La Ley de Benjamín

Gritos, albóndigas y salvadas

Mariel's POV:

¡No podía creerlo! Esa chica llegaba y ya estaba abrazando al chico que me gustaba, ¡No entendía qué pasaba! ¿Acaso sentía celos? Nunca los había tenido...

Algo dentro de mí se rompió al ver al único chico que me robó el corazón abrazando melosamente a esa chica. Me sentía súper mal. No pude aguantar seguir viendo ni un segundo más y solo salí corriendo a desahogarme al baño, jamás había llorado por un chico... Entonces así se sentía...

Sólo escuchaba a las chicas tratando de alcanzarme y dándome voces para que parara, talves Harper se cayó corriendo, pero no les hice caso, seguí corriendo. Entré bruscamente al baño casi rompiendo la puerta. Me miré en el espejo y me vi los ojos como nunca me los había visto (solo una vez que me dio conjuntivitis), estaban rojos y un poco inchados. Me eché agua antes de que las chicas me vieran, y en ese momento entraron.

—¡MARIEL!— Gritó Rouse y se acercó veloz a abrazarme.

—Mariel, tranquila...— Fue lo único que pudo decir Lía.

—Em, la verdad no sé que decirte, perdón, nunca había pasado por un momento así, y soy pésima consolando...— Dijo Harp y llegó a abrazarme. Estábamos las 4 en un abrazo, y se sentía bien, ya me estaba recuperando.

—Perdón chicas, no sé que me pasó— Dije aguantando unas cuantas lágrimas que amenazaban con salir, pestañeé para alejarlas.

—No te preocupes Mari, ni siquiera sabes qué estaba pasando, talves estás así por nada...— Trató de calmarme Rouse.

—Estoy con Rouse, mejor primero averigüemos todo, además no quiero que un patán esté con mi hermanita— Se apresuró a decir Lía quitándome las lágrimas que me bajaban por la mejilla.

—Si un patán, hay que... ¿Golpearlo?...— Dijo Harp toda confundida, en serio no sabía ayudar, pero aún así la quería.

—Tienen razón, excepto tú Harper... Debo olvidarme de esto y solo hablar con él, aclarar las cosas. Después de todo no somos nada...— Dicho esto me sentí de nuevo triste, solo llevábamos 2 meses conociéndonos y ya estaba, lo admito, súper loca por él. Es que era tan buena gente y lindo y gracioso... En serio que me dolió verlo con Kaireth...

—Bien dicho amiga, vamos a solucionar esto, sécate las lágrimas y salgamos de aquí— Dijo Rouse aún abrazándome.

—Ok— Le respondí... En ese mismo momento, entró Kaireth al baño, toda distraída. No pude evitar odiarla al instante, la miré con odio y no pude reprimir bien las ganas de gritarle... Se me salió todo.

—SALTE DE AQUÍ PENDEJA, LAS CHIQUILLAS COMO TÚ NO DEBERÍAN ESTAR POR AHÍ RODANDO...— Lía me agarró por el brazo mientras Harp me decía por lo bajo "Cálmate". Pues no lo hice. —QUIÉN TE CREES QUE ERES, PARA VENIR AQUÍ Y SOLO JODERME LA VIDA, ¿SABES QUE? NO TE DEJARÉ HACERLO...— La iba a golpear, pero Rouse se puso en el medio agarrando mi mano.

—¡Mariel tranquilízate!— Me gritó mientras bajaba mi brazo. Solo noté cómo la tal Kaireth me veía con miedo y salía corriendo del baño.

—¿¡Estás loca!? ¿¡En qué quedamos?! ¡Se supone que lo ibas a dejar pasar e ibas a hablar con Kendall!— Lía me soltó el brazo.

—Lo siento, no me pude controlar— Dije medio sonriendo de lado.

—Wow. Eso. Ha. Sido. Genial.— Decía Harp mirándome aún asombrada. —Es lo más cerca que he estado en una pelea escolar, ¿ésto es normal en las escuelas? Quiero ver más— Y eso que creían que yo era la loca del grupo.

—Primero, no fue genial, ésta loca casi se suelta. Segundo, a veces, pero no debería de ser normal en una escuela...— Dijo Rouse terminando de soltar mi mano y fulminándome con los ojos.

—Ya, ok ok, estoy bien, ya vayámonos— Dije apurándome a salir. Salimos y nos fuimos a la cafetería. La chica no se veía por ningún lado, tampoco Kendall, talvez se había ido a llorar hacia él para que la consolara... Nos fuimos a sentar a nuestra mesa, en donde estaban Asly y Ann hablando.

—Chicas, ¿En donde se habían metido?— Nos preguntó Ann cuando nos sentamos.

—Perdón tuvimos algunos contratiempos— Dijo Lía indicándoles con la mirada que no queríamos hablar de eso en el momento.

—Está bien, podemos reunirnos después de clases si quieren, puede ser en el parque.— Comentó Asly con sonrisa simpática. Nunca había hablado tanto con ellas antes, eran muy buenas personas y súper divertidas.

—Si, suena perfecto— Dijo Harp llenándose la boca con espagueti. Por estar haciendo esto, se atragantó con una de las mini albóndigas, no podía respirar y su cara se puso morada. No sabíamos que hacer.

—¡Harper!— Logró gritar Rouse, a lo que todo el mundo alrededor volteó a ver. Todos se veían sorprendidos y aterrados, nadie hacía nada, estábamos paralizados... Hasta que alguien tomó valor y se acercó lo más rápido que pudo a Harper, y empezó a presionarle la barriga con las manos haciendo la tal maniobra que no me sabía el nombre, una y otra vez. Luego de un corto tiempo la mini albóndiga salió volando y por suerte no le cayó a nadie. Por fin Harper pudo respirar y toser un par de veces, mientras la mayoría de las personas le aplaudían al héroe. Ella se volteó a ver al famoso salvavidas... Talves se había vuelto a atorar de la sorpresa. Abrió los ojos a más no poder, parecían a punto de salirse. Si no fuera por el susto me hubiera reído como loca. ¡La cara que puso fue legendaria!

PORQUE EL CHICO QUE LA HABÍA SALVADO ERA...




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