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Intenta ser fuerte, lo sé. Después de aquel encuentro con su padre, Demian ha estado muy callado, ya no me ignora tanto como otros días, pero parece no sentirse cómodo de ninguna manera. Sé lo que piensa, cree que yo podría juzgarlo, ya sabes, por tener un padre gay. La cuestión es que eso no me importa, soy gay y lo acepto sin sentirme mal, porque no tiene nada de malo. No haré lo mismo que el papá de Demian, no conseguiré novias para aparentar, no mentiré diciendo que me gusta mirar mujeres y mucho menos me casaré con una. Me acepto y me quiero como soy, ¿por qué Demian no puede entender que todos somos iguales?

Ayer traté de sacar el tema, alguna información acerca de su padre y cómo descubrió que era homosexual, pero me contestó con un grosero "No te metas en esto". Lo odié por un momento, pero me dije a mí mismo que él no era así, solo estaba susceptible por todo lo ocurrido.

Pero hoy, hoy de verdad me hartó. Le grité que dejara de comportarse como un idiota, que no era el fin del mundo. Al parecer le sorprendió mi actitud porque segundos después se desplomó en el piso de la azotea de la escuela.

—Es que tú no lo entiendes —fruncí el ceño, quise golpearlo por eso.

—¿No entiendo qué?, ¿qué viste a tu padre con otro hombre?, ¿es eso? Engañar a tu mamá fue un error, pero no puedes odiar a las personas gay por algo tan ridículo. No todas son como tu papá —lo último lo dije en un arranque de histeria, pero ya qué, no podía regresar el tiempo.

—No se trata solo de eso. Eso no es todo. —Entonces me congelé en mi sitio, Demian tenía los ojos empañados.

—Si no me lo dices no puedo entenderte. Soy tu amigo.

Silencio. Solo hubo silencio por todo un minuto, Demian lucía tan afectado que incluso pensé que ahí terminaría todo. Pero dijo algo, una sola frase que me hizo pensar que la homosexualidad de su padre no era el origen de su homofobia.

—Papá tenía un amigo, él siempre me sonreía, dijo que sería un secreto entre los dos.

Sentí partirme en dos por lo que me dijo. Demian se tomó de los cabellos y nos hundimos en un lúgubre silencio.