Tiempo:
29 horas, día 50, del sexto mes de 4032
Lugar:
Terraza del palacio del nunqui Ona, Dominio Montañoso, continente Vanlión, universo Haleran
Zoey tomó la manga de su campera, la cortó un poco más y la ató alrededor de cabeza.
Se levantó para agradecerle la ayuda a la mujer de cabello blanco. Se quedó atónita cuando notó que aquella mujer tenía un cerca de los setenta años tal vez, ¿Cómo una mujer tan grande le había podido hacer frente a Calíope?
—¿Quién eres? —preguntó la joven kabary.
—¿Todavía no te das cuenta? Tú padre se percató en el momento en que me vio. Tal vez… Esto te haga recordar. ¿Puedes abrir el bolso, por favor?
Zoey se paró a duras penas mirando aquella extraña maleta.
—Por favor Zoey, ¿No confías en otro kabary? —preguntó la mujer. Zoey suspiró y caminó hasta el lado del bolso. Lo abrió y sacó su contenido una caja musical era de color rosa claro (desde lejos parecía blanca) al costado izquierdo de la caja había una pequeña perilla de color dorada.
Zoey la sacó con la boca abierta.
La joven kabary se fijó al costado e hizo girar la pequeña perilla hasta que pudo sentir un "crack" en la caja musical, en ese momento se empezó a abrir en tres, una solapa hacia la izquierda otra hacia la derecha y la última hacia atrás. En el interior apareció una figura de una diminuta bailarina de ballet de color dorada, el interior de la caja era roja y acolchada, la bailarina empezó a girar su propio eje y al mismo tiempo que sonaba una agradable y pegajosa melodía. Antes de que si quiera pudiera preguntar que hacía con esa caja musical, a sus espaldas la mujer empezó a cantar.
—Cuando la oscuridad aceche, tienes que resguardarte en los que más confías—en ese momento Zoey se unió al cantico—. Al final, el sol volverá a salir y si es de noche las rápidas estrellas te harán compañía, jamás estarás sola y mucho menos en completa oscuridad.
Al terminar Zoey Viquery llegó hasta el lado de la mujer mayor y la abrazó. La mujer sonrió rodeando con sus brazos a Zoey. La adolescente negó con su cabeza hundida en el pecho de la mujer.
—No entiendo… —expresó Zoey entre sollozos—, ¿Cómo sobreviviste mamá?
—Ya ya —dijo Regina acariciando el cabello de su hija—, ya pasó todo. Estoy aquí, quiero que vengas conmigo —Zoey levantó su mirada.
—¿A dónde?
—Necesito que vayamos ahora, allá vas a poder descansar. Nos vamos a Zhadgakar, vas a poder volver por tus amigos. Pero es imprescindible que nos vayamos ahora —con los ojos brillosos por sus lágrimas, Zoey asintió. Regina también lo hizo con una sonrisa.
Su madre se agachó y puso su mano sobre la bailarina dorada, la hizo girar varias veces en diferentes sentidos. Desde el interior de la caja (desde su alfombrado rojo) comenzaron a salir partículas azules muy similares a las que habían salido cuando los avivadores invocaban su magia.
—Espera —dijo Zoey haciendo un ademan para ir a buscar a Luz Nocturna, pero Regina la detuvo.
—Tranquila, ya viene —en ese momento Ardoz llegaba trotando a toda velocidad el pequeño perro blanco pasó entre las piernas de Tabittha que miraba atónita, caminaba hacia Zoey, Ardoz agarró del mango a Luz Nocturna y con todas sus fuerzas tiró de ella, las partículas azules empezaron a rodear a Zoey y su madre, esta se agachó y tomó a Ardoz entre sus brazos, su madre le ayudó con Luz Nocturna, los tres se comenzaron a desmaterializar. Lo último que pudo escuchar Zoey fue su nombre gritado por Tabittha Rockcher. Un rayo de color celeste salió disparado hacia el cielo. En el suelo del techo del castillo no quedó rastro de nada, ni siquiera de la caja musical.