La Lista de Lizzy

PRÓLOGO

Lizzy:

Observo por unos minutos el calendario de gatito que tiene la consejera de la escuela, estoy atónita por lo que me dijo: "Debes tener tantas historias y anecdotas por contar", esa frase suena una y otra vez en mi cabeza, trato de recordar aquellas aventuras que pude haber hecho, pero mi mente queda en blanco, ella me mirá espectante, espera una respuesta, pero como le explico, que no hice nada más que centrarme en estudiar, miro por la ventana esperando que el timbre suene y me saque de este momento.

Soy salvada por Elena quién entra con rapidez para decirle a la consejera que los chicos del equipo de Baloncesto han hecho de las suyas nuevamente, me mira y solo dice que hablara conmigo luego, salgo de la oficina y camino hacia el aula del club del periódico escolar, el salón está vacío, tomo asiento y miro por la ventana y observo como los chicos escapan de la consejera, corriendo de aquí para allá, sonrió levemente y pienso que en los últimos años no he disfrutado las experiencias de un típico adolescente, si pienso en mis recuerdos solo puedo verme estudiando, o haciendo créditos extras para poder ingresar a mi Universidad soñada, y debido ese esfuerzo tengo todo lo necesario para entrar, incluso para poder pedir una beca en esta.

Me preguntó si debí arriesgarme un poco con mi plan, si debí buscar vivir un poco más de las experiencias de los típicos adolescentes, debí ir a acampar con mis amigos o simplemente al centro comercial, debí aceptar esa salida al parque de diversión, debí hacer un viaje a la playa, debí escaparme por lo menos una vez de clases, debí ir a una de las fiestas de los populares, y así podría enumerar las cosas que pude haber hecho si tan solo me hubiera dado un instante para hacer las cosas, suspiro antes las posibilidades de saber que hubiera pasado si me daba un poco más de tiempo libre, Ji ho me saca de mis pensamientos.

  • Lizzy, la maestra de lengua pregunta por ti - dice mientras se acomoda los lentes - quieres saber si tienes tus apuntes del anterior trimestre.
  • Si - digo mientras me pongo de pie - los tengo aquí - mencionó mientras los saco de mi mochila.
  • Genial - sonríe levemente - necesita sacar un par de copias.
  • Se los quiere dar a los resagados verdad.
  • Si - suspira - los necesita para el grupo de los chicos malos - se lleva sus manos hacia el cabello y lo mueve nervioso.
  • Ten - digo mientras extiendo mis apuntes - entregárselos a la maestra.
  • ¿Estás bien? - dice mientras toma los apuntes y yo solo me limitó a a sentir.
  • Oye Ji ho - digo y me atrevo a preguntar - crees que, bueno, debimos hacer las cosas diferentes y experimentar más la vida de un adolescente normal.
  • Bueno, nunca fuimos normales - se da la vuelta para salir - pero, debo de admitir que me da algo de curiosidad acerca de su manera de actuar.

Lo observo salir del salón y vuelvo a quedar envuelta en mis pensamientos, quizás debo de recuperar el tiempo perdido, quizás debería de hacer más en estos meses que quedan antes de que me vaya del país, debo vivir parte de la experiencia de ser adolescente, me dejó caer en el escritorio debatiendo en que si podremos vivir una adolescencia como los chavos de mi edad. Salgo del salón en busca de mi mejor amigo y cuando lo encuentro le digo hay que hacerlo.




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