La ley de Amara

Capítulo 7.

AMARA CORTÉS.

 

¿Cómo admitir algo qué temes qué el mundo sepa? Es difícil para mi confesar a otra persona que no sea yo misma mis sentimientos por Liam.

 

— No estamos en situaciones iguales prima.. Liam solamente es mi mejor amigo y es cierto que nada me dolería más que perderlo porque es el único apoyo que tengo.

 

— Entiendo perfectamente lo que quieres hacer y no voy a insistir. Si tú aseguras que solamente quieres a ese chico como amigo, entonces te creeré. —Su voz es dulce y tranquilizadora. No parece alguien que acaba de perder a su novio.

 

— Gracias —Mi voz es baja— pero he venido solamente a saber cómo estás. Me preocupas ¿Sabes? Ayer el abuelo te golpeó brutalmente, te gritó y humilló delante de nuestros familiares durante la cena.. por eso yo no bajé a cenar, no quería verlo.

 

Mueve la cabeza.

 

— Sé porqué no querías verlo y es mejor que no lo veas porque te dejará pensativa. —Sus indirectas son clarísimas, se está refiriendo a mi relación con Liam. Lo hace desde hace rato.

 

— ¿Por qué no nos permiten querer a quienes queramos? —Pregunto— Ya sé que mi padre lo desafió al enamorarse de mi madre y que causó una gran pelea entre familias ¡Pero no habría pasado si no se hubieran metido en medio! Estoy segura que si las relaciones se aceptan como se aceptaría cualquier otra, no tendrían que pasar las cosas que pasan.

 

— Alguien más hizo enfurecer al abuelo antes que tu padre. —Confiesa sembrándome la gran duda— No sé toda la historia pero según he oído hablar a mi madre, desde aquello el abuelo se volvió mucho más estricto y juró que no permitiría que algo parecido sucediera.

 

— ¿Quién más se enamoró de un imposible?

 

— Es mejor que no lo intentemos descubrir, deduzco que a nuestro abuelo no le gustaría recordarlo.

 

Se pone en pie haciendo notar el dolor que tiene en todo el cuerpo. Puedo llegar a ver hasta verdugones en su espalda.

 

— Cora.. —Susurro preocupada.

 

— Hazme caso Amara y no dejes que él te condicione como ha hecho con la mayoría de mujeres en nuestra familia.

 

— ¿Y qué tengo qué hacer? ¿Rebelarme? Lo pagaría con mi madre.

 

— Haz todo como lo has estado haciendo hasta ahora y no te confíes como yo.

 

Llaman a la puerta interrumpiéndonos. Mi tía entra en la habitación y nos mira como si estuviera enfadada con ambas.

 

— Amara, mi hija no puede recibir visitas.

 

— ¿Por qué? Que yo sepa no tengo que pedir un vis a vis para poder verla ¿O si? ¿Tendré qué entregar mi carnet? —Pregunto. Agarra mi brazo y de una manera bastante grosera me saca de la habitación.

 

— No quiero que cuchichees con ella porque si alguien puede ayudarla en esta casa y es capaz de hacerlo eres tú ¡Aléjate de mi hija hasta qué todo se calme! ¿Me oyes?

 

— ¡No le levantes la voz a mi hija! —Exclama mamá a mi espalda. — He consentido muchas cosas pero no consentiré nunca que le grites a Amara porque te juro que me conocerás.

 

Mi tía la mira como si quisiera estrangularla y entra en la habitación de Cora.

 

— Arpía. —Protesta mamá.

 

— Me has sorprendido. —Rio.

 

— Me tiene cansada. —Pone las manos en mi rostro— ¿No comes con nosotros?

 

— Mamá.. necesito que me ayudes con algo.

 

Confusa me persigue hasta mi habitación.

Si, estoy dispuesta a hablarle sobre lo que quiero hacer hoy con Liam, no puedo mentirle.

 

LIAM COOPER.

 

Al fin la veo entrar en su habitación, aunque me sorprende cuando lo hace con su madre. Trato de no saludarla pero mis ojos gritan. Ella me hace gestos con la mano disimuladamente para que me esconda antes de que ella me vea.

 

Las miro mientras me escondo apoyado en la pared.

 

— ¿Se puede saber qué haces? ¿Quieres verla mientras se cambia? —Sofía consigue que me lleve un susto de muerte.

 

— Sofía joder, casi me quedo sin corazón.

 

Echa la cortina, encoge los hombros y ríe.

 

— Ya está, no tienes que seguir escondiéndote.

 

— ¿Se puede saber por qué tienes tanto interés en mi vida personal últimamente? 

 

— Pues porque estoy viendo que no avanzas hermano. Sé que estás enamorado de esa chica pero también veo cómo rechazas a todas las que se te acercan ¿No crees qué estás exagerando? ¿Y si resulta qué no siente lo mismo por ti?

 

— Pues seguiré con mi vida ¿O se va a terminar por un rechazo amoroso? ¡No seas tonta!

 

— Lydia me ha preguntado muchas cosas sobre ti, entre ellas tu comida favorita.

 

— Ah, guay.

 

— ¿Solo guay?

 

— Sofía ¡Lydia no me gusta! —Estoy bastante cansado de esto. Quiero que ella al fin note que no me importa.

 

— Vale, vale —Levanta las manos— pero no puedes morir de amor así sin más.

 

— ¿Quieres qué te eche de mi habitación?

 

Niega con la cabeza.

 

— Pensaba que ya habíais dejado de ser amigos.

 

— Hemos hablado.

 

— Y quedado.

 

Empaña el cristal con su aliento y ríe.

 

— Que romántico eres hermano. —Pongo los ojos en blanco.

 

— ¡Voy a matarte!

 

— ¡Ya me voy!

 

Sale corriendo para huir de mi y pongo los ojos en blanco. Vuelvo a la ventana, ella por fin está sola y parece escribir algo en la ventana.

 

"A las diez"

 

Asiento con la cabeza. Nos miramos y ambos sonreímos

 

¿Y si me estoy equivocando? ¿Siente lo qué yo siento por ella?

 

Esta incertidumbre acabará conmigo. Ahora que al fin he entendido mis sentimientos, no tengo ni puta idea de lo que voy a hacer con ellos.



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En el texto hay: romance, drama, ley gitana

Editado: 15.06.2023

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