La llave de la verdad | Crónicaz Multiversales 1

Capítulo 19 - Desaparecida

Parte 1 

 

Tiempo: 

8:43 am, 18 de abril de 2002

Lugar: 

Isla de los Kabarys 

 

El sol recién estaba saliendo y las cortinas de color blancas hicieron que la luz matutina se filtrase despertando a Zoey en aquel momento, se desperezó y aplastó un poco su cabello totalmente despeinado. Se tocó su panza que seguía hinchada por toda la comida que había degustado la noche anterior. Se levantó y puso su ropa. Por Narelam hacia mucho que no comía tanto así, pensó la niña, mientras se lavaba su cara y los dientes. Salió a parte principal de la casa de Amanda y la mujer estaba sentada en una habitación del fondo donde la puerta estaba abierta, la mujer levantó su vista y se sacó sus lentes.  

—¿Cómo has despertado Zoey? —preguntó Amanda—, tu prima y su novio están afuera viendo a los Kabarys entrenar —los ojos verde oscuros de Zoey se abrieron tanto que su aspecto de relajación despareció de momento al otro. Zoey caminó hacia afuera y pudo ver como estaban varias personas reunidas a un costado de la casa de Amanda. Caminó y pudo divisar que fuera de la práctica que estaban teniendo, se encontraban Aboran, Lanss y la mujer que había saludado la noche anterior. ¿Cómo era su nombre? Intentaba recordar Zoey en el interior de su mente. Por Narelam que mala soy con los nombres.  

Llegó hasta allí y saludo a Aboran y Lanss, y a la mujer.  

—¿Cómo era tu nombre? —preguntó Zoey.  

—Es Saininar, es un poco complicado de recordar Zoey, además son muchas personas que acabas de conocer —expresó Saininar con una sonrisa. La vista de las dos se concentró en la práctica que estaba siendo llevada a cabo por Otidas, el hombre que los había recibido de nombre Etry y un tercero. Que no conocía su nombre, pero lo había visto un par de veces. Los tres tenían sus espadas afuera y parecía que el entrenamiento todavía no había comenzado, Zoey se sentía un poco curiosa por cómo sería el poder de el que le habían hablado Otidas y Amanda. Los tres tenían un cinturón con varios compartimientos en algunos podía notarse que era agua, pero otros estaban cubiertos.  

—¿Cómo funcionan los poderes? —preguntó Zoey a Saininar que se encontraba a un lado.  

—Todo viene del sol —comenzó a explicar Saininar—, e inicia cuando el Kabary enciende su poder. Nos concentramos y una bruma oscura rodea la espada, solamente podemos verla con nuestros ojos violetas —aclaró la mujer—. Una vez que el poder de la espada se activa. El sol envía sus rayos de luz y los hace reflejar en la hoja de la espada —Zoey pudo advertir que Otidas estaba mirando detenidamente la espada—. Los Kabarys podemos ver tres colores diferentes. Rojo. Amarillo y Naranja.  

—Ver colores... —dijo Zoey—, ¿A qué te refieres con eso? 

—Esos son los colores que el sol puede brindar dependiendo de la posición en la que este la hoja de la espada, nosotros solamente podemos ver uno de los tres colores a diferencia, y esto va con todo respeto, de Regina y Megan. A su vez existen tres maneras de sostener el arma que provocar tener estos tres poderes. En mi caso, por ejemplo: Yo puedo ver solamente el color naranja, y eso me habilita a cambiar a ciertos estados de la materia, pero tengo que blandir mi espada con la mano derecha para tener un poder, con la mano izquierda para otro y con ambas manos para el tercer poder.  

De verdad que intento comprender, pero Saininar me lo estas poniendo muy difícil, pensó Zoey desviando su mirada a la práctica. Pudo ver como Otidas se había llenado la boca con agua y la tiraba en medio del campo para poder cortar el agua con aquella hoja, como por arte de magia el agua se convirtió en neblina y cubrió un rango del campo dejando a "oscuras" a los participantes. Otro de ellos tiró un poco de tierra que se transformó en una especie de neblina, pero de otro curioso color.  

—Esa nube que surgió allí es para dormir a tu oponente —expresó Saininar a un costado. El combate terminó con Etry como ganador, en el suelo habían quedado huecos y charcos de agua como si hubiera llovido durante todo el día. Los dos hombres que estaban peleando contra Otidas se retiraron saludando a todos allí. El tercer hombre que Zoey no conocía se presentó, este parecía ser un poco más viejo que Otidas, Etry y Saininar. Aparentaba unos cincuenta años, tenía el pelo blanco y un ojo marrón y el otro violeta.  

—Es un placer conocerla Zoey Viquery —dijo el hombre—. Mi nombre es Fizante.  

—El placer es mío, señor Fizante —contestó Zoey con una sonrisa saludando al hombre.  

—¿Te ha gustado el entrenamiento? 

—Un poco, no logro descubrir cómo funcionan muy bien los poderes —dijo Zoey un poco pensativa—. Al menos ya he tenido la oportunidad de practicar con una espada antes de venir para la isla.  

—Ten un poco de cuidado y de precaución que estás armas no son nada parecidas a cualquiera que haya probado —expresó Fizante—, nos vemos señorita Zoey Viquery.  

Zoey desvió su mirada y se concentró en el campo de batalla donde todavía se hallaba Otidas el chico todavía estaba practicando con su espada negra. Zoey se acercó y pudo notar que tenía la otra espada en su cintura, aquella que era de color roja con el diminuto pájaro tallado entre el mango y la hoja. 

—¿Es muy difícil poder dominar una espada así? —preguntó la niña.  

—Un poco al principio. Las espadas están hechas de Balkhar, ¿Has oído del metal Balkhar Zoey?  




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