Charlie gritó en cuanto sintió el pinchazo de la aguja.
—¡Te dije que te quedarás quieta!—le gritó Victoria.
Ella se encontraba subida en una plataforma, en su habitación. Allí se encontraba Victoria pulcramente arreglada con un vestido color naranja de mangas cortas y escote de corazón, la tela era de satén y la falda era lisa. Su cabello estaba peinado en un tocado y tenía carmín en los labios.
—Alza los brazos—le pidió Caroline. Estaba magnífica con ese vestido morado, con mangas cortas y cuello alto; su cabello estaba oculto en un hermoso bonete de flores.
La sra Payton, modista que le confeccionó los vestidos a Charlie, se encontraba en la parte inferior de la falda y sus dos criadas en el corsé.
Ella suspiró y luego sonrió. No podía creer que en tan solo unas horas se iba a casar.
Había pasado una semana en la que había pasado todas las mañanas, tardes y noches con Tyler. Habían decidido no estar juntos hasta la noche de bodas y él había dormido en la otra habitación, pese a su insistencia de que durmiera en el cuarto con ella.
Entre Victoria y Caroline organizaron todo para después de la ceremonia. Samantha se encontraba en la iglesia encargándose de que todo saliera como lo planeado. Ella no tenía ni idea de nada porque habría sido una sorpresa y eso la tenía en ascuas.
En ese momento entró alguien a la habitación y todas las mujeres gritaron a excepción de ella.
Tyler cruzó la estancia y la miró.
—Luces hermosa
Ella se sonrojó—Gracias
Él estaba vestido de traje negro y una camisa blanca; tenía un pañuelo blanco en su bolsillo y llevaba un sombrero gris.
—Pero ¡¿Qué demonios haces aquí?!—le gritó Victoria
—¡Es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la boda!—añadió Caroline
—Eso no aplica para nosotros—las tranquilizó Charlie—Ya yo estuve casada
—¡No importa!—exclamaron todas
—Me adelantaré, te espero en la iglesia—le informó y se marchó.
Victoria negó con la cabeza—Increíble, más importante aún ¿Qué vamos a hacer con tu cabello? Está demasiado corto
—Dejen que mis chicas se ocupen de eso—les dijo la modista—Ellas sabrán qué hacer.
***
Wolfram se acomodó su corbata y se miró en el pequeño espejo que tenía en la habitación.
Los pensamientos del día anterior fueron como una ráfaga de viento.
Se encontraba hablando con Gabriel a la orilla del lago y un jinete llegó hasta ellos. Era Jhonantan. Ambos hombres lo miraron mientras este se sentaba en la grama junto a Wolfram.
—Así que te vas a casar ¿eh Tyler? Confieso que estoy un poco consternado, pero veo a mi amiga feliz así que omitiré mis comentarios.
Él no le dijo nada y se limitó a mirarlo.
—Pero me llena de curiosidad saber ¿Cómo demonios harás para decirle a Charlie que tú maldito nombre no es Tyler?
El silencio se prolongó y Jhonathan lo miró echando chispas.
—¿Su excelencia?
—¿Quién te lo dijo?—le preguntó su hermano
—Mi mujer, vio tu maldito retrato en Westhampton Terrace, pero no había dicho nada porque mi padre se lo prohibió
Wolfram asintió—¿Y qué piensas hacer con esa información?
—Excelencia, nada más me agradaría que desenmascararte con Charlie, pero ella ya ha sufrido bastante y por tu culpa. Esta es una excelente oportunidad para que remedies todo el daño que le has hecho
Él asintió—Bien
—No soy esos malditos que te rinden pleitesía, a mi me importa un comino tú estúpido ducado
—Muy bien
A continuación Jhonathan suspiró—No me caes nada bien, pero tú y tu familia no son malas personas, gracias por la ayuda que le brindaste a Samantha
—No fue nada
Jhonathan asintió y se fue en su caballo.
Wolfram se miró por última vez en el espejo y salió de la habitación. Se dirigió a la puerta y cuando la abrió Jhonathan se encontraba allí.
Este ya iba vestido de traje negro y camisa blanca, con corbata negra.
—He venido para prevenirte
Él lo miró—¿Qué sucede?
En ese momento salió una figura del bosque que él reconoció al instante. Jhonathan también lo miró.
—No pensé que me seguiría ¿Necesitas ayuda?
—No, puedo encargarme
Este asintió y se montó en el caballo—Nos vemos en la iglesia—y al decir esto se marchó.
Él se acercó con paso lento al bosque procurando que Charlie no se asomara por la ventana.
—Vaya, tengo curiosidad de cómo debo llamarte Wolf ¿Tyler Breedlove? ¿En serio?
—¿Qué haces aquí Altair?
Este se echó a reír a carcajadas—Recibimos una invitación hace cuatro días de la boda de Charlie con el administrador de Westhampton Terrace y decidimos venir. Todos están en la iglesia.
La cara de Wolfram era inalterable.
—Supongo que ya todos están al corriente
—En lo absoluto, sólo yo lo sé
—Que generoso eres
Altair sacó una carta de su saco y se lo entregó.
—Ten, eso es para ti
Él recibió la carta y la abrió.
—Me tomé la libertad de abrirla así que te haré un resumen, es de tu tío Lord Isadore, al parecer eres el próximo primer lord del tesoro así que se movieron muy rápidamente y tienen una candidata de buena cuna para que te cases, porque sabrás de sobra que no podrás aspirar al cargo sino estás casado. No obstante, cuando se enteren de que te has casado con una mujer divorciada te quitarán el cargo.
Él terminó de leer la carta y la guardó en su saco.
—Así que... ¿Qué piensas hacer señor todo poderoso? No me malinterpretes, estoy aquí para ayudarte aunque tú jamás hayas solicitado mi ayuda.
—Y según tu ¿Cómo puedes ayudarme?
—Escríbele una maldita carta a tu tío o que te reúnas con él y lo invites a beber sangre o vino, lo que sea que tome ese monstruo y dile que no te interesa el maldito cargo. Lo enfrentes y que por primera vez seas hermano, seas esposo, seas hijo... y no, el maldito duque.