Mientras recorría el camino de vuelta a su tierra natal: “Algonio”, sintió una cierta sensación de nostalgia, recordando a como inició su viaje, las circunstancias a todo lo vivido: iniciando desde quién fue originalmente, su caída en desgracia a causa del ataque orquestado por su hermano Ansel, a quien por mucho tiempo había deseado tanto cobrarle venganza, pero luego de lo vivido y aprendido gracias a Sir Galahard, el Majestuoso, ya no deseaba, ni si quiera pensaba en algún desquite, pues él fue el responsable por las grandes aventuras que tuvo, probablemente nunca se habría convertido en el caballero reconocido que es ahora, no tendría la experiencia que actualmente posee, ni mucho menos la aventura que tuvo, solo y ni tampoco a Beatrice, su única inspiración en este viaje. Aunque estaba claro y decidido, ii sus caminos volvían a encontrarse, él haría justicia, Ansel pagaría por todos los crímenes cometidos, quién sabe cuántos más habrá cometido
Contemplaba aquellos maravillosos parajes verdes con un sin fin de arboles, arbustos que adornan la zona de un claro color verduzco, muchos tenían flores o hasta frutos estos se mecían al son del viento, provocando una maravillosa canción que si se diera el caso a interpretar, únicamente podría hablar de paz y tranquilidad, pensando para sí mismo, se cuestionó el porqué no pudo apreciar la primera vez que transitó por esos lugares, pero no lo sabía con exactitud, quizás sería porque es más grande y aprendió a observar mejor el mundo que lo rodea o tal vez, se daba al hecho de ser alguien completamente diferente ahora?.
Mirando con mayor atención aquel sendero que recorrió este camino, el cual le había tomado varias semanas, pero el lo estaba completando en cuestión de días, pues ya llegó a su reino original, a pesar de todo, sintió un pequeño asomo de nostalgia, percatandose, que a pesar de todo, no conocía este lugar, a diferencia de las tierras vecinas, luego de analizarlo, se dió cuenta del esfuerzo que Sir Andrew puso en él, pues se demoraron mucho al entrenarlo en el viaje.
Con esto en mente, se dedicó a avanzar más rápido, pues si seguía el camino, podría retornar al lugar donde despertó tras caer al río, para seguir este mismo, y llegar a la casa de ella. A pesar de estar muy cerca de su objetivo, no pudo evitar sentir cierta sensación de agobio, esa noche pasó en una de las habitaciones de la posada donde despertó, pensando una vez más, como el destino cambió y el mundo se invirtió.
Durante la noche, bajó al salón donde los hombre bebían y comían a placer, viendo la zona para ver si encontraba algo de utilidad, pidió una hogaza de pan, además le pidió que si quedaba algo de comida, para dársela mañana a su caballo. Contemplaba a las personas cuando entraban y salían, hasta que de todas las personas, entraron varios hombres que iban armados, pero con estas enfundadas, gracias a las enseñanzas y consejos que le dieron tanto Sir Andrew, como los de Alan, a cómo identificar a los hombres por categoría y peligrosidad, supo que ellos no eran malintencionados, no eran peligrosos para estas personas presentes, aún así eran guerreros o personas predispuestas para la lucha, pero más allá de eso, lo que más atrajo su atención, fue ver una cara conocida, uno de los fieles a Sir Samuel, quien debía estar por esta zona cercana, hablarle, no estaría mal, pensó tranquilo el joven caballero, por lo cual se acercó a él, aunque no sabía su nombre, si le indicaba el contacto, seguro lo escucharía.
Se acercó a aquel sujeto, cuando le tocó el hombro, este reaccionó nervioso
No molestes niño - Dijo molesto - Mejor vete
Necesito hablar contigo - Explicó - Soy Sir Drake Aldridge
Te haces llamar caballero? -Respondió enojado - Deja de molestar, vete
Te sugiero que no seas maleducado conmigo - Respondió con tranquilidad - Veo que sabes menos de mí que yo de tí
El hombre hizo ademán de darle un bofetón, pero otro de los que estaba presente lo detuvo
No venimos a llamar la atención, calmate - Aconsejó - Y tú niño, por favor, tratamos algo muy importante.
Si, ya lo sé - Se acercó para susurrarle - Hablan de la rebelión, cierto
Aquel sujeto se echó para atrás sin ocultar su asombro
Soy conocido de se Sir Samuel - Continuó susurrando - Quisiera poder hablar con él.
Como sabes que él está por acá? - Muy sorprendido
Estuve hace unos días en su casa y me dijeron que estaría en esta zona - Contestó - Luego ví a este sirviente a quien sirve, por lo cual me acerqué a hablarle y pasó esto
Lo lamento mi señor, entonces, realmente debe ser un caballero - Declaró incomodó - De verdad, mis sinceras disculpas.
De acuerdo, le explicó dónde podrá contactarse con él. Mañana al mediodía en un pueblo que está cerca del castillo, exactamente a 4 kilómetros al sur de esta posada, tendrán una reunión muy importante. Confío en usted mi señor.