La lanza del sur

6.- El camino al sur

-¡Ha!, creía que irían al sur por la corriente del rio.

Se quejaba Nikou mientras recorríamos el desierto rumbo a Decertica, a lo que Kail le dijo

-Si vamos a ir de forma segura a los desiertos del sur primero debemos pasar por Decertica y de ahí nos dirigiremos a Min ´del

Jikú nos había conseguido los animales de carga para las mercancías entre las cuales estaba Nikou recostado intentando aguantar el calor del desierto, apenas habíamos dejado Alter ´mute el parecía estar entusiasmado por el viaje pero el resto del viaje el pobre elfo del agua tuvo que viajar a lomos del lagarto acorazado.

-Es increíble que nos pidieras venir con nosotros sin saber a dónde iríamos- replico Kail

-Tengo que escapar del líder del gremio comercial o seguramente me venderá como esclavo

-¿Sabes que tiene su residencia en Decertica y que gobierna  Alter ´mute desde allá?- le pregunte

-Que mejor forma de esconderse de un lagarto de tres cuernos que debajo de su nariz-

Jikú regreso de las primeras filas de  la caravana diciendo –tranquilos en dos o tres días si no hay distracciones llegaremos a la puerta oriental de la gran ciudad, dejen que yo me encargue del papeleo y la documentación mientras ustedes descansan y se preparan para ir a Min ´del

-Solo espero que en Decertica pueda tomar un buen baño frio, este sol hará pedazos mi piel.

Kail se acomodó el cabello entre la cinta y le dijo –piratas, tormentas de arena, basiliscos ¿y lo que te preocupa es el sol en tu piel?

Nikou lo señalo con el dedo medio –escucha Kail la piel de mi raza es muy especial así que no quiero que…- veloz como un rayo Nikou se levantó del lagarto acorazado para alcanzar a una centauro mujer que caminaba frente a nosotros entre dos lagartos de largo cuello -¿es acaso esto un espejismo? ¿Será que la marea negra quiere darme una jugada? ¿O es verdad que ante mis ojos se encuentra la flor más hermosa de estas arenas?

-Que rápido se recuperó- dije con los ojos entrecerrados

-De seguro es la puesta de sol, la noche fría debió sentarle a nuestro amigo semi-acuático- dijo Jikú con un tono sarcástico.

-No solo es un mujeriego- dijo Kail tranquilizando al lagarto acorazado que se había asustado con el salto de Nikou

Los días calurosos fueron avanzando y como el viento sobre la arena la caravana siguió su camino deteniéndose solo en las horas de mayor calor y en las heladas noches iluminadas por la hermosa luz de la llamada segunda luna.

Dicen muchos en Decertica que la primer luna fue destruida en la última batalla contra los cuarenta demonios y la ahora llamada segunda luna era un regalo de los Superiores en recompensa por la victoria de nuestro rey.

Pero ahí la vimos al acercarnos, al salir la luna a lo lejos pudimos ver a nuestra tan amada ciudad, iluminada por cientos de antorchas en las torres, hogares y mercados, avía empezado el festival del otoño y la ciudad se alzaba en la noche como una vela que iluminaba el desierto.

Las cuatro puertas de la primera muralla se cerraban por ley durante la noche, tendríamos que acampar fuera de la ciudad mientras escuchábamos tras los muros las hermosas canciones y celebraciones que del otro lado en el primer círculo se celebraban.

Nikou callo dormido al montar el campamento yo vele esa noche junto a la hoguera mientras Jikú y Kail seguían entrenando, a pesar de su distanciamiento del campamento pude escuchar los gritos de dolor de Kail.

Jikú le había atado los pies a los suyos y se habían colocado espalda con espalda, así Jikú le separo las piernas hasta tenerlas completamente abiertas y se recostaba en Kail mientras sostenía una vasija llena de vino.

-No te resistas- le dijo Jikú- deja que el mana fluya por tu cuerpo y veras como el dolor se desvanece.

-¿Cuánto tiempo me dejaras aquí?- le grito el torturado

-Mi vasija está llena y la noche es joven, aguanta, solo te soltare cuando termine mi vino-

Lo que Jikú no le dijo era que el mago había encantado aquella vasija y en ella había guardado todo el vino de una viña completa, Kail tuvo que aguantar el peso del albino con las piernas abiertas hasta que su pecho se recostó en la arena.

Fue entonces cuando Jikú decidió dejarlo en libertad.

-Algo esencial en estas enseñanzas es la elasticidad, estabas bastante tieso desde que venciste al megalodon así que decidí reponerte- Kail no podía levantarse del dolor que el mago le había causado –venga, tu naturaleza es el fuego deberías poder ponerte de pie en poco tiempo si dominas bien tu mana.



#1310 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, aventura, amor

Editado: 29.09.2019

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