La ley de Amara

Capítulo 2.

LIAM COOPER.

 

Christian, pasa el brazo por mis hombros en cuanto me ve subir por las escaleras. Él es el idiota pelirrojo de mi mejor amigo.

 

— A veces tienes cara de culo y otras veces una sonrisa deslumbradora ¡Ya sé! Te han contado ya que eres el capitán del equipo de baloncesto.

 

— ¿Qué? —Pregunto boquiabierto— No es cierto ¿Lo es?

 

— ¿En qué mundo vives? Todo el día pegado a escritorio de tu cuarto y no lees los correos electrónicos. —Dice en un tono bastante gracioso mientras pone los ojos en blanco.— A veces pienso que tienes la cabeza en Júpiter colega.

 

Lo empujo. Así es él, tan incordio que inevitablemente tengo que ser su amigo, no sabría que hacer sin sus ocurrencias. Por lo menos me hace reír.

 

— Son las ocho de la mañana, tengo la cabeza en la cama, aún sigue durmiendo.

 

— El 99,9% de los adolescentes se sintieron identificados. —Reímos.

 

— Cállate ya. —Dejo las cosas en mi taquilla antes de entrar a clase.

 

— ¡Por dios Amara deja de correr! —Escucho gritar a su prima.

 

Amara tropieza y cae de boca contra el suelo.

 

— ¡Y se mató! —Grita Aitana.— Te dije que no corrieras.

 

— ¡Ayúdame idiota!

 

Alarga la mano pero no es ella quien la ayuda a levantarse, si no yo. Creo que nunca seré capaz de ser tan sutil como ella. Queda con la boca abierta cuando la levanto y obligada por su prima me suelta la mano con la que la he levantado.

 

— ¿Te encuentras bien? —Pregunto.

 

— Si. —Responde fría— Gracias.

 

— Amara esto está mal —Le susurra su prima.

 

— Ya sé, cállate. —Me hace reír.

 

— Eres mi vecina ¿No? —Arruga la frente y seguidamente levanta el labio. Casi con una expresión de asco total.

 

— Me acordaría.

 

Su prima estira de ella y se la lleva arrastras. Christian me mira a mi, la mira a ella y me da un codazo.

 

— Puede que tengas lagunas mentales pero os conocéis desde hace tres años. —Le doy un codazo devolviéndole el que acaba de darme.

 

— ¿Cómo puedes ser tan bocazas? Menos mal que su prima no te ha escuchado.

 

— Ah, ya sé, sois amigos a escondidas.

 

— ¿Y tú eres mi mejor amigo? Esa chica es mi mejor amiga casi desde que nos conocimos y hasta ahora lo notas. —Pongo los ojos en blanco— Soy buen actor, pero tú definitivamente eres tonto.

 

Soy perseguido y acribillado a preguntas hasta que entramos en clase de matemáticas. Amara esta justo delante de mi, recogiéndose el pelo que porque le molesta y mordiendo el bolígrafo. Parece que no soy el único que no ha estudiado nada para el examen de hoy. Christian se sienta justo detrás de ella sacando mi lado creativo.

 

AMARA CORTÉS.

 

El profesor reparte los exámenes. Me siento observada así que giro la cabeza discretamente y me doy cuenta de que me está observando con una sonrisa llena de picardía

 

¿Por qué me miras así Liam? ¡Deja de mirarme así!

 

Vuelvo la mirada al examen y cojo aire.

 

Olvídate de él Amara, no es el momento. Me repito a mi misma hasta que por fin consigo contener la concentración.

Pasan los minutos, todo esta en silencio y ya no siento que me esté mirando, pero ahora soy yo la que muere de ganas de mirarlo a él.

 

— Oye. —Su amigo me toca con el bolígrafo para llamar mi atención. Levanto la cabeza. — Vale no puedes mirarme por lo que veo.

 

Toso. No creo que lo tome como respuesta pero por lo menos lo intento.

 

— Por debajo de la mesa. Tengo algo para ti. —Susurra con voz de vendedor de droga.

 

Aunque no sé cómo es la vida de un vendedor de droga (¡Amara céntrate!). Bajo la mano hasta tocar la suya y recibo algo. Me aseguro de que mi prima no esté notando nada y desenvuelvo el papelito.

 

MENSAJE:

 

Esto es como un WhatsApp a escondidas. **inserta risa de foca** ¿Cuándo podré tener un rato a mi mejor amiga? Ya hace una semana desde la última vez que nos vimos más de dos minutos.

 

Pongo la mano en mi boca para tapar mi sonrisa y muerdo mi labio.

 

RESPUESTA:

 

Me gusta la risa de foca. Pero no voy a desconcentrarme por ella ¡Stop!

No sé cuándo podremos vernos, ya sabes que es complicado conseguir un momento a solas.. ¿Qué te parece si hoy busco el momento y te lo escribo en nuestro código secreto?

~~

Sigo escribiendo. Esta vez no recibo el papelito por su amigo, la impaciencia de Liam le gana y termina lanzándomelo. Lo miro agresivamente y cojo el papel.

 

MENSAJE:

 

¡Trato hecho! Espero una respuesta hoy a las seis.

 

Posdata: Hueles bien hoy.

 

Mierda, no quiero decir que otros días huelas mal **inserta mi cara de asustado**

 

No puedo aguantar la risa, por lo que acabo alarmando al profesor.

 

— Amara ¿El examen le está contando algún chiste? —Pregunta.— Si es así, cuéntenos.

 

Escucho la risa de Liam de fondo.

 

— No.. yo.. me he acordado de algo que pasó antes en los pasillos. Perdón, no volverá a pasar.

 

— Eso espero. —Se apoya en la mesa para vernos mejor— porque ahora no voy a permitir que ningún chiste la haga reír de nuevo.

 

Guardo el papelito en mi bolsillo y sigo con el examen. No puedo creer que haya estado apunto de ser descubierta por culpa del idiota de Liam ¿Es qué no se da cuenta qué puedo meterme en problemas?

Rio para mis adentros.

¡Lo detesto!

~~~

 

3:30 pm.

 

— Papá ha preparado una cena para hoy. —Me dice Aitana— Quiere arreglar la situación contigo y al mismo tiempo celebrar el nacimiento de nuestro primo.



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En el texto hay: romance, drama, ley gitana

Editado: 15.06.2023

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