"Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo"
Nelson Mandela
Está mal, todo está muy mal... ¿Por qué tuve que salir huyendo? No, en primer lugar, ¿por qué tuve que tener esa estúpida idea? No he podido hablar con él ni sábado, ni domingo, en realidad él tampoco me ha llamado. Lo sabe, estoy seguro, o al menos se plantea esa posibilidad.
Si Demian me rechaza, no solo como pareja, sino como persona, no creo poder seguir asistiendo a la misma escuela, simplemente no podría. Te juro que si para él mi presencia es incómoda yo pediré un traslado, hay otra escuela cerca de mi casa donde podré sobrevivir.
Los pasos para conquistar... creo que no han servido de mucho, ¿verdad? ¿Qué me espera este día?, ¿Demian cortará el lazo que nos une?, ¿sería capaz de terminar nuestra amistad?
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Vaya, perdón si corto toda la plática así de la nada. He visto entrar a Demian hace un momento, venía acompañado de una joven, creo que la he visto en la escuela. Ya dije antes que él no suele salir con chicas de nuestro colegio, pero llegaron tomados de la mano, ¡los he visto intercambiar saliva! (horrorosa visión). Me miró solo medio segundo, una mirada y después me ignoró.
Conozco el desenlace de esto aún sin enfrentarme a Demian. Creo que lo que ha sufrido siempre se interpondrá entre nosotros. Lo extraordinario ha llegado, tengo una determinación, hablar con él y dejar de huir. Si no eres valiente nunca podrás saber que hay más allá del puente. Yo he decidido cruzarlo, y si al llegar a la otra punta él no está ahí esperándome, entonces no me detendré, seguiré mi camino sin Demian.
Es hora de hablar con él y entregarle esta libreta.