PARTE XII: COMBATE EN EL SISTEMA SOLAR (LA PRIMERA BATALLA)

El Caudillo Taerug

Ya tengo casi todo mi plan conseguido, en el momento en el que esos estúpidos piratas consigan el arsenal nuclear de los terrícolas, una de esas maravillosas adquisiciones explosionará en el interior de su nave comandante y desde este juguetito que comando destruiré el resto de su flota, y luego atacar al Imperio Quantum y seguidamente al Imperio Tezca. Sus principales sedes quedarán arrasadas y solamente yo el Gran Caudillo Taerug podrá gobernar a esos infelices.

Entramos cuando noto la presencia de cuatro Cruceros Imperiales Quantums, y un Crucero Comandante en mi línea de tiro, ordeno inmediatamente que preparen el cañón. Ya mi gente sabe que planeo algo macabro, pusieron todos los sistemas al máximo de su potencial, cuando recibo una comunicación del Crucero Comandante.

Mensaje: "Le habla la Gran Canciller del Imperio Quantum, le exigimos la retirada ahora mismo. El planeta Tierra y todo el sistema en el cual se encuentra está bajo la protección del Imperio Quantum.", ya sé quién es, la esclava que ridiculizó a mis tropas en el mundo RSD.

Caudillo T.: "Y si me niego ¿con qué me castigarás?"

Mensaje: "Te atacaré con la última Generación de Cruceros CION, con una capacidad de trasladarse de forma invisible en pocos instantes de rotación y capaz de realizar doce disparos del cañón de iones y prácticamente invisible e intocable para tus armas."

Caudillo T.: "Me parece que hoy no va a ser posible, ya que tengo que conquistar un mundo para que me entregue su arsenal..."

Artillero 1: "Señor ya disponemos de la ubicación de los depósitos de energía. Si le damos con el arma especial tendremos unos bonitos fuegos artificiales..."

Caudillo T.: "Será un placer saludarte en el infierno. ¡FUEGO!"

Vi salir la estela luminosa del cañón y se dirigía directamente hacia el lugar en donde se encontraban los depósitos de energía, cuando uno de mis ayudantes advierte que el disparo ha pasado de largo y se dirige hacia el núcleo de la estrella, cuando impacta recibimos seguidamente una descarga que hace que se sobrecarguen algunos sistemas. Antes de que cualquiera me diga nada ordeno nuevamente que ataquen con nuestro cañón y, al igual que antes verifico que el disparo sobrepasa la ubicación de los depósitos de energía, así que ordeno rápidamente que visualicen una nueva posición del Crucero Comandante, lo malo es que nuestros sistemas, cuando tienen ese escudo de camuflaje activado, no son capaces de detectarlas y si les disparamos es un tiro a ciegas, cuando conseguimos ubicar una nueva ubicación ya teníamos dos disparos y si realizaba un tercero se desactivaría todo el procedimiento, así que ahora tendría que ser más certero. Tenía bastantes sistemas sobre cargados, por lo que deberíamos irlos deteniendo para evitar problemas mayores. Eso lo haríamos en cuanto me deshiciera de esa entrometida esclava que se ha dedicado a joderme la vida y los planes.

Veo como el tercer disparo va hacia el nuevo objetivo, y espero con ansia si doy en el blanco, algo sucede cuando veo que pasa de largo y el impacto vuelve a impactar en la estrella, y a los pocos instantes una fuerte sacudida que sobrecarga más sistemas y tengo que detener la mayoría de los sistemas de protección de mi nave. Ahora estoy casi indefenso, intento reordenar los sistemas de defensa cuando un nuevo mensaje aparece en el terminal.

Mensaje: "Vaya veo que tus ínfulas no dejan de crecer. Ese juguetito que tienes no sirve para nada... en tus manos. Si estuviese en las mías verías de lo que sería capaz de hacer, pero de nada sirven esos si, ya que mi juguetito está por detrás de tuya."

En ese momento uno de los navegantes gritó.

Navegante1: "¡Mi Señor! Por nuestra espalda un Crucero CION."

No tardamos en recibir una descarga, pusimos los cañones en dirección a la ubicación de la nave atacante, cuando otro navegante nos alertó nuevamente.

Navegante2: "¡Señor la nave CION se encuentra en la popa en línea con el sector LCB 414!"

Eso es imposible moverse a esa velocidad sin entrar en el agujero, seguidamente un segundo impacto del cañón de iones me hizo ver la precaria situación de mi nave.