mentira con Yajaira había desarrollado un olfato para oler la mentira.
— Si, adelante. Pasaron, al parecer iban a pasar la tarde en la piscina lucían un poco playeros con bermudas, playeras y las chicas con chores cortos y crottop pequeños de trenzas hermosas en sus pechos. Sacaron botellas y fumaron en la piscina mientras Carmelita preparaba el almuerzo que era un sopa de res para la cuerda de alcohólicos que estaban en la mansión, estaba pensado crear una fundación para alcohólicos anónimos en esa casa para todos desde la mama hasta las hijas. Mientras hacia la sopa Cameron bajaba de la escaleras escuchaba la música “You Know You Like It” De AlunaGeorge Ft (Dj Snake Remix) Y se unió a la fiesta en la piscina con los amigos de Camilk, estaban bailando y Camilk invita a un chico llamado Thomas Wesley Pentz subir a las habitaciones de la casa, le agarra la mano y lo arrastra a las escaleras, lo besa y Carmelita solo rezaba porque la casa se había convertido en Sodoma y Gomorra solo faltaba que el fuego del cielo callera sobre la casa y en vez de estar rodeados de un rosa las llamas los quemaría vivos.
Lucy
—¿Así
Que has venido por las sobras de la Karda? — Lucy se burla del triste pasado que arropaba la salida de la mansión.
— No tengo que robar a nadie para tener una manta con que arroparme por las noches— Skay mira por la ventana y las calles pasan como los carros — Lo has hecho muy bien hasta ahora, quiero mis millones— Lucy se ríe maniáticamente.
— Y ¿Crees que te daré tal poder ahora que lo tengo todo? — Skay parece no gustarle lo que escucha de la arrastrada mascota de la karda.
— Quiero el dinero de mi padre de vuelta— Skay se lanza encima de Lucy mientras esta pierde el control del vehículo mientras intenta quitarse de encima a Skay quien la tiene agarrada de las extensiones.
— ¡Suéltame perra!— Le grita Lucy. Mientras los vehículos intentan evadir chocar con los demas vehículo en la via, ambas venían peleando haciendo que el carro diera vueltas en círculos— Tu familia esta de mi lado y tú no tienes ningún poder sobre nada— Skay se estrello con el asiento trasero con un pedazo de extensión de Lucy quien logro parar el vehículo de un tiro, ambas se quedaron jadeando y temblando del susto casi se estrellan con una pared de piedra vía la el aeropuerto.
— ¿Ya te acabaste la fortuna de tu difunto amor? — Le pregunta Lucy a Skay.
— ¿Te fumaste una revista de personalidad de la karda todo este tiempo? —Le respondió.
— Solo tenemos algo en común— Lucy se voltio— Yo termine con tu hermana y me debes que estés en las puertas del paraíso.
— Yo no te debo nada, me merezco el dinero de mi familia.
— La karda murió y ahora yo soy ella y ella soy yo— Lucy parecía fuera de sí, Skay después que su padre muriera y le dejara toda su fortua a su hermana la karda, Skay molesta se fue de su casa odiando a su familia por quitarle lo que se merecía por ser la primogénita de la familia se fue y había estado casada todo estos años con un magnate dueño de industrias petroleras, pero él la había dejado hace 1 año por una rusa modelo y la dejo en la calle sin posibilidades de poder regresar a los estados unidos sin nada de dinero, intento quitarle algo pero el arreglo matrimonial era que nadie podía tocar las pertenencias de ninguno del otro al divorciarse, se arrepintió de haber firmado ese maldito documento, desde entonces estuvo estudiando la situación de la karda pero las empresas familiares estaban en su mejor momento económicamente hablando y nada andaba mal, a acepción de la asistente malvada de su hermana Lucy que le quito todo lo que ella no pudo a su hermana, estaba dispuesta arrebatarle todo a la impostora ya que su hermana al parecer se pudría en una supuesta cárcel en Venezuela. Lucy saco una pistola de su cartera y la apunto.
— No te muevas maldita o disparare— Skay no parecía asustarle pero miraba la forma de salir del vehículo sabia que Lucy no estaba bien de la cabeza.
— Si me matas, no podrás vivir con toda esa fortuna— sonríe— Es mejor ser libre, y ser aliadas para controlar esta fortuna juntas ahora o ¿Prefieres la cárcel?— Lucy la mira mientras Skay le da la mano para hacer las paces duda por un momento pero luego le da la mano y ambas empiezan a darse miradas diabólicas, ninguna era menos demonio que la otra ambas sabían lo que querían y no era precisamente compartirlo todo con la otra.
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