CAPÍTULO 1
Ya no puedo más, estoy demasiado cansada” pensé mientras bailaba en medio de aquel enorme salón con un insoportable dolor en los pies.
Llevaba bailando mucho tiempo descalza en frente de muchos hombres entre estos hombres habían soldados, reyes, príncipes, nobles y más. Algunos de estos hombres me miraban con desagrado pero otros lo hacían con lujuria esto me resultaba muchísimo más desagradable de lo que me puede resultar cualquier otra cosa. Aunque preferiría primero cortarme el cuello antes de seguir bailando para ellos y ver como me miran, lamentablemente no puedo ni dejar de bailar ni cortarme el cuello y todo esto porque lamentablemente mi papá enfermó, hace poco tuvo un accidente mientras estaba en la plaza, mamá y yo no podíamos pagarle a un médico así que Tano, nuestro líder se ofreció a ayudarnos con la condición de que me comprometa con su hijo mayor Dukker. Mamá no quería aceptar pero lo hicimos por el bien de nuestra familia.
De tanto pensar no me di cuenta cuando la canción había terminado hasta que el rey Amadeo se levantó y me dijo que me retirara, lo único que pude hacer fue una reverencia y salir rápidamente del salón rumbo al campamento para ver cómo estaban mis padres.
Al llegar escuché que alguien me llamó - Corayma ven aquí- era una voz grave, al girar me di cuenta que era nuestro líder me acerqué rápidamente a él para saber que es lo que quería — buenas tardes señor, dígame que se le ofrece- dije de forma educada
Cuando escuché eso me quise dar un golpe en la cabeza contra una mesa como pude ser tan olvidadiza, se supone que esto debía ser en la mañana, Dios mío mi mamá me va colgar, me va querer pasar con un carruaje por encima ida y vuelta.
Al parecer mi futuro suegro se dió cuenta de mi reacción que al verme se rió en mi cara diciéndome
Al oír eso me tranquilicé un poco y me disculpé antes de salir corriendo a mi casa para empezar con la preparación de las medidas para mi futuro.
Me puse a correr lo más rápido que pude por todo el campamento hasta que pude divisar a un grupo de señoras bien vestidas que se notaban que estaban más que listas para ir a comprar un simple vestido de novia y digo simple por el hecho de que yo no voy a poder escogerlo.
En nuestro pueblo es tradición que las suegras escojan nuestro vestido de novia, lo cual no me parece Justo y a parte tampoco quiero casarme.
Todo esto lo hago por mi familia, nada más.
Al llegar al lugar donde estaban todas esas señoras pude divisar a mi madre con su frondoso pelo rizado de color negro, sus ojos azules y su hermosa tez blanca.
Y no es porque sea mi mami pero he de admitir que es una mujer muy bella.
Ellas al verme llegar me tiraron una mirada que desde lejos se podía ver que no les gustaba mucho mi apariencia desaliñada y sudorosa.
-Corayma, llegas tarde. Otra vez- dijo una de las señoras que al verla bien pude reconocer que era la mamá de Dukker
La madre de Dukker , Jayah, al escuchar eso su semblante se puso muy serio y me tiro una mirada de desaprobación y antes de que pudiera decir algo más mi madre intervino diciendo
Jayah, no le hagas caso a esta niña, voy a hablar con ella. Porque mejor no van avanzando, ahorita Cora y yo las alcanzamos.
Cuando las señoras se fueron mi mamá giró hacia mi con una mirada de reproche. Al verla quise escapar pero antes de que pueda empezar a correr en dirección contraria a la suya, ella me agarro del brazo diciendo
A ningún lugar mami, solo quería verificar algo antes de hablar contigo- le dije sonriendo de forma inocente
No te hagas la graciosa conmigo Cora, como se te ocurre responderle así a tu suegra. No puedes decirle esas cosas.
Nosotras tenemos que estar agradecidas con ella por todo por lo que su familia ha hecho por nosotros- dijo ella con un tono algo preocupado e insistente
Mamá, no te preocupes por lo que pase con esa señora. Tú sabes muy bien que ella y yo no nos toleramos, pero tranquila no va pasar nada. Dukker me quiere mucho y sé que el no va dejar que su madre se interponga en esto- dije para calmarla.
Al parecer eso funcionó porque después de escuchar mi pequeña charla motivadora me dió una pequeña sonrisa y me abrazo antes de tomar mismo rumbo que tomaron la madre de Duk y sus amigas.