CAPITULO 16
Cinco años habían pasado desde que Sol, Lyra y Estrella crearan el cielo donde todas las estrellas brillan juntas. El universo había alcanzado una paz y una conexión que nunca se había visto antes —los mundos se comunicaban todos los días a través del portal de las estrellas crecidas, compartiendo conocimientos, cultura y alegría. Aethermoor seguía siendo el corazón del universo, pero ahora cada mundo tenía su propio centro de conexión, creando una red de luz que cubría todo el espacio.
Elara y Kael se sentaban en el porche de su casa, mirando el bosque de vida que había sido el prado de flores azules. A sus lados, Luna y Torvin, Aero, Aldric y Valerius —todos reunidos para celebrar el aniversario de la creación del nuevo cielo. Los años habían dejado huellas en sus rostros, pero sus ojos seguían brillando con la misma luz de amor y esperanza.
"¿Recuerdas cuando creímos que nunca llegaríamos a esto?" preguntó Luna, sonriendo mientras tomaba un vaso de néctar de los Árboles Eternos. "Cuando el Abismo amenazaba con destruir todo."
"Recuerdo," dijo Kael, abrazando a Elara. "Pero siempre tuvimos la fe —fe en nosotros mismos, fe en nuestros amigos, fe en el poder del amor."
Aero miró al cielo, donde las estrellas de todos los mundos brillaban juntas. "El viento está lleno de sus voces," dijo. "Sol, Lyra y Estrella —ellos están en todos los lugares, protegiendo el equilibrio."
De repente, el portal de las estrellas crecidas se hizo más brillante. Una luz dorada se extendió desde él, y la voz de Sol se escuchó en el aire:
"Padres, amigos —venid al Corazón del Universo. Tenemos algo importante que mostraros. Es el sueño que todos compartimos."
Todos se miraron, con la mirada emocionada. Se dirigieron al portal y entraron, viajando a través de la luz hasta el Corazón del Universo. Al llegar, encontraron a Sol, Lyra y Estrella —ahora en forma de luz arcoíris, pero con sus rostros reconocibles— junto a la esfera del equilibrio.
"¡Padres!" dijo Estrella, con una voz de luz. "Bienvenidos. Hemos creado algo que queríamos mostraros —el sueño que todos compartimos."
Los nuevos guardianes extendieron sus manos, y la esfera del equilibrio empezó a vibrar. Un rayo de luz se extendió desde ella, creando una imagen en el aire —un sueño que todos los seres del universo estaban teniendo al mismo tiempo.
Vieron un mundo donde todos los seres vivían juntos, sin diferencias, sin miedo. Vieron niños de todos los mundos jugando juntos, hechiceros y guerreros trabajando juntos para proteger la vida, parejas de diferentes lugares amándose sin restricciones. Vieron árboles de todos los reinos creciendo juntos, ríos de todas las energías fluían juntas, el viento llevaba la alegría a todos los rincones.
"Este es el sueño que todos compartimos," dijo Sol. "El sueño de una unidad completa, de un universo donde todos son uno, sin perder su propia identidad."
Lyra asintió. "Hemos estado trabajando en esto durante años," dijo. "Cada día, la conexión entre los mundos se hace más fuerte, y este sueño se hace más real."
"Pero necesitamos vuestra ayuda para hacerlo realidad completamente," dijo Estrella. "Necesitamos que todos los seres del universo crean este sueño con nosotros."
Elara se acercó a los nuevos guardianes, con lágrimas de alegría en los ojos. "Este es el sueño que siempre tuvimos," dijo. "El sueño de un universo en paz, unido por el amor."
Kael asintió. "Y lo haremos realidad," dijo. "Todos juntos —todos los mundos, todos los seres, todos los guardianes."
Los guardianes antiguos y nuevos se unieron en el centro del Corazón del Universo, sus manos se encontraron, y su magia se mezcló. La esfera del equilibrio brilló con luz más intensa, y el sueño se extendió por todo el universo, llegando a cada ser, a cada mundo.
Mientras el sueño se extendía, los habitantes de todos los mundos cerraron los ojos y lo sintieron —el sueño de unidad, de amor, de paz. Se despertaron con una sensación de esperanza y conexión, sabiendo que estaban partícipes de algo grande.
De repente, la luz del nuevo cielo se hizo más intensa, y todas las estrellas se unieron en una sola luz arcoíris que brilló en el centro del universo. La voz de todos los guardianes —antiguos y nuevos— se escuchó en todo el espacio, unida en una sola:
"Este es el sueño que todos compartimos. Un sueño de unidad, de amor, de paz. Hoy, hacemos este sueño realidad. Que el universo sea siempre uno, que la luz nunca se apague, que el amor domine todo."
La luz arcoíris se extendió por todo el universo, envolviendo cada mundo, cada ser, cada rincón. Los mundos se acercaron unos a otros, conectados por la luz, formando un solo tejido de vida y amor.
Los guardianes antiguos se miraron, sabiendo que su trabajo estaba completo. Elara abrazó a Kael, Luna a Torvin, Aero a Aldric y Valerius. Todos sentían una sensación de paz y satisfacción —habían cumplido su misión, y el universo estaba en buenas manos.
"Es hora de volver a casa," dijo Elara, mirando a los nuevos guardianes. "Vosotros tenéis el universo en sus manos. Haced que el sueño siga creciendo."
"Lo haremos," dijo Sol. "Y vosotros siempre estaréis con nosotros —en la luz, en el viento, en el amor que nos une."
Los guardianes antiguos volvieron a Aethermoor, llegando al bosque de vida. La gente de Aethermoor y los habitantes de todos los mundos les esperaban, con expresiones de alegría y esperanza. Todos habían sentido el sueño, habían visto la luz arcoíris, habían sabido que el universo era ahora uno.
Elara se acercó al centro del bosque, mirando el portal de las estrellas crecidas y el nuevo cielo que se veía a través de él. "Todo empezó aquí," dijo, con la voz suave. "En un prado de flores azules, con dos personas que se reencontraron y decidieron luchar por lo que creían."
Kael abrazó a Elara. "Y terminó con un universo unido, con un sueño hecho realidad," dijo. "Con un legado que vivirá por siempre."
Mientras se quedaban allí, en el bosque de vida, con la luz arcoíris brillando a través del portal, todos los presentes cerraron los ojos y sintieron el sueño —el sueño que todos compartían. Sentían la conexión con todos los mundos, la luz de todas las estrellas, el amor que unía a todos los seres.
Las flores azules del bosque brillaron con luz de todas las estrellas, los árboles de todos los reinos crecieron más fuerte, los ríos de aether fluían con energía de amor. El universo estaba unido, en paz, lleno de vida.
Y en el centro del cielo, todas las estrellas brillaban juntas, formando una luz arcoíris que iluminaba el camino de todas las generaciones venideras —el camino del sueño que todos compartimos, el camino del amor, la unidad y la paz.
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Editado: 14.12.2025