A la mañana siguiente se vio todo normal, nada de nada, lo cual me hizo preocuparme demasiado. Ya saben: si aún no pasa nada, algo grande pasará. Pero que va, no podía contar con eso, mi maldición era azarosa.
Todas nos levantamos con el hermoso sonido de la hermosa alarma de la hermosa Kay que decía "Levántense engendros, muevan esos traseros y despierteeeeeen..." Y después de 10 minutos corridos escuchando ese discurso, ya la mitad se había arreglado. Bajamos a desayunar cuando todas ya estábamos listas.
—Buenos días ma— Saludé a mi madre, quien estaba preparando el desayuno.
—Buenos días Isabel— Saludó vivaz Ann y luego las demás.
—Buenos días chicas, ¿Cómo durmieron?—
—Todo bien—
—¡El piso de Harper es comodísimo!— Casi gritó Ann.
—Que bueno que les haya gustado— Contestó mi mamá.
—¿Ya todo está listo?— Preguntó bostezando Rouse.
—Debes verlo por tí mismaaaa— Dije acercándome al refrigerador y abriendo la nevera.
—AAAAAAAAAH— Gritaron todas al ver la comida cayendo y rodando por todas partes de la cocina.
—Noooooooo— Grité.
—La comidaaaaa— Lloriqueó Mariel.
—Se arruinó todooo— Le seguía Lía.
—Tranquila chicas, se pueden salvar algunas cosas, como las frutas, lo demás podemos comprarlo ahora mismo, vamos arréglense, haremos esto rápido— Tomó la iniciativa mi madre, esquivando por completo el tema de mi mala suerte, y eso hicimos, salimos rápido a comprar lo que se había dañado y por fin por fin por fin llegamos a nuestro lugar en el Festival.
—Wow el Festival de Comida es genial— Dije sorprendida.
—SIIII MIRA ESA COMIDA GIGANTE— Gritó Ann.
—Ann, ¿No habías venido el año pasado?— Le preguntó Lía.
—Emm... Si... PERO ME EMOCIONA— Siguió gritando.
—Harper Harper Harper MIRA es el perro endemoniado que te siguió al cole— Señaló Kaireth. Todas miramos asustadas al perro que pasaba tranquilo por la calzada y nos miraba. —Quiere revancha— Susurró causándonos escalofríos.
—Okey eso fue raro, saquemos todo y organicemos la mesa— Dijo Asly.
—¡Yo saco la comida rosa!— Chillaba Mariel acercándose a las bolsas, y todas organizamos nuestras partes. La mía eran los alimentos amarillos, como el banano, o la piña, también manzanas amarillas y demás cosas que nunca había visto en mi vida.
—Recuerden, todo a 75 dólares— Dijo Rouse.
—Y no es robo porque ES UN FESTIVAAAAAL— Culminó Asly.
—Peeeerfecto— Dijo Kay con su acento canadiense.
—Entonces ¿Me podrían explicar cómo es todo? Saben que es mi primera vez— Reí nerviosa.
—¡Claro! Mira, nosotras nos quedamos aquí a vender todo esto, porque las personas dejan de comprar comida por toda esta semana solo para comprarla aquí en el festival— Empezó contándome Mariel.
—Es estúpido en verdad, porque en el supermercado es más barata... Pero ¿Quién entiende a las personas de California?— Se encogió de hombros Ann.
—También está el desfile que es a las 4 de la tarde— Recordó Rouse.
—El desfile es lo más genial, hay globos gigantes de comida, personas disfrazadas de comida y una banda tocando con instrumentos que parece comida— Dijo saltando y aplaudiendo Asly.
—Wow aquí se toman muy enserio la comida— Comentó Kay que también era su primera vez.
—Es verdad, aquí todo el mundo está loco— Se rió Lía ya que ella no era originaria de allí.
—Bueno, ¡Este día será genial! Ya no puedo esperar a ver todo lo que dicen— Dije súper emocionada.
—Tranquila Harp, no vayas a explotar— Dijo Lía y todas reímos. Comenzó el Festival y toda la gente se veía amontonada comprando como si fuera un Black Friday. Algunos corriendo y tropezando, otros casi volando por encima de otros, y algunos normales miraban a todos lados buscando qué comprar. Para que nuestro stand fuera visible, le pusimos muchos letreros de colores neón, y en grande "El Mercadito Arcoiris" Un ingenioso nombre ya que vendíamos comida de todos los colores del Arcoiris.
Lia morado, Rouse azul, Ann verde, yo amarillo, Kay naranja, Asly rojo y Mariel rosado.
—¿Aquí venden ropa?— Preguntó una mujer que se acercó.
—Em... No señora, solo comida...— Dijo Lía confundida.
—Pero deben vender ropa, ¿No venden ropa?— Continuó la señora.
—Eh, que no, ¿Usted ve alguna ropa?— Pregunté igual que Lía.
—No, pero se que la ocultan, así que déjeme ver la ropa que venden— Insistió la Mujer.
—PERO VERGAS MUJER, ES UN FESTIVAL DE COMIDA, DE COMIDAAAAAA— Se desesperó Ann y la señora, sin expresión alguna, se alejó rápidamente.
—Eso fue súper extraño— Pensó en voz alta Kay, que jugaba con unas naranjas.
—Si...— Después de un rato, pasó un loco, literal un loco, un hombre hablando solo y mal arreglado, hediondo y se acercó a hablarnos. No entendíamos nada de lo que el hombre balbuceaba, pero Asly cogió una manzana y la tiró lejos, el hombre la vio y se mandó corriendo tras ella. Como, así nada más.
—¿Qué hora es?— Pregunté momentos después.
—Son las 3 y media, ya casi debemos cerrar si queremos ver el desfile— Miró su celular Rouse.
—¡Ya llevamos más de la mitad vendida!— Observó Kay.
—Si, ya a Ann casi no le queda nada— Señaló Lía.
—Anuma, pos que esperabas we, el verde es el nuevo negro— Dijo poniéndose lentes de sol, ¿De dónde los había sacado?. —Una niña me compró un kiwi, no tenia dinero y me dio estos lentes— Respondió asintiendo al ver que la mirábamos raro.
—Ah, con razón, ya pensaba que los habías robado— Dijo Mariel riendo.
—En 5 minutos recogemos, ya quiero ver el festival— Dije más que emocionada. En esos 5 minutos pasó una familia bien extensa de algunos 7 hijos con sus padres, y mágicamente se compraron casi todo lo que quedaba.
—Ok eso fue rápido... AHORA AL CIERRE DEL FESTIVAL— Dijo Ann.
—Lo que sobró me lo voy a llevar a la casa, ustedes vayan y consigan buenos espacios para el cierre, ya lo he visto varias veces, no me importaría perdérmelo.— Dijo mi madre recogiendo los frutos que quedaban.