La Ley Del Lobo

Capítulo 19

Hampshire, Inglaterra


 


 


 

—¡Oh Por Dios! ¡Hampshire!—exclamó Victoria.

Charlie corrió la cortina del carruaje y sonrió. Su tierra natal, se sentía como en casa y el corazón le latió de prisa. Habían viajado los tres al fin al cabo, ella tenía dinero ahorrado así que no le vendría mal pasear un poco. Jhonathan había pagado el pasaje de ida y ellas prometieron pagar el de venida. Afortunadamente los únicos en el coche de pistas eran los tres, así que viajaron cómodamente. Su amigo había hablado con el cochero para que esté los dejara en frente de Westhampton Terrace.

—Dios mío ¿Alguna vez fuiste a esa casa John?—quiso saber Victoria

Él negó con la cabeza—Mi padre nunca nos llevó, no le gustaba. Supongo que se avergonzaba de nosotros

—Eso no es cierto y lo sabes——le dijo Charlie

—Claro que es cierto y siempre he pensado que él quiere más a esos estúpidos aristócratas que a sus propios hijos

—Jhonathan—comenzó a decir Charlie—Marco ha servido tres generaciones de la familia: Lord Frederick, Lord Ian y Lord Wolfram; allí es más que un mayordomo, créeme. Es injusto que pienses eso de él

—Entiendo tu postura al defenderlos, pero jamás sentirás lo que yo sentí

—Bueno, no nos pongamos a discutir—los interrumpió Victoria—Estamos aquí por dos razones: Para rescatar a Samantha y a Tyler

—Lo último que dijiste no tiene sentido—agregó Charlie

—Como sea, la cuestión es que vinimos a divertirnos

—Si es que no nos echan a patadas de esa casa—añadió Jhonathan—Ya a ti te echaron una ves ¿No Charlie?

—A patadas no, pero si me echaron idiota. Avísame si vas a amargarme el viaje, no estoy de humor para tus comentarios

Victoria lo miró—Basta ya, Jhonatan. Estas siendo de lo más molesto

—Está bien, lo siento

El coche se detuvo y el cochero abrió la puerta.

—Westhampton Terrace—anunció y los tres bajaron.

Charlie sonrió. No había cambiado absolutamente nada, conservaba sus tres pisos y sus grandes ventanales; el jardín se veía más pintoresco y se respiraba un aire tranquilo.

—¡Fantástica!—exclamó Victoria—No puedo creer que hayas vivido aquí

—Bueno Charlie—le dijo Jhonatan—tú nos guiarás

—Debemos entrar por la puerta del servicio, así que debemos caminar una manzana más

—Es inmensa—comentó Victoria

—Se extiende hasta esa montaña—les señalo y ambos asintieron asombrados.

Ella recordaba cuando salía a montar antes del alba con Wolf y ambos veían el sol salir. Era el más hermoso paisaje; a veces no permitía que recuerdos como esos invadieran su mente, ya que le creaba un nudo en la garganta.

—Vamos, por aquí—los guió y ellos la siguieron.

Varias veces de niños se habían escabullido por la puerta del servicio, Wolf, Mar y ella; el pobre Uriel que a pesar que tenía su edad, Charlie era mucho más alta y lo trataban de tonto. Constantemente le decían que él era “Amarillo” por ser rubio y este se colocaba a llorar.

Estos llegaron a la puerta del servicio y Charlie decidió tocarla. A continuación, les abrió una joven, que Ella pensó que era una criada.

—¿Que se le ofrecen?

—Buenos días—la saludó su amigo—Soy Jhonatan Pearson, el hijo de Marco ¿Se encuentra mi padre?

—Oh por Dios, claro que si—le dijo esta—Por favor pasen, lo llamaré de inmediato.

—Principiante—le dijo Charlie—Eres nueva ¿Cierto?

Ella la miró confundida.

—¿Cómo sabes que él es el hijo de Marco? ¿Y si somos ladrones? Lo ideal es que nos dejes esperando afuera y nos anuncias

Ella la miró con arrepentimiento.

—Tienes usted razón, por favor esperen aquí

La chica cerró la puerta y Charlie los miró con una sonrisa.

—¿Por qué demonios hiciste eso?—le amonestó Jhonatan—¿Y si mi padre no nos deja pasar?

—Claro que lo hará

Dentro de unos minutos la puerta se abrió con un Marco muy sorprendido.

—Pero ¿Qué hacen aquí?—les preguntó

—No te preocupes, no vinimos a hacerle una visita a tu hijo el duque—le respondió Jhonantan—Yo vine porque necesito hablar con Samantha ¿Podrías llamarla?

—Marco nos quedaremos en la cocina, créeme que no vinimos a causar problemas—le dijo Charlie—Y de paso ¿Podrías llamar a Tyler, por favor?

Este se puso lívido—Tyler no está aquí en Hampshire, se fue con su excelencia a Londres

—Oh—susurró ella mientras entraba. Aquel vestíbulo era una sala pequeña que tenía dos sillones y una chimenea, y comunicaba con la gran cocina.

Marco cerró la puerta y miró a su hijo.

—¿Para qué quieres ver a Samantha?

—Eso no te incumbe

—Debe ser algo importante si recorriste el largo camino de Westoxfordshire hasta aquí

Su hijo lo miró—He venido para desposarla

Charlie se dijo que era la primera vez que veía a Marco quedarse sin habla.

—¿Te ha vuelto loco? ¡Es mercancía de segunda!

—Como tú no eres el que vas a casarte con ella, no veo por qué debe importarte—le amonestó—¿Vas a ir a buscarla o debo hacerlo yo? Ya que tu hijo el duque, no está

El mayordomo negó con la cabeza.

—El día que aprendas a manejar tus emociones estúpidas, solo ese día te habrás convertido en un hombre—y al decir esto se fue.

Los tres quedaron en silencio y ella vio como una vena en la frente de Jhonathan amenazaba con reventar.

—Será mejor que te sientes—le aconsejó Victoria y así lo hizo.

—¿Ven que no es mentira? Siempre ha preferido a esa gente que no sabe, qué demonios es el trabajo

—No debes olvidar el motivo por el cual estás aquí—le recordó Charlie—Mi misión fracasó, ya que Tyler no está aquí

—¿Y cual se suponía que era tu misión?—le preguntó Victoria

—En realidad, ni yo misma lo sé. Supongo que quería verlo, es todo

Victoria y Jhonathan compartieron una mirada, pero no le dijeron nada.


 


 

***


 

Westoxfordshire


 


 



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En el texto hay: wolfram, charlie, sagawesthampton

Editado: 02.03.2021

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