Preocupado de que hiciera desorden, Nicolay le pidió a Yuoko que saliera y se puso a parchar la bota mientras ella saciaba su sed.
-Yuoko…-le ponía incomodo verla con la cara metida en la cubeta-tu sabes que eres una persona, ¿verdad?
-Bestia, una Bestia.
-Ese es el rol, pero no eres un animal-ella se rio.
-Todos somos animales.
-Me refiero…no importa-ajusto la puntada-déjame ver si funciona.
Lleno la bota y, para su satisfacción, el agua ni escurrió por el parche.
-Las cosas no se pueden arreglar siempre-se la dio-asique se más cuidadosa.
-¿Qué quiere por esto el Ladrón?
-No quiero nada-dijo, sorprendido de que preguntara.
-Arreglaste la cosa, te debo, ¡es lo justo!
-¿Por qué puedes decir palabras complicadas pero no puedes decir “bota”?-Yuoko gruño.
-¿Qué quieres, Ladrón?-anduvo a su alrededor, en ademan amenazante-¡Dilo, dilo!
-¡Bueno, calma!, pues…pensaba ir a buscar comida-eso le ilumino el rostro.
-¡Sí!, me gusta, me gusta cazar-se dirigió al bosque-traeré presas, chiquitas y jugosas.
-¡Oye!-tomo su cuchillo y un zurrón-espérame.
-…Nunca me acompañas a cazar.
-Estas pensando en el otro Ladrón.
-Ah…je, si, ahora son dos-negó, ligeramente desconcertada-que raro es, ¡vamos a cazar!
Nicolay esperaba aprender algo de ella pero pronto vio que los métodos de Yuoko no serian lo suyo, merced de su rol tenía los sentidos aumentados, hurgaba en las madrigueras, saltaba entre arbustos y salía con una rata gorda cuyo cuello rompía con la fuerza de su mandíbula, anteponiéndose a la impresión, Nicolay recogía la presa y la echaba en el zurrón.
-Entonces… ¿tu cazabas para Merhs?
-Era bueno conmigo, me daba agua y sobras.
-¿Te daba las sobras?
-Me cuidaba del Cazador, yo le llevaba presas y me daba las sobras, lo justo.
-Eso no suena realmente justo-decidió arriesgarse-si te caía bien, ¿Por qué tu…?, quiero decir…-Yuoko le miro-¿recuerdas lo que le paso?
-Me lo comí-dijo, sin manifestar nada-estaba allí, roto, sangrando…ese olor…no lo resisto.
-Ya, claro-se arrepintió de haber preguntado.
-Ladrón-de pronto pareció más allí, preocupada-no seas amigo del esclavo.
-¿Mitzah?, lo veo difícil.
-El otro Ladrón era cercano al esclavo, muy cercanos, y luego hizo algo que le enfureció.
-¿Que fue lo que hizo?
-¿Lo sé?, creo que sé, pero no recuerdo…-se tenso y miro hacia otro lado-¡presa!
-Creo que ya es suficiente-ella no le hizo caso-¡Yuoko!
Ahogo un grito, la presa esta vez fue una serpiente, acertó a morder en una mano a Yuoko antes de que esta le agarrara y aplastara su cabeza con una piedra.
-No…no, no, no-se fijo en el animal-¡Ay, gracias, Odin!, no es venenosa, ¿estás bien?
-Es mía-dijo, lamiéndose la mano-esa presa es mía.
-Volvamos, Liebre me mando algunas cosas útiles.
-¿Qué vas a querer por eso, Ladrón?
-No todo en la vida es intercambio-le dijo-a veces lo justos es ayudarnos porque todos somos personas.
No la cargo por respeto, y porque podía acabar con una mordedura también, pero al llegar pudo lavar su herida, le puso un vendaje y la convenció de que se subiera a la cama a descansar, el comenzó a despellejar las presas para hacer un estofado.
-Con esto-le agrego algunas hierbas aromáticas que encontró-oye, ¿sabes cuales son mis reglas?
-¿Eh?
-Las reglas del Ladrón, ¿Merhs podía cultivar?
-El Ladrón roba-dijo, confundida-no planta, toma, guarda, acumula.
-¿Acumula?-se lavo las manos-puedo guardar cosas…si hago un ahumadero y una despensa podre acumular vivieres-se fijo en el hueco del techo-necesito herramientas.
-¿Eso es lo que quieres, Ladrón?
-No vas a robar para mí, no me hagas caso, solo pienso en voz alta.
-Estas actuando raro.
-Ladrón equivocado, a mí apenas me conoces.
-Ah…si…
Ciertamente había una gran confusión en la mente de Yuoko, por supuesto que sabía que Merhs estaba muerto, no te comes vivo a alguien sin que senté un precedente, pero su incapacidad para ubicarse en el tiempo más allá de la división de las estaciones volvía todo un enredo, por si fuera poco, y esto es algo chistoso, Nicolay y Merhs se parecían físicamente, Merhs ya era bastante mayor cuando murió pero podía considerarle una versión más madura, veía a Nicolay removiendo la olla o moviendo cosas por la casa y veía a Merhs haciendo lo mismo.
“Cuando alguien hace algo por ti, debes estar dispuesta a hacer algo por esa persona también, pero como no se puede calcular el valor de cada acción siempre debes estar dispuesta a hacer un poquito más, eso es lo justo, luego la perdona hará aun más por ti, hasta que ninguno necesite nada, ¿entiendes?”