-¿Qué? - ¿qué le estaba pasando? ¿por lo menos penso en como me podía sentir? Pero claro, no podía saberlo, dudo que por lo menos sospeche en lo más minimo lo que siento hacía él.
-Que si no te gustaría ser mi...
-Mira ahí está tú abuela- Lo interrumpi antes de que pudiera terminar de decir lo que ya había escuchado, le solté la mano y camine hacia donde estaba su abuela, mire sobre mi hombro a Zaid, se veía anonado. Nos subimos al carro de su abuela, en todo el camino no nos dirijimos la palabra; eso si, varias veces lo atrape viendome. Me sentia un poco incomoda, ¿acaso así se portaba con todas las mujeres o sólo conmigo?
Me llevaron a mi casa para que me cambiara y Zaid se fue a la suya. No podía creer lo que había pasado. Zaid le había dicho al doctor que éramos novios y me pregunto que si no me gustaría serlo. Abrí la puerta de mi closet, saque un pantalón negro y una playera negra, prácticamente iba toda de negro, los tenis que me puse eran también negros pero la plataforma era color nut, agarre una chamarra del mismo color me puse una cadena que mi abuela me había regalado hace unos cuantos días. Tome mi bolso, saque mi teléfono y lo puse a cargar. En cuanto mi teléfono se prendió empezaron a llegar mensajes, tome mi teléfono para ver quien me había mandado mensaje, " Por favor Nao, dejame hablar contigo" " Regresa conmigo, no soy nada sin ti". Por el amor de Dios, que no me puede dejar de mandar mensaje, él es un ex con el que rompi hace ya un año se llamaba Diego y si digo se llamaba porque para mi ya esta muerto, pero al parecer él todavia cree que podemos ser algo, el motivo por el que lo deje fue por uno de los más comunes, la infidelidad, me dí cuenta de que aparte de mi tenía otras cinco novias, para ser sincera no esperaba mucho de él. Deje el teléfono sobre la cama y me fui a lavar los dientes.
Cuando su abuela llegó tome el bolso que habia llevado el dia en el que Zaid se desmayo, baje corriendo las escaleras y sali lo más rápido que pude, abri la puerta del coche esperando ver a Zaid sentado en el asiento a un lado de la ventana haciendo como si no existiera; pero no él no estaba en el coche.
-Hola...¿Donde esta Zaid?
-Dijo que él llegaba después a la comida- su voz se escuchaba un poco triste, a lo mejor habian discutido después de que me dejaron- Vamos sube, nos estan esperando.
A medio camino recibi una llamada de un número desconocido,apague mi teléfono y lo puse sobre el asiento del coche, el teléfono no dejaba de vibrar; tome el teléfono y conteste la llamada...
-¿Hola?
-Hola Nao.
-¿Quién habla?
-Soy Diego, solo llamaba para hablar contigo y queria preguntarte algo...
-Oye mira yo ya te deje más que claro que no quiero hablar contigo, no quiero saber nada de ti. Te pido de favor que ya me dejes de molestar.
-Solamente quería saber si piensas perdonarme - Le empezó a temblar la voz- Nao por favor perdoname.
-Mira ya te dije que si te perdonaba, pero que eso no significaba que todo iba a ser como antes. Que te puedo perdonar pero nunca voy a olvidar lo que me hiciste. Adiós ya me tengo que ir.
No espere a que me contestara y le colge. inmediatamente bloquie el número y meti mi teléfono a la bolsa. Maldita sea. Había olvidado que iba con la abuelita de Zaid, la verdad nunca hemos sido muy unidos a la familia por parte de mi abuelita.
-¿Un pretendiente?
Me miro por el retrovisor del coche con una leve sonrisa en su rostro y solo me forcé a sonreirle. Ella devolvió la vista a la carretera y tan pronto como aparecio esa sonrisa desaparecio. Al lado de la carretera habían rosas de varios colores, margaritas, varios olivos y pinos.El coche dio un pequeño brinco y lo que había sido un paisaje llevo de árboles y flores, de inmensidad de colores se había convertido en una pared de ladrillo, me perdi todo el vieje en algún lugar de mi mente, la abuela de Zaid estaciono el auto, y se bajo.
La entrada era un portón negro, el cual estaba abierto; habían dos muchachos parados a un lado interfiriendo el paso, ambos eran muy guapos; uno era de piel blanca como la nieve, su pelo parecía una plasta de pintura roja, su cara estaba llena de pecas y sus ojos eran color miel, llevaba un pantalon azul con una playera blanca que tenía el logo de la banda de rock "Queen" y unos tenis blancos; el otro muchacho estaba un poco más alto que el otro; también era de piel muy blanca, tenía el pelo negro y unos ojos azules con unas cejas muy gruesas las que le quedaban de maravilla, iba vestido practicamente igual que el otro muchacho, solo que su pantalon era blanco y su playera y tenis azules.
Cuando llagamos al portón mire al chico de pelo negro me sonrio, el otro solo tenía cara de pocos amigos. En cuanto entrabas habían varias mesas acomodadas al rededor del salón, había un pequeño escalon que daba a un patio enorme. En una mesa estaba sentado mi abuelito viendo su celular, corri para ir a abrazarlo pero escuche que alguien me gritaba. Me pare y me di media vuelta; era el chico de pelo negro.