La liga ciudadana

Capítulo 2: Sueños de infancia

Eir observó como la hoja descendía. Quería apartar la mirada, pero sentía que no debía. Era el único modo de transmitir que estaban con él, de reconfortarlo. Un golpe limpio y la cabeza cayó rodando sobre la tarima. La sangre brotaba en grandes cantidades desde el cuerpo espasmódico. Ya no era su padre, solo carne. La bilis trepó por su garganta hasta encontrar la salida y Eir cayó de rodillas contra el suelo.

— ¡Qué niños tan salvajes! No se les puede sacar de casa. En cuanto tenga la custodia les quitaré la ciudadanía, así los demás no tendrán que soportar estos espectá...

¡Living easy, living free, season ticket on a one way ride...!

La alarma confirmó, una vez más, que estaba soñando. Se levantó somnolienta y la apagó mientras se calzaba las pantuflas. Desde "El día de la evolución", su vida se había convertido en una rutina.

Primero preparaba el desayuno de la Sr Rotgold y sus descabelladas hijas, evitándole así el trabajo a Min y otorgándole media hora más de sueño. Después se recogía el cabello rubio en una coleta, se vestía con la ropa vieja de su madre y salía a la calle.

Su madrastra creía que trabajaba, al igual que todos los neoesclavos, en la restauración medioambiental de los vertederos que antaño habían utilizado los humanos y que conformaban más de la mitad de los parajes de la Tierra.

Y en un principio así había sido, pero pronto se percató de que, por mucho que ahorrara, jamás conseguiría el suficiente dinero para pagar los derechos de su hermano. Así que decidió usar parte de sus horas laborales para investigar.

Quería obtener todo tipo de información sobre los baconianos, en especial, sobre sus jerarquías, el Capitán general Kincaid y sobre el rey Khor.

Gracias a su padre, había adquirido durante la niñez ciertos conocimientos sobre programación y manipulación de máquinas. Y, con sus ahorros, compró en un puesto de venta ilegal de antigüedades, un viejo centro comercial abandonado de tres plantas, un ordenador y tres discos duros. No le costó mucho ingresar en la Deep web, una de las pocas invenciones humanas que habían quedado intactas. Fue un trabajo limpio de dos días.

Empezó buscando archivos secretos de la administración Baconiana, pero no había nada. Ningún vacío legal, ningún error. Sentía que había fracasado, hasta que conoció a K.

K era un usuario anónimo que buscaba gente interesada en promover la igualdad entre las especies. Había hablado durante horas con él y sentía que por fin, había conectado con alguien. Le pasaba información confidencial sobre política y las nuevas decisiones del Rey Khor, lo que le hizo sospechar que K era una persona importante que, al menos, formaba parte del Consejo del Rey.

Eir no quiso desperdiciar esa oportunidad, así que volvió de nuevo al trabajo para reclutar a personas que, como ella, desearan cambiar el mundo. No fue fácil, pues los neoesclavos vivían en un temor constante a causa de las palizas y daños causados por los poderes de los baconianos. Sin embargo, se armó de paciencia y, una vez inspeccionados todos los grupos de trabajo del reino central, consiguió reclutar a cinco simpatizantes.

Primero encontró a Kert y su hija Sila. El hombre había formado parte de la Élite del rey Khor en su juventud, pero fue repudiado por su propia familia al casarse con una sinnivel (esclava baconiana). Sin embargo, consiguió mantener sus derechos y, con el tiempo, obtuvo también los de su mujer e hija. Vivían humildemente y también buscaban la oportunidad de erradicar las injusticias del poder baconiano. Eir no tardó en congeniar con Sil, que era una joven de su misma edad. Juntos fundaron la Liga Ciudadana, asumiendo el mando como colíderes Kert y Eir. Sila también deseaba participar activamente, pero su padre le prohibió compartir el peso del liderazgo.

Más tarde se unieron Mario, Toni y Kolson.

Mario y su hermano Toni trabajaban como neoesclavos limpiando las costas al igual que el resto de su familia. El guardia encargado de su grupo de neoesclavos , "Manos Largas", era muy famoso en todo el reino, por su poca paciencia y su afición por la tortura. Kert les ofreció un refugio donde esconderse de la guardia y trabajo como protectores de la Liga, ya que ambos eran atléticos y ágiles con las armas. Abandonaron la neoesclavitud ilegalmente, para aportar ayuda económica a su familia, y poco a poco, la LC se convirtió en más que un trabajo.

Kolson, en cambio, provenía de una familia adinerada de la Élite y era Baconiano. Era de los pocos ricos que se detenían a observar y reflexionar sobre las condiciones de vida de los humanos sin derechos y no podían no hacer nada al respecto. Creía firmemente en la igualdad y luchaba por ella. Gracias a él consiguieron más contactos dentro de la Élite que contribuían a la causa económicamente de forma anónima.

Eir pasaba todas las mañanas en la sede de la LC esperando nuevas noticias de K. También repasaba las nuevas decisiones del conde de la región central, el sobrino del rey Khor, y todo lo relacionado sobre los debates del consejo. Se ejercitaba de vez en cuando y practicaba con algunas armas, por precaución ante el ejército baconiano. Por la tarde trabajaba el doble que el resto de neoesclavos, para afrontar las horas perdidas de la mañana.



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En el texto hay: principe, amor, planeta

Editado: 12.06.2019

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