La Leyenda de un Castillo en las Nubes

Parte Seis: La Ciudad Perdida 2.

A las afueras de la gran mansión embrujada en el centro de la ciudad un elfo militar acompañado de algunos caballeros observaban el panorama, se supone que es de día, pero todo el cielo estaba de un gris oscuro. –Lo más probable es que ese hechizo de máximo nivel que se lanzó haya provocado este cambio de clima perpetuo. –Es lo único que se le podía ocurrir a DreamMurr en estos momentos, él no es un experto en magia como su mejor amigo.

     Los mamuts estaban estacionados en una esquina de la mansión, los cuatro estaban acostados y parecía gustarles la caliente ceniza que cubría el suelo. Por otro lado, se encontraban todos los caballos y los Planiti esparcidos a lo largo de los terrenos de la mansión.

     En la distancia pudo notarse como un musculoso joven vestido únicamente con una túnica roja y un casco de metal con dos alas se acercaba desde la distancia, Mercurio se dirigió hacia su líder quien estaba afuera del edificio junto a su Rey Soberano de las Armas. –¿Traes noticias? –quiso saber el elfo de corto cabello blanco.

     –Lamento mucho que ese no sea el caso. –Al escuchar esas palabras sus dos orejas puntiagudas descendieron un poco.

     –Está bien, entonces ahora ve a revisar el siguiente sector –ordenó Saturno y el más débil de los caballeros obedeció retirándose.

     Llevándose una mano a la barbilla DreamMurr reflexionaba la situación. –No han encontrado nada sospechoso de momento, no sé si eso es bueno o malo.

     –Si me permite opinar mi señor –Saturno se animó a decir sus pensamientos–. Ese no muerto dijo que no ocultaba nada y si ese parece ser el caso entonces creo que es algo bueno.

     El elfo centrado en el DPS físico (daño por segundo) alzó su vista al escalofriante cielo oscuro. –Si, si. –Mientras más cerca estuvieran del centro de la ciudad más edificios sobrevivían intactos y en todos esos lugares se posaban una gran cantidad de cuervos zombis–. Aunque no sé porque todos esos cuervos me dan una mala espina.

     Repentinamente la mujer de larguísimo cabello blanco, ojos y una tiara de hojas color azul frio dijo un comentario que lo dejó estupefacto. Urano hizo su máximo esfuerzo para contener una pequeña carcajada –Todos esos cuervos no muertos, me dan ganas de jugar tiro al blanco con ellos.

     Él se lleva bien con Júpiter, pero no es una gran relación cercana como la que tendría con Theithir además de que no solían congeniar en muchas cosas y evitaban discutir o debatir más que nada por el mejor amigo que ambos tienen en común <Urano fue creada por Júpiter, se siento como si hablara con ella, pero a la vez es diferente. Es como una versión de ella que decidió centrarse en ser una tiradora en lugar de una guerrera y esos cambios me agradan bastante>.

     Casualmente la mujer adulta se volteó para observar a su señor y verlo pensativo le preocupó bastante. –Lo siento mucho señor, no quería decir nada indebido. Discúlpeme por favor. –Ella sacudía sus dos manos violentamente como signo de negación y esto provocaba que su arco hecho de nubes y colgado en su codo también temblara.

     –No digas eso, es solo que… –El elfo bajo su volumen de voz–. …yo también tengo ganas de eso jajajaja, pero no le digas a nadie.

-----O-----

Ya que los NPCs del segundo y tercer nivel se encontraban junto a su compañero en el patio delantero, Júpiter junto a Beatriz se encontraban caminando y charlando en el patio trasero. El lugar era muy extenso y de seguro hubiera sido muy lindo en su mejor época, lo que antes parecía haber sido un laberinto de hojas ahora solo eran ramas secas de arbustos con las ramas al aire; el suelo estaba lleno de cenizas y ramas secas, algunos troncos de árboles quemados y sucios sin hojas.

     –¿Cómo es el lugar del que vienen? –habló curiosa la niña.

     La joven pensó un momento la respuesta. –Es lindo, la gente intenta sobrevivir todos los días como pueden. Y ahora gracias a su ayuda ellos pueden relajarse un poco más.

     Los ojos de color verde oscuro de la niña brillaron y unió sus dos manos. –Que lindo. –Ella parecía estar muy feliz, aunque rápidamente su total atención cambió, a un lado del sendero de roca sucia y rota un pequeño pozo se abrió en la ceniza y una rata zombi salió del interior.

     Un escalofrió subió por la espalda de Júpiter e intentó contener su temor. –Ella se llama ratita –dijo la niña siguiendo con su dedo al roedor que se fue corriendo–. Jijijiji seguro le va a buscar comida a su familia.

     –Qué lindo. –A la jugadora le costó mantener una sonrisa falsa–. Pero ¿Podrías contarme un poco más sobre ese Rey Vagabundo?

     Beatriz llevó sus manos detrás de la espalda. –Claro ¿ustedes lo conocieron también? Noté que se sorprendieron mucho cuando hablamos de él la primera vez.

     –Es que, no lo conocemos, pero mis compañeros y yo tenemos la impresión de que él viene del mismo lugar que nosotros. –Ella intentó no dar mucha información sobre su anterior mundo ahogado.

     Al escuchar esas palabras la Princesa de los No-muertos se sorprendió, ella se detuvo y se giró para observar a la joven más alta. –¿Ustedes vienen de ese continente que quedó inundado?

     El cerebro de Júpiter estuvo procesando esa información por un rato, cuando Beatriz se dio cuenta de esto ella agregó más información para intentar orientar un poco más a su invitada. –Cuando él llegó por primera vez estaba herido de un combate anterior, Dev y yo lo ayudamos a recuperarse y se quedó un tiempo aquí. –Ella hablaba de él con un tierno cariño–. En su tiempo aquí él hablaba mientras dormía, sobre un mundo lleno de agua. Dev pensó que se trataba de una profecía, aunque él nos explicó que era solo la tierra de dónde venía.

     Ahora si la Reina Guerrera comprendió la situación. –Tienes razón, nosotros venimos del mismo continente que él ¿recuerdas cuál era su nombre?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.