La Ley de Benjamín

Disculpas e invitaciones

Martes 6 de octubre:

Otro día común y corriente en mi vida, súper normal... Ya saben, creo que no tendría que explicarles... Ya van muchas veces, mejor se lo imaginan...

Me levanté con la canción "Best Song Ever" y pesadamente hice todo lo diario. Al llegar al cole, noté que Mariel aún no llegaba. Ya en el aula, solo veía a Rouse y Lía hablando.

—Hola chicas, ¿Y Mariel?— Les pregunté y ellas voltearon.

—Hey, hola Harper, no ha llegado, la llamé 3 veces y no me ha respondido. Ayer me dormí a las 11 esperando el mensaje de "Ya llegué a casa, estoy bien" pero nunca llegó— Dijo Rouse un poco preocupada.

—Ella debe de estar bien, tal vez solo llegó tarde, o se levantó tarde, nadie sabe, solo queda esperar...— Decía Lía al momento en el que Mariel atravesaba la puerta del aula.

—¡MARIEL! Que susto me diste, no me vuelvas a hacer eso. No me llamaste, no me escribiste, me acosté tarde por tu culpa, ¡Mira estas ojeras! ¡Sabes que con mi sueño no se juega!— Gritó Rouse al verla. Mariel tenía una sonrisa que le ocupaba toda la cara, parecía como si se hubiese quedado pasmada en esa posición. Estaba feliz, sin duda.

—Perdón Rouse, es que estaba tan feliz y cansada que me dormí.— Dijo Mariel sin quitar la sonrisa, lo cual hacía que hablara raro.

—¿¡Y?! ¡Que pasoooo, como te fueeee!— Le preguntó Lía abrazándola.

—¿A dónde fueron, qué hicieron?— Pregunté curiosa por saber.

—Ok ok, déjenme llegar— Dijo Mariel riendo y sentándose, luego comenzó a explicar. —Primero... Fuimos al cine a ver una película, vimos La Bella y La Bestia, lo sé lo sé, una película vieja y aburrida, pero ¡Me encanta! No sé como lo supo— Nos miró a todas.

—Bueno, a ninguna nos preguntó... Tal vez es adivino— Dije abriendo los ojos y tapándome la boca. Todas estallamos en risas.

—Fue muy lindo. Mientras la película pasaba, yo cantaba todas las canciones, y él solo me miraba asombrado. Creo que le gustó mi voz— Dijo Mariel sonrojándose.

—¡Pero claro nena! ¿A quién no le gustaría? Cantas hermoso— Comentó Lía haciendo su famosa pose de mega-diva.

—¡Es verdad! Me encanta escucharte cantar— Dijo Rouse.

—Lo mismo x3— Dije.

—Después de la película, yo creía que ya eso era la cita, pero Ken me llevó luego ¡A un parque de diversiones!— Continuó Mariel.

—¡OMG!— Gritó Rouse. Dio un golpe algo fuerte a la mesa, y todos los que estaban presentes en el salón voltearon. Talves últimamente estábamos llamando mucho la atención. —Perdón— Susurró.

—¡Qué bello! Y ¿qué hicieron allá?— Preguntó Lía.

—¡Nos subimos en todos los juegos! El que más me gustó fue uno que se mueve de manera pendular, y la punta gira, no sé como se llama...—

—El martillo, he ido a muchos parques— Dijo Rouse encogiendo los hombros.

—Yo a ninguno— Dije asintiendo.

—Aww, no te preocupes, algún día haremos un viaje para allá.— Me dijo Lía. Y yo sonreí maniáticamente. —Continúa Mariel.—

—Oki, después de los juegos, nos la pasamos agarrados de mano, y ahí pensé que era el final... ¡Pero no!—

—WOW, pero Kendall tiene mucho dinero HAHAHA— Dijo Lía y nos reímos.

—Puede ser— Dijo Rouse con cara pensativa.

—Ay ya chicas, déjenme terminar— Decía Mariel riéndose y fingiendo estar molesta. —Después de los juegos... ¡Fuimos a un restaurante!— Dijo toda emocionada evitando gritar.

—¡Wow! Eso sí que fue una cita— Dije asombrada.

—Acabo me morir de ternura— Dijo Lía agarrándose el pecho.

—Estoy tan orgullosa de ti— Dijo Rouse literalmente con los ojos húmedos.

—No exageren— Dijo Mariel riendo. —Después nos besamos— Dijo más bajo y tapándose los ojos. Aww que lindo era verla toda sonrojada. Todas soltamos un gritito al mismo tiempo.

—¡Esto hay que celebrarlo! Pero primero hay que contarles a las chicas— Nos dijo Lía.

—Está bien, pero escuchen, Ken y yo hablamos de algo, de lo que pasó con Kaireth, y creo que debo disculparme con ella— Dijo Mariel poniendo cara rara.

—Tranquila, vamos contigo, pero, ¿Al final la dejaremos estar en el grupo?— Pregunté.

—Supongo que sí, es nueva, al igual que tú al principio, hay que darle un espacio.— Me respondió Mariel.

—Perfecto entonces, la buscaremos en el receso.— Comentó Rouse.

****

Nos encontramos a Kaireth sentada en una mesa lejos de todos. Sinceramente me dio penita, y fuimos hasta ella.

—No quiero que vengan aquí a gritarme— Dijo Kaireth mirando a otro lado y con ese inconfundible acento canadiense.

—No venimos a eso, y, mhm, sobre lo que pasó ayer... Perdón, es que malinterpreté todo y me enojé contigo sin razón.— Se disculpó Mariel.

—¿En serio? Está bien, creía que había hecho algo mal— Dijo avergonzada Kaireth.

—No no no, no hiciste nada, tranquila, solo vine a disculparme— Sonrió Mariel.

—Entonces ¿Qué fue lo que malinterpretaste?— Preguntó Kaireth poniéndole más atención.

—Es que... Me gusta Kendall, mucho, y ayer los vi abrazándose, y no sabía que eran hermanos, bueno, hermanastros, y creía que me lo querías robar y pensé que nunca me haría caso de nuevo, y me molesté mucho contigo, y ahí fue entonces cuando corrí al baño y entraste y te grité, y saliste, y después Kendall me buscó y me lo explicó, y además me dijo que me quería y me invitó a una cita y me besó y al final fue el mejor día de mi vida...— ¿Me creerían si les dijera que todo eso lo dijo con un solo aliento? Hasta yo quedé impactada.

—Wow, está bien, respira... ¿Entonces estamos bien?— Dijo Kaireth extendiéndole la mano a Mariel.

—Si bien— Dijo ésta sonriendo y dándole la mano. —Al final serás mi cuñada jaja.—

—¡Si!— Dijo y nos reímos.

—Ahora que todo está bien... Kaireth, ¿Quieres pasar más tiempo con nosotras y unirte a nuestro grupo?— Preguntó Rouse.

—¡Claro! Me encantaría, pero, ¿Cuáles son sus nombres?— Nos preguntó con vergüenza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.