La Llamada

CAPÍTULO 4

Zaid se dio media vuelta a modo de que me estaba dando la espalda, se agachó un poco y volteó a verme, me soltó lo mano y me dio un escalofrío, sentí el aire frío en mi mano ¿porqué me soltó la mano?...

- ¿ Nao? ¿ me estás escuchando? - lo voltie a ver con cara de atontada, su vista estaba fija en mi rostro.

- Lo siento, no escuche, lo que me dijiste - me sentí tan tonta al decirle eso - ¿ Puedes repetirlo?

- Te estaba diciendo que te subieras a mi espalda, te voy a llevar adentro. - senti como las mejillas se me empezaban a poner coloradas - Vamos sube, se me están cansando las piernas. 

Di unos  pasos cojeando, cuando estaba enfrente de él empecé a sentir un cosquilleo en mi estómago. Cuando me subí a su espalda el se levanto y dio un pequeño brinco para acomodarse, pegue mi pecho a su espalda y empezó a brotar un holor, era su perfume, no podía dejar de holerlo, pude reconocer el perfume que traía puesto, UOMO ZARA MAN, empecé a sentir como el corazón empezaba a latirme más rápido de lo que yo creía que podía latir. 

Conforme  íbamos avanzando por el pasillo más me pegaba a la espalda de Zaid. En las paredes habían varias fotografías enmarcadas, hubo una que llamó mi atención, en ella estaba mi abuelita con sus hermanos, mis tíos y mi mamá, pero estaban en un hospital y mi abuelita estaba en la camilla sujetando con ambos brazos a dos bebés envueltos en una manta blanca salpicada de sangre, mi abuelita se veía muy jovencita, tenía una enorme sonrisa en su cara, ¿quienes eran esos bebés?... 

Llegamos a un cuarto que estaba pasando el comedor, estaba pintado de un gris muy deprimente, habían dos sacos de Box y varios pares de guantes de Boxeo, habían varias sillas a un lado de la puerta. Me sentó en una de las últimas sillas, la silla estaba fría. Cuando ya estaba sentada Zaid se arrodilló y tomó mi tobillo derecho y empezó a darle vueltas en círculos di un pequeño brinco del dolor y Zaid me volteó a ver, nuestras miradas se encontraron y nos quedamos así por unos cuantos segundos, ¿qué estará pensando?, ¿porqué me ve como si pudiera saber que es lo que pienso sobre él?. Desvío se mirada y me soltó el tobillo, camino hacia un tocador que no había visto, era azul marino pero parecía negro por todo el polvo, abrió el cajón y sacó una venda y una pomada de árnica. Cuando se paró enfrente de mi, me miró por unos cuantos segundos y después se agachó y volvió a tomar mi tobillo. 

- Te voy a quitar el teni - antes de que pudiera decirle algo me quito el teni, tenía un poco hinchado el pie, abrió el frasco de crema y me puso, cuando la crema toco mi piel senti un pequeño escalofrío,  me empezó a dar un masaje en donde se me veía hinchado. Soltó mi tobillo y me volteó a ver como nunca lo había hecho, con cara de alivio de que la persona que le importa esta bien, o bueno, al menos yo entendí eso. Levanto su mano y me acaricio la mejilla, mantuvo su mirada fija en mi rostro y después levanto su otra mano y la puso entre mi mejilla y mi oreja. 

- Nunca te había puesto mucha atención, pero ahora que nos volvimos a encontrar, me di cuenta de que sigues siendo esa niña alegre y cariñosa que me encantaba cuando éramos niños -  cuando terminó de decir eso me invadió una felicidad enorme y me dieron ganas de abrazarlo lo más fuerte que pudiera.

Después de unos segundos empezó a acercar la cabeza y fije mi vista en el, se estaba acercando más y más, mi mente me estaba gritando que me levantará pero mis piernas no respondían. ¡Me iba a besar! ¿Porqué me iba a besar? ¿Acaso él siente lo mismo que yo? Antes de que nuestros labios se pudieran tocar agache la cabeza y Zaid me volteó a ver, su mirada refejaba  cierta inquietud pero a la vez parecía que estaba divertido por lo que estaba haciendo. A los cuantos segundos me arrepentí de haberme alejado, eso era lo que había deseado que hiciera durante todos estos años y cuando por fin lo iba a hacer lo arruine todo. 

- ¿En serio creiste que te fuera a besar?- en ese momento me sentí tan ingenua, era claro, el no sentía nada por mi y ni siquiera sabía como me sentía - Nao solo somos primos - ¡claro gracias por recordarmelo después de que intentaste besarme!- Solo lo haría si los dos estuviésemos de acuerdo... ¿Nao?

Empecé a sentir humeda la cara levante mi mano hacia mi mejilla y Zaid quito su mano, cuando las yemas de mis dedos tocaron mi mejilla me dio un pequeño escalofrío en la espalda, estaba llorando sin que yo me hubiera dado cuenta, a lo mejor estaba tan metida en mis pensamientos que nisiquiera me di cuenta de lo que estaba pasando. Zaid me vio muy preocupado y puso sus dos manos en mis orejas, acerco su cara y nuestras frentes se juntaron.

- Perdón, no era mi intención que pasará esto - separo su frente de la mía y me besó la frente, sus labios se sintieron muy suaves. Levante mi vista hacia Zaid. 

- ¿ Qué están haciendo? - Zaid y yo volteamos atónitos y me invadió una sensación de vergüenza, era mi hermana estaba recargada en el marco de la puerta, con una leve sonrisa en su rostro.



#40621 en Novela romántica

En el texto hay: primer amor

Editado: 01.12.2019

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