Capítulo 5: Los Secretos Demoníacos

Trás salir del lindero de Atarraya y ni su torre más alta se ve en el horizonte, Aarón guiando a Eros salen del asfaltado camino principal y se movilizan por un desagradable camino orientado al norte diez minutos después llegan a una cabaña de adobe rodeada por un vergel.

Una vez ahí la figura de la esvástica en sentido del reloj se aprecia en un cartel de bienvenida indio.

Empujándolo prácticamente al lugar Aarón piensa en el porvenir de todo esto y que el destino principal de los dos; El Volcán Xaphan puede estar comprometido debido a la aptitud del príncipe.

Tres veces toca a la puerta y luego un viejo ermitaño repleto de arrugas y con una bata cándida que con un generosa bienvenida incita a seguir a sus invitados.

Sentándose en un robusto sillón en cuero de ocelotes el mago cuestiona a sus invitados sobre sus intenciones, el dúo se pone cómodo en un ancho mueble del mismo material pero con un contraste más desaliñado.

La escabrosa cabaña es inundada de luz mediante dos ventanales por el cual se avista un espléndido marisma de aguas cristalinas pese a la sal en sus propiedades.

Un momento después el hombre vuelve a preguntar a Aarón sobre el regreso a su vivienda, este por fin se digna hablar pero observando los esotericos utensilios que posee el mago en su mesa.
Aarón tarda media hora en comunicarle toda la historia a este, Eros absorto en sus pensamientos parece no inmutarse en ningún momento.

Medita unos segundos el canoso hombre, no exento de verrugas y arrugas —Espera aquí un segundo.— Tras una corta espera el hechicero nacido en Hadar sale con un libro que recita "Esencia de Maldad" en su portada.

Se sienta en su sillón y se prepara para declamar lo escrito en una de estas páginas a sus dos visitantes.

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Barón Muerte
El linaje Muerte permaneció desde la creación del Averno por nueve mil años en el segundo cargo más importante del infierno, pero su líder el dios de la muerte traicionó a su comandante supremo, todo por el amor de una mortal, pero este al no compartir sus ideas lo envío al exilio.

Muchos de sus súbditos se rebelaron contra este cayendo uno por uno ante él. Una vez Abraxas el sucesor de aquel dichoso cargo tomó el trono, Retzos fue nombrado rey muerte y sus súbditos dejaron de ser Abisales.

Su piel oscura se caía con su tiranía transformándose en una clase de no-muertos. El número restante seguían como espejos a su autoridad extrayendo la maldad de ellos y sumido a la buena voluntad de los habitantes del planeta.

Exceptuando algunos como la mano derecha de este antiguo dios; Sir Ascar Goulan un demonio que algún día fue leal a su líder.

Este poderosísimo ser encontró una forma de comunicarse con sus allegados del abismo: las cenizas.

El Averno lo hace aguardar como una pieza más para su regreso, estos le han advertido sobre peligros que pueden proceder.

El más importante es sobre una leyenda escrita en sus hados, que atribuyen su muerte a un caballero que se llámase Eros.
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El príncipe parece desprenderse de sus pensamientos por no mas de unos segundos al escuchar el ambiguo relato antes de desmayarse en el sillón cuando el brujo término este.

Continuando sus preguntas Aarón sigue dialogando —Se que su destino figura en ese tal, pero y...— se detiene avizorando a Eros desmayado dándole a entender al mago su inquietud.

Este busca otro escrito en una de las Miles de páginas del amplio libro "Aquí está" se autocomunica aquel antes de recitar a su huésped.

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Ceniza roja
Los Abisales usan las cenizas que son las partes restantes de su primer patriarca, Azreth para: comunicarse, poseer, debilitar e inclusive como alimento para retomar fuerzas.

Volumen 3: Posesión
La posesión se concreta mediante una herida mental u física en la cual se implantan estas, sus síntomas son perdida de la conciencia al punto de no saber quién es, elevada temperatura corporal y agresividad anterior a la posesión.

Por intermedio de magia arcana se puede desprender de esta, una vez afuera está toma una forma física.

Si se le vence se separa completamente del huésped, esta esencia es débil pero astuta.
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Aarón de golpe entiende que el plan de Goulan es no dejar cabos sueltos, en caso de enterarse que si sera su verdugo.

Una vez el mago que por cierto se llama Absalón tiene los implementos, estos deciden acabar con este con un buena suma de dinero de por med

Este enclenque mago se acerca a Eros tomando su cabeza y empieza con un ritual indio, el subordinado de Neberius continúa pidiendo ayuda a este y sus espíritus.

Su ritual aparenta funcionar en el momento que una esencia roja se desprende de él, un tiempo después del príncipe también se revela algo similar, una esencia verde hace presencia.

La impresión de que la roja ataca a la verde es evidente pero está rápidamente se transforma en un humo azabache que intenta envolver a Absalón.

Su fuerza es débil pareciendo ser esencias oscuras y se distancian del chamán, esta no se retira sino que se reúne en una esquina del gran salón e inicia tomando forma.

Aarón observa cuidadosamente esta silueta que al disiparse el gas en este puede nítidamente avizorar a su contendiente.

Un ser sin piel dejando ver todo su sistema óseo se exhibe ante sus tediosos adversarios, la terrorífica criatura posee unos colosales cuernos en su descubierto cráneo.

Un traje elegante cubre el resto de su cadavérico cuerpo pero lo más impresionante es que en su mano se encuentra una rueda para roedores, en vez de estos tiene un prototipo humano.

Aarón se aproxima a este con vigor en su espada —Con ese objeto lo controlas, ¿ no es así?—
Un alto demonio nigromante sigue sin reaccionar y prosigue girando la rueda.

Sus tres metros incomodan siendo esté más alto inclusive que Goulan aún así el capitán cree que es más débil que el barón Muerte.