PARTE II: COMBATE

En un lugar oculto bajo la pertinaz sombra de una montaña, un grupo de hombres con armas que apenas habían aprendido a usar se preparaban para realizar una de las misiones que la nueva Emperatriz quería realizar para indicar a los enemigos del Imperio, que ellos podían atacar cuándo, cómo y dónde quisieran.

Soldado 1: "¡Dios! Esto es increíble, tenemos sus armas, sus transportes y ahora..."

Soldado 2: "Ahora luchamos juntos, pertenecemos al Ejército Imperial."

Jefe: "Menos cháchara, ahora tenemos la posibilidad de hacer algo grande por los nuestros, y demostrar a las Tropas Imperiales de que pasta estamos hechos."

Soldado 3: "Además corre el rumor que la nueva Emperatriz es de los nuestros. Pertenece a nuestro mundo, así que hagámoslo por ella..."

El grupo se encaminó en silencio hasta un alto edificio camuflado entre los picos de una montaña algo más alta. Esperaron hasta que la oscuridad reinó, se acercaron hasta una valla invisible, pero el Imperio les había provisto de equipos de detección visual de campos de fuerza, colocaron como unas pequeñas piedras a los pies del campo de fuerza, en pocos segundos tenía varios agujeros la zona. Consiguieron colarse e introducir los explosivos.

Cada grupo contaba con, al menos, tres expertos en explosivos los cuales llevaban una escolta de cuatro hombres cada uno, el líder de cada grupo era el encargado de las comunicaciones internas, y su segundo el responsable de coordinarse con el Centro de Mando Imperial. Las cargas debían colocarse en el arsenal, en el sistema de control externo (el campo de fuerza y las comunicaciones) y en el sistema de envío de mensajes al Centro de mando. Los atacados tenían tanta confianza en su sistema de seguridad que no daban rondas por el edificio.

Artificiero: "Cargas listas. Activándose en cincuenta segundos. Abandonamos el objetivo cumplido."

Escolta 1: "Ni una nube por mi sector, sol espléndido y regresando a casa k1"

Escolta 2: "Por mi sector hay un sol radiante ni una nube por el horizonte, regreso a casa k1".

Escolta 3: "Hace un día estupendo para ir al campo, regreso a casa k1".

Escolta 4: "Igual que mis compañeros, me he puesto a tomar el Sol, regreso a casa k1."

Al poco los cinco se reunieron con los otros equipos de su grupo y se dirigieron hacia su transporte en pocos minutos la nave se elevó silenciosamente y se camufló ante la presencia de sistemas de detección de aeronaves. El vuelo fue rápido y sin complicaciones hasta llegar al Centro de Mando Imperial, mientras dentro de la nave Comandante Imperial, donde se había situado el Centro de Mando Imperial.

Soldado 1: "¡Alteza! ¡Los humanos lo han logrado! Los equipos Gamma-6, Silicón 12 y Hache-20 han colocado las cargas además de sincronizarse sin problemas con los replicantes, ahora mismo todos los transportes se dirigen hacia nosotros. No han tenido ningún encuentro con las tropas enemigas."

Isthar: "Sabía que no nos fallarían amigo mío, los humanos cuando... quieren son los mejores de toda la galaxia..."

El soldado se fue exultante la Emperatriz le había llamado "amigo mío", y mantuvo su rostro frente al suyo, aunque ella llevase una máscara y no había sido sancionado por ello. La Emperatriz Isthar dejó la sala de mando de su nave comandante y se dirigió hacia el lugar en donde se encontrarían los dos jefes. Un destello le informo de la primera detonación, en pocos minutos la habitación se lleno de pequeños destellos.

G. Dragón: "Va todo perfecto, ni un problema. Ahora a capturar al maldito Caudillo Taerug."

Enrique: "Gran Dragón, espero que cuando terminemos estas operaciones, tengamos la oportunidad de reunirnos en torno a una buena botella de vino y una amena tertulia. Emperatriz sabed que todos mis hombres darían su vida por vos."

Isthar: "Me enorgullece escuchar eso de ti querido amigo. Os daré las últimas instrucciones. Vuestras naves son prescindibles, desde que entréis en la estación de mando hasta que las abandonéis tenéis algo menos de minuto y cuarto, pasado ese tiempo tenéis poco más de treinta minutos para alejaros, el equipo completo de la nave, para que cumpláis la misión encomendada. La nave de extracción saldrá a los quince minutos exactos de que hayáis partido para anclar en el punto de encuentro."

G. Dragón: "Espero con verdadera ansiedad ese encuentro amigo mío, Majestad deseo con todo mi ser volver a veros y poder terminar con este escollo que tenemos entre manos."

Isthar: "Creo que la tertulia podría ser, al menos, entre cinco buenos amigos..."