Parte 1
Tiempo:
4:30 pm, 17 de enero de 2002.
Lugar:
Centro de Rasheljaw, Condado de Alzekar, Continente Ranmer.
Aboran y Zoey se colocaron las máscaras solamente por precaución, sabían que en algún momento esas habitaciones también se inundarían con niebla azul, pero en esos momentos no creían que se estuviera filtrando. Aboran abrió la puerta y saltó a los brazos de Lanss.
—Que gusto que estes bien gatita —expresó Lanss abrazándola. Aboran se apoyó en el hombro de Lanss. Retirándola en el siguiente segundo. Zoey estaba mirando a Ardoz mientras silbaba.
—Ella es Zoey, mi prima —la presentó Aboran. Lanss y Zoey se dieron la mano con una sonrisa bastante forzada, no porque se hayan caído mal, si no, porque en aquella situación era muy complicado sonreír naturalmente.
Los tres pasaron al depósito y cerraron la puerta, afortunadamente Zoey había cerrado la puerta antes del incidente, lo que les había permitido quitarse las máscaras en aquel ambiente con las estanterías corridas.
—Las cosas están muy complicadas —expresó Lanss con temor, sus manos comenzaban a temblar como gelatina sin control de tan solo pensarlo.
—¿Qué has visto querido? —preguntó Aboran apoyando una mano en el hombro de su amado.
—Nada, eso es todo lo que vi. De camino hacia acá no pude ver otra persona, parece que todos esfumaron por completo, incluso —Lanss tragó saliva, y los sollozos por parte del chico se hicieron presentes se tomó unos momentos.
No llores, Zoey. No llores, se ordenó la niña a sí misma en sus pensamientos intentando contener las lágrimas, las palabras de Lanss le estaban golpeando su pequeño corazón como si grandes estacas de madera se hubieran clavado en aquellos instantes. Sus ojos verde oscuros brillaron, pero tras un par de suspiros contuvo las lágrimas.
Lanss se intentó calmar, y continuó con el relato:
—Incluso en la tienda de videos de mis padres no había nadie, inclusive ellos se han ido. Necesito encontrarlos.
—Cálmate Lanss —expresó Aboran volviendo a sentar a su novio en la pequeña silla de madera—, necesitamos movernos rápido. No nos podemos quedar aquí para siempre terminaríamos igual que ellos, hay que pensar con la cabeza en frío si no queremos cometer una estúpides ¿De acuerdo? —preguntó Aboran mirando a Zoey y Lanss que parecían estar perdiendo los estribos—. En un principio quiero que salgamos del pueblo, mientras más lejos estemos de esta neblina, mejor estaremos. Necesito que nos ayudes a llegar a la biblioteca de Rasheljaw Lanss...
—¿Para qué? —preguntó el muchacho.
—Para descubrir... Dónde se encuentra esto —Aboran le hizo unas señas a Zoey para que se acercara, Zoey caminó hasta donde estaba y la niña miró a su prima con cierta desconfianza—, adelante puedes mostrarle —Zoey sacó su llave extendiendo el papel. Lanss lo examinó—, ¿Puedes saber de dónde es la dirección esta?
Lanss negó con seriedad.
—¿No sería más fácil ignorar esto e ir a por tus padres en el Condado de Alzekar? —preguntó Lanss, Aboran apretó su quijada y tiró de la oreja a Lanss llevándolo a un costado de la habitación.
—Si no quieres buscar la dirección conmigo está bien —susurró Aboran—, pero yo no voy a dejar a Zoey sin respuestas. Su padre se fue al igual que los tuyos y tuvo que ver la muerte de su madre y como yo la enterraba, sin poder recibir un proceso Residual digno. Así que o te unes o no se... —expresó Aboran con rostro serio. Lanss estaba ruborizado de la vergüenza que le causaba haber dicho eso enfrente de Zoey.
—Por Narelam... Yo no... —dijo Lanss, pero no se le ocurrió más nada. Aboran asintió, Lanss regresó hacia donde se hallaba Zoey y se agachó para estar un poco a su altura, tampoco era tan difícil que Lanss estuviera a la altura de Zoey—, lo siento Zoey, no sabía...
—Está bien —contestó Zoey forzando una sonrisa.
—Bien —dijo Lanss— Iremos a la biblioteca de Rasheljaw para averiguar de esa curiosa dirección, ¿Estás segura de que es una dirección Zoey?
—Sí. Mi madre me dijo que era una dirección, pero no pudo decirme de dónde era.
—¿Se puede saber dónde trabajaban tus padres o al menos dónde podían frecuentar? —preguntó Lanss. Zoey asintió.
—Mi madre trabajaba aquí en Rasheljaw y mi padre en el Condado.
—¿En este Condado? ¿En Alzekar? —preguntó Lanss—. ¿De qué trabajaba?
—Era arquitecto, creo. Nunca ví un trabajo suyo. Tampoco recuerdo haber ido al Condado muchas veces, alguna que otra vez para viajes escolares, pero nada más que eso —expresó Zoey.
—Tal vez debe ser algún amigo de tu padre, que vive en el Condado. A lo mejor tu padre se puede estar quedando allí. Sin embargo, buscaremos la dirección tanto en el Condado como en los diez pueblos. Incluyendo Rasheljaw. No podemos fiarnos de lo que sabemos, a lo mejor está acá.
—Si está acá podemos darnos por vencidos —añadió Aboran—, si la persona vivía acá ya se debe haber esfumado.
—¿No tienes otros familiares en el Condado? —preguntó Lanss. Zoey negó con su cabeza.