La Leyenda del Demonio de la Luz

Parte 2

— Ven, hace tiempo que no estamos juntos, quiero ver que has aprendido en la Tierra — ella se levantó y se acercó al trono, donde se besaron y acariciaron lascivamente, luego ambos caminaron a una habitación atrás del trono, separado del lugar mayor por una cortina delgada, dentro había varios demonios más esperando a su soberano para complacerlo, a ellos se unió Elsa.

 

Pero esa semana apareció Eliana, la ex prometida de Adrián, dispuesta a reconquistarlo, apenas la pelirroja lo supo por comentarios en la oficina, se enfureció, esa mujer lo dejó, y él estuvo tan mal por eso por mucho tiempo.

 

"No dejaré que vuelva a hacerle lo mismo, si es necesario la destruiré, pero no lo volverá a dañar, lo juro".

 

Sin darse cuenta la demonio por primera vez desde que llegó al mundo humano, se preocupó sinceramente por alguien más que ella. Esa tarde de día sábado Elsa salió de su casa, en la puerta del edificio se encontró cara a cara con Eliana, a quien reconoció por haberla visto una vez en una fotografía.

 

— ¿Qué quieres, idiota? — preguntó agresiva la nueva novia de Adrián, mirando con desprecio a la morena que tenía enfrente.

— ¿Quién te crees para decirme así? — sus ojos echaban chispas.

— Yo no fui quien dejo a un buen hombre porque quería ir con mi nueva pareja a conocer el mundo, y que juró no volver jamás — rió maligna — y ahora llega arrastrándose como la perra maldita que es en realidad.

— Cometí un error, ya he pagado por eso, nunca deje de pensar ni de amar a Adrián.

— Debes haber sufrido tanto al viajar, y follar con ese tipo con quien te fuiste.

— No te hagas la santa conmigo, al menos yo estuve solo con un hombre, tú en 5 años has tenido más de 10 parejas.

— Me gusta la variedad en la vida — rió — ahora me ama a mí.

— Si es necesario te desenmascarare frente a él, no dejaré que siga pensando que eres una buena mujer.

— Veremos quien se gana el premio mayor — sonrió triunfadora.

— Adrián no es un premio, es un hombre que merece una mujer que lo ame de verdad — respondió firme Eliana.

— ¿Cómo tú? — preguntó irónica la pelirroja.

— Sí, como yo.

— Deja todo tu parloteo, me aburres, sal de mi camino, voy a verlo, no sabes lo guapo que se puso desde que te fuiste — le dijo mientras se relamía los labios.

 

Eliana la miró con odio, pero no dijo nada más, Elsa se reunió con su novio, y fueron como siempre a caminar al parque, a comer algo, y terminaron en la casa de ella, esta vez estaban besándose apasionadamente en el sillón, ella metió su mano en la camisa, y le acarició la espalda baja, a cada rato el ambiente se acaloraba, hasta que él la tomó en brazos y la llevó a la cama. Por fin serás mío pensó alegre la demonio. Ya desnudos, él sobre ella, la acariciaba, y besaba desesperado, ella nunca se había sentirse así, ni su compañero de correrías, Christian, la dejó nunca tan excitada.

 

— Te amo, bésame... Eliana.

 

Al escuchar el nombre, Elsa lo empujó y se levantó indignada.

 

— Como me dijiste... — lo miró como si quisiera matarlo.

— Elsa... — titubeó — dije Elsa.

— No, dijiste Eliana, estás conmigo, pero pensando en ella, yo no soy plato de segunda mesa, si la quieres tener bajo tuyo anda a buscarla, tal vez tengas que esperar porque todavía estará follando con este tipo por el que te dejó. A mi déjame en paz — terminó gritándole.

— No mi amor, fue un error, quiero estar contigo, siempre quisiste que hiciéramos el amor, perdona, fue una tontería.

— No quiero verte más, ándate de mi casa.

 

Apenas él se fue, ella se puso a llorar.

 

"¿Por qué no aproveche? ¿Por qué me dolió tanto que confundiera los nombres? Sólo quiero obtener su alma pura, no me interesa por nada más".

 



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En el texto hay: sexo, amor, rabia

Editado: 11.11.2019

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