Zaid se desplomó en frente de mi, el corazón se me aceleró y me tiré a lado de Zaid, había caído de lado sobre los mosaicos tapizados como una tabla de ajedrez, lo moví para ver si estaba consciente. Se había desmayado, jamás creí que fuera a ocupar el curso de primeros auxilios que nos dieron en la escuela... Bueno si no mal recuerdo lo primero que teníamos que hacer es aflogarle la ropa, pero no había mucho que aflojarle, así que le baje un poco la sudadera que traía Zaid, le tome su mano derecha y puse mis dedos índice, medio y anular en su muñeca inmediatamente arriba en la base del dedo pulgar e hice una ligera presión sobre su arteria, pero por más que lo intentaba no sentia nada y apreté un poco más fuerte al no sentir nada...
-¡Ayuda! ¡Zaid se desmayo!- se escuchó como se cayó de golpe una silla en el comedor y de inmediato salió la abuelita de Zaid, su rostro se veía muy pálido, antes de llegar a donde estábamos Zaid y yo se cayó de rodillas y gateo hasta donde se encontraba el cuerpo inconsistente de Zaid.
- ¡Mi niño! ¿qué le paso a mi hermoso niño? -su abuelita empezo a llorar, y la puerta se volvió a abrir de un golpe esta vez era su abuelito, se veía igual de pálido que su esposa, en ese momento me invadió una sensación de terror y pánico - Nao ¿tú sabes algo de primeros auxilios no? Ayúdame con Zaid por favor, has lo que creas necesario.
- Esta bien lo primero que tienen que hacer es llamar a emergencias - antes de que acabara de decir eso su abuelo saco su teléfono y se lo llevó al oído - Vamos a esperar que llegue emergencias para que...
- ¡No podemos esperarlos Nao! Ayúdame por favor
- Lo siento, no soy profesional en esto, apenas se que debo hacer. Lo mejor sería esperar a que lleguen los profesionales - en ese momento su abuela se dejó caer sobre el pasto mojado, su abuelo bajo el teléfono y vino corriendo a donde estábamos y abrazo a su esposa - ¿Qué le dijeron?
- Ya vienen en camino
El aire del hospital era frío y con un holor extraño. Llevamos media hora esperando para que nos dejen ver a Zaid . Nos dijeron que no había sido nada grave, que se desmayo por ayuno prolongado y probablemente por una emoción muy fuerte. Recordé como Zaid empezó a llorar por lo que pasó con sus papás, de como lo había abrazado y como se desmayo enfrente de mi. Creo que nunca me había asustado de esa manera, nunca me había pasado que algún conocido se desmayara cuando estaba conmigo. Pero ahora que lo pienso bien si hubo una ocasión en la que me asuste el doble; cuando tenía 6 años mi hermana y yo dormiamos en la misma habitación, mi mamá acostumbraba a irse a hacer ejercicio a las 5 de la mañana y regresaba hasta las 6; un día mi hermana empezó a convulsionar y yo no tenía idea de que hacer, el teléfono que mi mamá nos dejaba para la alarma no tenía saldo así que me tocó esperar a que regresará.
El doctor salió de la habitación en la que estaba Zaid y nos hizo una seña de que ya podíamos pasar. Zaid estaba recostado en una camilla, cuando entramos abrió un poco los ojos, su rostro se veía amarillo. Al verme entrar al cuarto se cubrió la cara con sus brazos y una leve mueca apareció en su rostro. Parecía avergonzado o disgustado de verme...
Quería preguntarle como estaba pero estaba claro que no estaba nada bien. Así que lo único que hice fue dedicarle una sonrisa tímida y estoy casi segura de que no me vio. Me senté en una silla que estaba a un lado de la puerta, al sentarme sentí lo fría que estaba la silla. En todo el rato que estuve ahí Zaid no se quito los brazos de la cara, después de unos cuántos minutos se quedó dormido, su abuelita salió del cuarto a comprar comida. Me levante de mi asiento y camine hacia donde estaba Zaid. Le retire los brazos del rostro, lo tenía muy pálido, le puse sus brazos a su costado y le acomode el pelo que tenia sobre los ojos, las pestañas y cejas las tenía muy tupidas. Se alcanzó a ver como Zaid movió sus ojos, y abrió un poco la boca.
- ¿Nao? - su voz era suave y parecía que le costaba hablar - ¿Dónde... dónde estoy?
- Ayer te desmayaste y te trajimos al hospital- al parecer cuando llegamos al cuarto, cuando abrió los ojos no vio en donde estaba - ¿cómo te sientes?
- Pues.. bien, me alegra que estés aquí.
- Bueno pues cuando llegue no parecía eso, pero me alivia saber que estas bien - Zaid me volteó a ver como si no supiera de lo que le estaba hablando y abrió la boca como si fuera a decir algo pero creo que lo pensó mejor y cerró la boca.
Su abuela abrió la puerta con mucho cuidado y casi sin hacer ruido, llevaba unas bolsas con comida, traía puesto un vestido color blanco con unos zapatos negros. Se le dibujó una enorme sonrisa al ver que Zaid ya había despertado. Se apresuró a dejar las bolsas en una mesita que estaba al lado de la silla en la que estaba sentada.
- ¡Zaid! ¡que bien que despertaste! ¿cómo te sientes? ¿tienes hambre?- su voz era una mezcla de preocupación y el típico amor de una madre hacia su hijo - ¿Zaid?