PARTE XIII: DESCUBRIENDO EL ORIGEN

Isthar

Ya llevamos algunos días dentro de la nave Taerug, mi gente, ya que considero que también represento a los Taerugs, repara rápidamente los daños que involuntariamente he ocasionado a mi nueva nave comandante, sin embargo mi única preocupación es el líder humano que está muy débil, tomé la decisión sin consultar con nadie de que a sus escoltas se le colocase el dispositivo para que nos fuese más factible entendernos con su líder, pero ahora mismo eso es imposible está dormido, pero de un sueño profundo, tan profundo que sus sistemas vitales necesitan de ayuda mecánica para que pudiese seguir viviendo, cada vez que me acerco me acuerdo de mis dos padres, mi padre auténtico y Raith, el anterior Emperador, lo que en más de una ocasión me he puesto a llorar.

Escolta H1: "¿Lo conocía?", me preguntó intrigado.

Isthar: "No, no lo conocía. Solamente pienso en mis padres, si alguno les hiciera algo así no habría lugar en el Universo en dónde esconderse...", le respondí sinceramente.

Escolta H1: "Gracias...", me dijo sorprendiéndome.

Isthar: "¿Porqué?"

Escolta H1: "Han venido de muy lejos, para una guerra que para ustedes no significa nada..."

Isthar: "Sí vuestra guerra es muy importante para nosotros, y no solamente por vuestro arsenal nuclear..."

Escolta H1: "¿Porqué es muy importante aparte de nuestro arsenal nuclear?"

Isthar: "Mis ancestros fueron los que se autoexiliaron por no saber parar una guerra entre nosotros... aún hoy nos seguimos llamando Humanos exiliados..."

La cara del escolta por mi revelación fue sorpresa, alegría y un cierto temor, iba a tranquilizar cuando me llegó un parte de la lucha, en el planeta Tierra, habíamos anulado la capacidad de las plataformas que los piratas habían establecido dentro del planeta, ahora mismo necesitaban de la colaboración de los terrícolas para su supervivencia. La aparición de nuestras tropas y la ayuda que le estábamos prestando estaban consiguiendo algo que ellos no esperaban y era que habíamos rechazado, nuevamente, a un ejército superior en número en tropas y en armas, pero con un poquito de maña habíamos equilibrado las tornas.

Isthar: "Bien ahora tengo a esa escoria pirata en donde quería..."

Escolta Humano 1

Pasaron varios días después de escuchar que los que se fueron de nuestro planeta hace tanto tiempo han vuelto como miembros de un Imperio Galáctico, solo falta que nos aparezcan los Caballeros Jedi y ya tenemos una nueva versión de Star Wars, cuando siento que alguien me agarra de la mano, me giro y veo a nuestro viejo líder, el hombre que siempre ha creído en la capacidad de la palabra y la buena voluntad para resolver conflictos.

Líder M H: "Damián, ¿qué te ocurre?"

Damián: "¿Cómo se lo explico sin que me diga que estoy loco?"

Líder M H: "Tú cuéntamelo, luego veré yo si estás loco o no."

Damián: "En pocas palabras han llegado un grupo de alienígenas que se están enfrentado con quienes nos quieren masacrar, y a usted han utilizado toda su ciencia para salvarle la vida..."

Líder M H: "Ves como en todos lados hay gente que tiene buena voluntad, y no todo hay que resolverlo con la violencia..."

Damián: "Pero lo más impactante es que entre los alienígenas están los humanos que hace varios siglos abandonaron nuestro planeta por no querer participar en la última Guerra Mundial..."

Líder M H: "Por lo que veo te es fácil entenderte con ellos ¿no?"

Damián: "La verdad es que no, lo único que se me ha explicado que su Comandante en Jefe, ellos le llaman Gran Canciller y es una mujer, porque es de apariencia humana, tomó la decisión de que a nosotros tres, Vladimir, George y a mí nos insertaran un microchip que nos permite entendernos con ellos con una facilidad pasmosa, a usted no se lo pueden poner porque esos cerdos que nos capturaron lo dejaron tan débil que incluso ahora no pueden garantizar que si se lo colocasen pudiese vivir..."