La Llave Del Alba Olvidada

EL CIELO DONDE LAS ESTRELLAS BRILLAN

CAPITULO 15

Diez años habían pasado desde el Día de la Unidad donde todos los mundos se habían reunido. Aethermoor había evolucionado hasta convertirse en el corazón del universo —un lugar donde la magia de todos los reinos se mezclaba, donde escuelas enseñaban el equilibrio entre luz y sombra, viento y tierra, fuego y agua. El prado de flores azules ahora era un bosque de vida, con árboles de todos los mundos creciendo juntos y ríos de aether que fluían entre ellos.
Sol, ahora de dieciocho años, caminaba por el bosque con Lyra y Estrella —ambas también de dieciocho. Sol era alto y delgado, con pelo dorado como el sol de Lucerna y ojos azules helados que brillaban con la luz del equilibrio. Lyra tenía el pelo negro como la noche y ojos púrpuros que alternaban entre luz y sombra. Estrella tenía el pelo rubio y ojos dorados que emitían la luz de Lucerna. Los tres llevaban sus amuletos —el de Sol de plata y viento, el de Lyra de cristal y nube, el de Estrella de cristal de Lucerna.
"¿Recuerdas cuando fuimos al Reino de las Estrellas Oscuras?" preguntó Lyra, sonriendo. "Eramos tan pequeños, pero creímos que podíamos cambiar el mundo."
"Y lo hicimos," dijo Sol, mirando el portal de las estrellas crecidas, que brillaba en el centro del bosque. "Y seguimos haciéndolo. Cada día, ayudamos a nuevos mundos, fortalecemos la conexión entre todos."
Estrella asintió. "Mis padres siempre dicen que el legado no es lo que dejamos atrás, sino lo que crecemos con los demás," she said.
Mientras hablaban, el portal de las estrellas crecidas se hizo más brillante. El ser de luz del Corazón del Universo apareció en el cielo, envolviéndolos en luz blanca. "Los nuevos guardianes," dijo su voz, suave y fuerte. "Llamo a Sol, Lyra y Estrella al Corazón del Universo. Es hora de que asumáis vuestra verdadera misión."
Los tres se miraron, con la mirada seria. Habían esperado este momento durante años. Corrieron hacia la casa de Elara y Kael, donde encontraron a sus padres, Luna, Torvin y Aero, que también habían escuchado la llamada.
"Es hora," dijo Elara, abrazando a Sol. "Hemos preparado todo para esto. Vosotros ahora eráis los guardianes del equilibrio."
Kael abrazó a Sol con fuerza. "Tenemos fe en vosotros," dijo. "Tenéis todo lo que necesitáis —luz, sombra, viento, amor y la conexión con todos los mundos."
Luna abrazó a Lyra. "Eres más fuerte de lo que crees," dijo. "Tu magia de luz y sombra es la clave del equilibrio."
Torvin asintió. "Siempre has sabido cómo usar tu poder con responsabilidad," he said to Lyra.
Aero abrazó a los tres. "El viento llevará vuestra voz a todos los mundos," dijo. "Nunca estaréis solos."
Estrella abrazó a sus padres, Aldric y Valerius, que habían llegado rápidamente. "Haznos sentir orgullosos," dijo Aldric.
Los tres nuevos guardianes se dirigieron al portal de las estrellas crecidas, acompañados por todos sus seres queridos. La gente de Aethermoor y los habitantes de todos los mundos se reunieron a lo lejos, saludándolos y deseándoles suerte.
"Vamos," dijo Sol, cogiendo las manos de Lyra y Estrella. "Juntos."
Entraron en el portal. El viaje fue de luz y viento, con todas las estrellas de todos los mundos pasando a su lado. Sentían la energía de cada reino —la luz de Lucerna, la equilibrio de los Hielos Helados, la vida de los Árboles Eternos, la conexión del Viento Eterno, la luz oculta de las Estrellas Oscuras.
Finalmente, aterrizaron en el Corazón del Universo. La esfera del equilibrio brillaba en el centro, con todos los colores del arcoíris. Alrededor de ella, el abismo negro se extendía hasta el infinito, pero ahora estaba lleno de estrellas que brillaban con luz.
El ser de luz se acercó a ellos. "Bienvenidos al Corazón del Universo," dijo. "Vuestra misión es mantener el equilibrio de todos los mundos, fortalecer la conexión entre ellos y enseñar a las nuevas generaciones el poder del amor y la amistad."
"Pero ¿qué es nuestra verdadera misión?" preguntó Sol.
El ser de luz sonrió. "Vuestra verdadera misión es crear un nuevo cielo —un cielo donde todas las estrellas brillen juntas, sin importar su color o su origen. Un cielo que represente la unidad del universo."
Mientras hablaba, la esfera del equilibrio empezó a vibrar. Un rayo de luz se extendió desde ella hacia los tres guardianes, envolviéndolos en energía. La magia de Sol, Lyra y Estrella se mezcló con la energía de la esfera, creando una luz arcoíris que se extendió por todo el abismo.
"Recuerden," dijo el ser de luz. "La luz no puede existir sin la sombra, el viento no puede existir sin la tierra, el amor no puede existir sin la conexión. Todo está interconectado."
Los tres guardianes cerraron los ojos y se concentró. Sentían la energía de todos los mundos, de todos los seres que habían ayudado, de todos sus seres queridos. Esa energía fluyó hacia ellos, fortaleciendo su magia.
Sol usó su magia de equilibrio para unir todas las energías. Lyra usó su magia de luz y sombra para crear figuras de luz que llenaron el abismo. Estrella usó su magia de Lucerna para fortalecer la luz de todas las estrellas. Juntos, crearon un nuevo cielo —un cielo donde todas las estrellas de todos los mundos brillaban juntas, formando un tejido de luz y color que se extendió por todo el universo.
Mientras creaban el nuevo cielo, Elara, Kael, Luna, Torvin, Aero, Aldric y Valerius llegaron al Corazón del Universo, atraídos por la energía. Miraron con admiración a los nuevos guardianes, sabiendo que habían cumplido su legado.
"Ellos lo han hecho," dijo Elara, con lágrimas de alegría en los ojos. "Han creado un cielo donde todas las estrellas brillan juntas."
Kael abrazó a Elara. "Nuestro trabajo ha terminado," dijo. "Ahora es el turno de ellos."
La voz de los nuevos guardianes se escuchó en todo el universo, unidas en una sola:
"Somos los guardianes del equilibrio. Hemos creado un cielo donde todas las estrellas brillan juntas —un cielo de unidad, amor y conexión. Que este cielo ilumine el camino de todas las generaciones venideras. Que la luz nunca se apague."
La luz del nuevo cielo se extendió por todo el universo, llegando a cada mundo, a cada rincón. Los habitantes de todos los mundos miraron al cielo con admiración, viendo las estrellas de todos los lugares brillando juntas. La paz se fortaleció, la conexión se hizo más fuerte, el amor se extendió por todo el espacio.
Los nuevos guardianes se desvanecieron en la luz del nuevo cielo, convirtiéndose en parte del equilibrio del universo. Ahora, estaban en todos los lugares a la vez —protegiendo, ayudando, conectando.
Elara, Kael y los demás se quedaron en el Corazón del Universo, mirando el nuevo cielo. "Esto es lo que siempre quisimos," dijo Luna, abrazando a Torvin.
"Sí," dijo Torvin. "Un universo unido, donde todas las estrellas brillan juntas."
Aero sonrió. "El viento llevará su legado a todos los mundos," dijo.
Aldric y Valerius asintieron. "La luz de Lucerna estará siempre con ellos," dijo Aldric.
Los seres queridos se dirigieron al portal de las estrellas crecidas, listos para volver a Aethermoor. Mientras caminaban, el ser de luz se acercó a ellos. "Gracias," dijo. "Vosotros creasteis los guardianes que salvaron el universo y crearon un nuevo cielo. Vuestro legado vivirá por siempre."
Volvieron a Aethermoor, llegando al bosque de vida que había sido el prado de flores azules. La gente de Aethermoor y los habitantes de todos los mundos les esperaban con aplausos y abrazos. Todos habían visto el nuevo cielo, y sabían que el universo estaba a salvo.
Elara se acercó al centro del bosque, mirando el portal de las estrellas crecidas y el nuevo cielo que se veía a través de él. "Todo empezó aquí," dijo, con la voz suave. "En un prado de flores azules, con dos extraños que se reencontraron y decidieron luchar por la luz."
Kael abrazó a Elara. "Y terminó con un cielo donde todas las estrellas brillan juntas," dijo. "Con un legado que crecerá por siempre."
Mientras se quedaban allí, en el bosque de vida, con el nuevo cielo brillando a través del portal, Elara pensó en todo el camino que habían recorrido. Habían empezado con miedo y dudas, habían luchado contra la oscuridad más grande del universo, habían creado una alianza de paz, habían dado a luz a una nueva generación de guardianes.
Ahora, el universo estaba unido, lleno de luz y amor. El cielo donde todas las estrellas brillaban juntas era su legado —un legado de amor, amistad, equilibrio y conexión. Un legado que nunca se apagaría.
Y en el bosque de vida, donde todo había empezado, las flores azules brillaban con luz de todas las estrellas, recordando a todos que el amor es la fuerza más fuerte del universo, y que juntos, todos podemos crear un cielo más brillante.




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