La Llamada de Marcel

Capítulo 8: Marcel Casey

La Biblioteca General de Troyes en Boston, Massashusetts era un edificio moderno, de amplios ventanales, con marcos de aluminio. Dominaban los colores fríos en la estructura, blanco y celeste en particular.

Para muchos, la sociedad Troyes no era más que una especie de logia de superdotados, genios, filósofos, historiadores y matemáticos que habían sido bendecidos por las nada despreciables becas de estudio que la organización brindaba y todos los que estudiaban en los exclusivos centros de estudio, desde secundaria hasta universidades en varios países del mundo siempre destacaban en sus empleos, ya fuese en la empresa privada o pública.

Sin embargo había un lado oscuro, por supuesto. Era innegable que existían rumores de diversa índole sobre su metodología de estudios, especialmente en los oscuros internados de los cuales existían cinco secundarias y dos preparatorias en Estados Unidos. Se hablaba de castigo físico y otras formas de abuso más aterradoras. Todos los estudiantes de internado, sin excepción, terminaban ocupando puestos en la sociedad Troyes. Centro de Estudios Universales...

Las bibliotecas, cuyo acceso era público excepto ciertas salas, eran consideradas vanguardistas y numerosos estudiantes se beneficiaban de su uso, estudiaran o no en la Troyes. Luz en la oscuridad, oscuridad sobre la luz. El curioso lema escrito en latín sobre las puertas de cada biblioteca Troyes solo acrecentaba los rumores.

Al ingresar, el visitante encontraría numerosos tomos de profundo conocimiento humanístico y científico. Miles de volúmenes que contenían gran parte del saber humano en todas sus expresiones. Pocos adornos, solo hileras de estanterías. Y mesas repletas de lectores en ellas guardando monacal silencio.

Si alguien hubiese podido burlar la seguridad de la biblioteca y subir las escaleras, y no se tenían registros de nadie fuera de la Troyes que lo hubiese hecho, se hubiese sorprendido. Allí también había estanterías de libros, así como computadoras y oficinas. Pero no trabajaban las matemáticas o la física precisamente... Si hubiese tenido que adivinar, el visitante habría jurado encontrarse en las oficinas de una agencia gubernamental... En un despacho de la CIA o del MI6... Y casi habría estado en lo cierto.

Por último había un tercer piso.
En el había recintos y celdas monacales, curiosos laboratorios y un curioso templo cristiano. Ningún Troyes era ateo. Había varias organizaciones parecidas de varias acepciones religiosas en el mundo, pero la Troyes era cristiana. Podían verse trabajar juntos y en perfecta armonía a protestantes y católicos... No había anglicanos... Ellos también tenían una oficina propia.

En uno de estos recintos vivía Francés Atkinson, directora de la Biblioteca de Boston. Su habitación había estado casi vacía la última semana. Sólo el personal de limpieza había entrado, pues Frances había estado viviendo con su cuñada y su sobrino-nieto en Candle Cove los últimos días. Necesitaba verle de cerca.

Habían sido muy ocupados puesto que aparte de los eventos de Candle Cove, la aparición entre los restos en el bosque de un joven oficial/estudiante de la Troyes implicaba mil maniobras de ocultamiento... Esa era quizá la parte más dura de su trabajo. Mentir a otra familia...

No podía revelarle todo lo que sabía aún. Todo lo que podría saber sobre la Troyes, sus padres o ella misma tendría que esperar. Necesitaba la autorización del Consejo de Ingreso.

En principio era sencillo, se presentaba el informe del aspirante y se determinaba que tipo de estudios debía realizar. Si poseía habilidades especiales, era más listo o más fuerte que la mayoría debido a su ascendencia, se les enviaba a centros de estudio más o menos regulares dónde se les vigilaba.

De poseer una habilidad extraordinaria se transferian a un Internado.

En el primer año, cuando el aspirante poseía habilidades especiales se le explicaba la verdad. Su origen, sus posibilidades.

En ocasiones sus habilidades no eran realmente excepcionales y no tenía mucho más que ofrecer, sin embargo eran indudablemente genios que eran transferidos a centros menos rigurosos donde sería su cerebro el que trabajaría por la Troyes.

Si culminaban los tres años y aún podían ofrecer más... Entonces pasaban a Preparatoria y luego la Universidad. Los estudiantes de las preparatorias Troyes eran ya oficiales en toda regla. Los pocos universitarios... Esos eran líderes.
Muy pocos completaban ambos ciclos con vida. Estos eran los miembros en pleno de la Troyes.

Frances había presentado ya el informe. Alex era uno de esos excepcionales casos. Sólo 25 estudiantes en la costa Este. Todos estudiarían en el internado de Massachusetts. Alex debía ser el 26.

Pero había un problema, Frances esperaba que algún tarado en la Junta de Reclamaciones demorara su ingreso. Supuso que pondrían su edad como limitante. Apenas tenía diez años, cumpliría los once ya iniciado el curso, pero Francés no les dejaría salirse con la suya. Ya en el informe había sido muy clara.

No, la realidad era otra.

Sabía perfectamente que el padre de Alex, Marcus Alexander, era la verdadera causa de sus temores. Ya el mismo Marcus, como hijo de una prominente familia de Practicantes (brujos todos ellos) estuvo a punto de ser rechazado.

Lo único que le quedó a Frances por hacer fué recordarles que, a pesar de lo ocurrido con Marcus, la opción habría sido más inquietante. Tenían en sus manos a un Extraño con sangre de Practicante. ¿A cargo de quién correría su educación?.

Sylvia había sido muy clara, ella no podría transmitirle más conocimiento que el que ella poseía. Magia blanca curativa.

Alex era capaz de mucho más. Sylvia y Frances lo tenían muy claro. Si iniciaba por ese camino tendría que ser educado por alguien más preparado.

Si tan solo su abuelo... Ese si que era un brujo excepcional. En todos los aspectos.

El teléfono de la oficina sonó haciendo que Frances derramara parte de su café sobre ella. Por Sylvia y Robert había abandonado el té que todos asumían debía beber como británica.
Le tomó unos segundos levantar la bocina.
En un mes empezarían las clases, el primero de septiembre Alex debía ir a Chesterfield o a Luisiana. ¿Que lado de su sangre habría de seguir?



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En el texto hay: misterio, lucha, primigenios

Editado: 05.08.2022

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