La Leyenda de un Castillo en las Nubes

Parte Dos.

Tenía mis sospechas con los últimos días y ahora fue cuando termine de confirmarlo, antes de entrar al videojuego y terminar en este mundo era un humano, aunque luego termine siendo un espectro. Eso repercutió en mucho más de lo que esperaba.

     Cuando nos colocamos los cascos e iniciamos el juego fue por el estreno de la nueva gran actualización del juego Leyenda Mitológica, al entrar nos quedamos atrapados dentro ¿Solo nos ocurrió a nosotros tres o les pasó a más personas? No lo sabemos, no nos hemos topado a más jugadores ¿Podría seguir ocurriendo? Tampoco lo sabíamos.

     Más tarde, el mismo día que llegamos fue que mi mejor amiga y yo salimos a explorar un poco de este mundo. Entonces nos topamos con ese grupo de mercenarios y nos enteramos de lo que estaba pasando, al día siguiente DreammMurr salió junto a Astros para rescatar a la princesa y ocurrió la batalla en la ciudad capital del Reino de Kereszt.

     No sé porque, pero han sucedido demasiadas cosas en solo dos días y este es el primer día en el que podemos descansar, cuando el sol se ocultó y las dos lunas salieron fue que la batalla terminó y nosotros logramos ganar. Aunque mis dos compañeros estaban realmente agotados, regresamos al castillo y cada uno se fue a descansar, pero yo en ninguno de estos tres días tuve algo de sueño.

     < ¿Sera por qué soy un espectro? Si todo del juego se volvió real incluyendo mi avatar, entonces ya no tengo como tal un cuerpo que necesité descansar o comer, aunque mis demás compañeros si> al no tener que descansar me di cuenta de la enorme cantidad de tiempo libre que tenía, lo que era demasiado aburrido.

     Cuando acabó la batalla y comenzó a salir el sol de nuestro tercer día en este mundo Ludwig y los caballeros Planiti se quedaron en los restos de la ciudad, los demás regresamos. Debido a eso, el Maestro de este Nivel le encargó a alguien más que estuviera a mi lado todo el tiempo para ocupar su lugar, se trataba de otro de los NPCs que yo había creado.

     Estaba tirado en mi enorme cama, fácilmente cabrían cinco personas dentro y era demasiado cómoda. De pie en la esquina de la cama se encontraba alguien, era un adulto joven que no pasaría los 25 años (una gran cantidad de NPCs tenían apariencias jóvenes ya que estos eran el público objetivo), vestía un traje negro con decoraciones doradas que parecía la mezcla de un traje de director de orquesta y de un bailarín de tango. Lo cual iba de acorde a su rol.

       <¿No estará cansado de estar parado como piedra por todo este tiempo?> me quede observando fijamente a este NPC, su cabello era de color marrón claro y sus ojos y uñas celestes. Las orejas de perro sobre su cabeza y la cola que salía de su cintura eran del mismo color que su pelo. Estas facciones peculiares surgían por su raza, un Licántropo, seres humanoides con la cualidad de transformarse en un animal específico.

     –¿Quieres acostarte también? –pregunté para que descansara sus piernas.

     Sin embargo, el Vigilante de Área me observó con el rostro colorado y empezando a temblar. –Mi señor –habló tartamudeando–. ¿Usted está seguro de eso? También puedo llamar a alguna de las sirvientas o a alguien más si lo desea.

     Me quede confundido al escuchar eso <O sea la cama es muy grande y si entrarían más personas, pero no tendría sentido llamar a alguien solo para que acueste. Eso sería raro, yo solo se lo ofrecía a él porque me parecía agotador de verlo parado tanto tiempo>  lo pensé unos segundo más. –¿Por qué? No es necesario.  

     –Sin duda Ludwig me mataría si hiciera eso ¿Usted está seguro de que quiere que vaya a la cama a su lado?  

     –Tranquilo Rocco, si no quieres también puedes sentarte en alguna de las sillas. Solo pienso que estarías muy cansado de estar parado tanto tiempo. –Luego de explicarle más claramente lo que pensaba el Licántropo dejó de temblar, su cola paró de moverse agitadamente y su rostro regresó a las tonalidades normales de piel. 

     –Ahhh usted se refería a eso. –Esas palabras de Rocco me dejaron muy confundido.

     Al igual que con otros NPCs de este nivel yo había escrito sus especificaciones, comando y descripciones. Pero no había sido realmente muy específico con todo y me daba curiosidad como esos huecos de personalidad o comportamiento fueron llenados cuando los NPCs cobraron vida y consciencia.

     Si Ludwig Ibrahim tiene el rol de jefe final de este nivel, los Vigilantes de Área tenían el papel de subjefes y era necesario derrotarlos a ellos primero para llegar al final. Rocco era solo un apodo, el nombre completo que le coloque es Roxander Alegría Alemania y de solo recordarlo me sacaba una pequeña sonrisa divertida, era muy exagerado ese nombre y me encantaba.

     Repentinamente un espejo de mano hecho de plata con incrustaciones de diamantes empezó a vibrar como si se tratara de un celular, Rocco se apresuró a la cajonera donde este objeto reposaba y lo tomó entre sus manos. –Se trata del señor Ludwig –informó el Licántropo luego de verse en el espejo.

     Me dio risa que tratara de “señor” a alguien que prácticamente era un niño. Ese espejo era un ítem mágico que tenía dos funciones, la primera era similar a la de un teléfono con el que podrías realizar una videollamada mientras cada uno tuviera uno; su siguiente aplicación era la de poder frotarlo tres veces para ser teletransportado de inmediato a un punto de guardado, el cual era el Noveno Nivel para el espejo que tenía Ludwig.

     –Atiéndelo, pregúntale que necesita –le exigí y aproveche ese instante en el que se distrajo para ocultar el diario que estoy escribiendo dentro de la almohada.

     Rocco empezó a hablar con Ludwig mediante el espejo que tenía cada uno, por alguna razón no podía escuchar lo que el Maestro del Nivel hablaba del otro lado, pero si podía escuchar las respuestas sin contexto de su Vigilante de Área.




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