La Ley Del Lobo

Capítulo 39

Londres, Inglaterra



 

La temporada social había dado inicio hace una semana y la comidilla de los salones sin duda alguna fue la duquesa de Westhampton. Todos habían sido invitados a un sin fin de bailes, meriendas y paseos en tan solo tres días y ya estaba agotada.

Su esposa había hecho el mejor debut de la temporada, todos querían su atención y su presencia en cada velada. Charlie era increíblemente alta, por ende no tardaba tanto en captar el interés de todos. Ella le había pedido que invitara a Lady Anabelle Princeton y su hermana Lady Susan Norwich a pasar la temporada con ellos y desde ese momento las mujeres de su familia se había vueltos inseparables. Estaban juntas todo el tiempo, bailaban  muy poco y hablaban en susurros.

Él ya sabía que estaban tramando algo y que no tardaría en averiguar qué es.

En ese momento se encontraba reunido con sus pares en el salón de Hastings House, había decidido pasar el fin de semana con ellos.

Todos lo miraban con cara de pocos amigos y él se limitó a fumar su puro. La cámara de lores había cerrado la sesión por el inicio de la temporada social. Luego de esta se abrirían las urnas para el inicio de las votaciones por el primer Lord del tesoro.

–Bueno–comenzó a decir el duque de Newcastle–Hastings queremos felicitarte por tomar el liderazgo del partido. Sabemos que Inglaterra estará segura en tus manos.

–Gracias, pero no dudo que hubiese estado mejor en las manos de Westhampton.

El silencio se expandió por todo el salón, solo estaban ellos tres así que Wolfram decidió ignorarlos. El asistente de Hastings se acercó y le dio una hoja de papel.

Este hizo sonar su garganta–Lady Charliene, actual Duquesa de Westhampton, Charliene Magnus nombre de soltera, fue dama de compañía de la reina victoria y fue protegida bajo el ala de la familia Westhampton. Estuvo casada con Charles Newton y este murió hace dos años en circunstancias sospechosas.

>>La dama, aunque no pertenece a la aristocracia, esta limpia. Es viuda. Por lo que pude notar su educación fue intachable. Por un momento pensé que usted había rechazado el puesto por su reciente esposa, todos en el partido conservador lo escogimos a usted como nuestro líder. No entiendo entonces el por qué de su renuncia.

Wolfram lo miró–Lamento que haya desperdiciado su tiempo indagando en la vida de Lady Westhampton, es obvio que no obtuvo el resultado que quería, no obstante, le pido encarecidamente que se respete mi decisión la cual ni aunque quisiera, puede dar marcha atrás. Debería usted centrarse en su plan de gobierno para que así nadie especule que yo lo hubiera hecho mejor ¿No lo cree Hastings?

–Había dicho que Lady Westhampton estaba divorciada, pero en los registros aparece como viuda ¿Acaso mintió?

–Quizás.

–Westhampton merecemos saber la verdad–continuó Newcastle.

–Sabemos que no eres de dar explicaciones, pero es que has dejado a todos los miembros de la cámara consternados.

Él los miró–Mi trabajo por Inglaterra ya está hecho. Es momento de cederle la responsabilidad a alguien más.

–Habla como si tuviese sesenta años–le dijo Newcastle.

–En realidad, me siento como de ochenta–sostuvo.

Todos lo observaron en silencio y luego asintieron. Sabían de antemano que no diría una palabra más.


 


 


 

***


 


 


 

Acostumbrada vivir en el campo, Charlie detestaba Londres a mas no poder. El ruido de las calles, las personas, las personas caminando por doquier, el humo de las fábricas y la interminable neblina, hacían de la ciudad el peor sitio para vivir. No obstante, agradecía el hecho de que solo estuviesen ellos y unos cuantos amigos cercanos. Los invitados de Wolfram se habían desdibujado en su mente convirtiéndose  en una masa gris de humanidad. Susan y Anabelle eran mujeres extraordinarias y pensaba que podrían hacer mas cosas por el movimiento.

Jonathan y Gabriel habían vuelto con sus cónyuges a Westoxfordshire; Victoria había decidido quedarse con ella hasta el plazo que le había dado Wolfram.

Charlie se encontraba en la habitación de Aitasis, esta las había mandado a llamar por algo “urgente”.

Ella no había visto a Wolf hace exactamente dos días, este había internado en Hastings House y había mandado una nota con Marco donde decía que llegaría mañana a primera hora. Una situación en la cámara requería de su presencia.

En la habitación estaban Becky, sus cuñadas y Aitasis. La última había estado evadiendo el tema con ataques de risa.

–Aitasis tengo demasiado sueño–le dijo  Iuola disgustada–Este embarazo solo hace que quiera dormir y dormir.

–Tienes suerte–le dijo Georgia–sabes de sobra que el embarazo de Mathew ha hecho que no vuelva a concebir.

–Yo lo que mas odié fue el parto–comentó Aitasis.

–Es comprensible cariño–le dijo Becky–Fueron dos. A mí los dos primeros no me fue tan mal, pero el de Sebastian fue horrible.

Todas miraron a Charlie y ellas le sonrió.

–No se preocupen por mí, hace años que superé mi esterilidad. Además, estoy segura que querré a sus hijos como a los míos propios. Por otro lado ¿A qué nos hiciste venir Aitasis?

Ella sonrió de forma malvada–¿Quién cumpleaños el próximo sábado?

–El próximo sábado es seis de diciembre ¿No es así?–preguntó Charlie.

–¡Wolfram!–gritaron Georgia y Becky al unísono. Charlie alzó las cejas “Seis de diciembre” pensó.

Cada cumpleaños de Wolfram ella le había regalado una flor metida en un cuadro, al principio a él le había parecido un gesto tonto, pero luego se obsesionó por coleccionarlas.  Dudaba de que aún las conservara.

–Wolf nunca celebra su cumpleaños–dijo Iuola.

–Así es–coincidió Georgia–siempre hacemos una cena familiar.

–Una muy aburrida cena familiar–agregó Aitasis–Ahora que está Charls, podríamos hacer un gran baile.

Esta negó con la cabeza–en realidad, no me importa. Son conscientes de que se supone que me casé con un hombre, pero resulta que estoy casada con otro.



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En el texto hay: wolfram, charlie, sagawesthampton

Editado: 02.03.2021

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