La loba en invierno

Capítulo 9

Wilfred

 

Belinda no paraba de llamarme y enviarme mensajes, sabía que podría haberme quedado con ella, pero de solo pensarlo sentía nausea, hacía tiempo que estaba solo aguantándola y ya no quería hacerlo. Por esto escogí quedarme en un motel, pagué dos noches con la tarjeta de mi padre que, por supuesto, no había cortado aún. Imaginé que esperaba que me arrepintiera. Pues no lo haría, lo sucedido era la gota que derramó el vaso.

Había sido un día muy loco, jamás imaginé que podría existir alguien capaz de llevar a cabo lo que le hicieron a Janis, era algo totalmente fuera de mi realidad, y eso me hizo pensar en cuantas cosas yo desconocía de la vida, siempre enfrascado en mis estudios y derrochando el dinero de mis padres en fiestas.

Por otra parte, recurrentemente, venía el rostro de Ilenia a mi mente, sus ardientes ojos verdes, su sonrisa divertida... Suspiré.

Ella me pidió que le hablara, sin duda el lunes lo haría, pero si trabajaría con ella no podía involucrarme, porque si no funcionaba, después perdería el trabajo y tendría que volver a empezar. De todas maneras, difícilmente una mujer como ella, exitosa, bordeando los treinta y dueña de una empresa, se fijaría en alguien como yo, que apenas estaba graduándome y que luego de renunciar a trabajar con mi familia no tenía ni donde caerme muerto, ya no sería el futuro heredero de una compañía, sino un empleado cualquiera. "No tengo nada que ofrecerle", pensé.

Una vez más sonó una llamada de Belinda y, por cansancio, finalmente la atendí.

— ¿Qué quieres?

— Por qué no me respondes, soy tu novia — me reclamó.

— Te lo he dicho mil veces, no eres mi novia, ni lo has sido nunca. Tú y yo, simplemente, nos acostamos de vez en cuando.

— Eso era porque esa tonta estaba en medio, pero ya no está, así que...

— Así que nada, Belinda, no somos novios ni lo seremos nunca.

Ella resopló antes de seguir hablando.

— ¿Por qué no has respondido mis llamadas?

— He tenido un día difícil, te lo dije en un mensaje.

— Qué puede ser tan difícil para que no puedas atenderme a mí.

— No sé cual es la parte que no entiendes de que no somos nada, no tengo por qué darte explicaciones, ni tomar tus llamadas si no deseo o no puedo hacerlo.

— Soy tu novia, estamos juntos desde el primer año, no puedes negarlo.

— Belinda, solo nos acostamos y así como contigo, me he acostado con muchas otras, ninguna es mi novia.

— Ninguna de las demás, pero yo sí.

— Pues no, fijate.

— Iré a tu casa.

— Has como quieras.

Cerré la llamada y me tiré sobre la cama de aquella habitación de hotel.

 

***

 

Ilenia

 

Luego de que todos se fueran, Milo nos contó la situación violenta que Janis tuvo que presenciar entre su padre y su abuelo, la pobrecilla había pasado momentos terribles. Todos estábamos muy cansados, por lo que cenamos algo ligero y nos dirigimos cada uno a nuestra habitación.

 

<<Por qué fuiste tan fría con nuestra pareja?>> Me reclamó mi loba.

<<Él podría estar tratando de acercarse por interés.>>

<<¿Y qué importa? Una vez que haya estado con nosotras ya no podrá apartarse.>>

<<No lo entiendes, él no es un lobo, podría estar con cualquiera.>>

<<Eso no es cierto, los humanos también sienten el vínculo, mira Janis.>>

<<Ella es una chica especial, buena y dulce. Wilfred es un mujeriego, recuerda la chica con la que estaba en la fiesta, y la forma en que trató a Janis por teléfono aquella vez. Además vimos las fotos de su Instagram...>>

<<Él puede cambiar por nosotras.>>

<<Los humanos difícilmente cambian, menos por una hembra, entiéndelo.>>

<<¿Y qué sugieres? ¿Que lo rechacemos?>> Gruñó inquieta.

<<Sugiero que vayamos lentamente> > expliqué. < <Él nos llamará el lunes, empezaremos a trabajar con él y veremos qué pasa.>>

<<Yo quiero que me monte, que esté impregnado de mi olor y así ya no habrá otra para él aparte de nosotras.>>

<<Eres una loba desasiado... pasional, puedo llevarte a Carpathians y elegirás el que te guste, como hacemos siempre.>>

<<Ya no quiero otro, lo quiero a él.>>

<<No entiendo por qué la Diosa nos dio a alguien así.>>

<<La Diosa Luna no se equivoca, seguramente es bueno, tal como dijo Janis.>>

<<Janis es una chica buena que ve bondad en todos lados, pero él ha dado muchas muestras de no ser lo que ella dice, le fue infiel con muchas, la maltrató, y…>>

<<Y ahora se ha preocupado mucho por ella, incluso peleó con su padre por esta situación, ya lo has oído…>>

<<No quiero pensar en ello, lo conoceremos mejor de a poco y ya veremos.>>

<<Eres demasiado racional>>

<<Y tú demasiado instintiva, ya veremos.>>

 

Solo debíamos esperar un día más, y al inicio de la semana seguramente Wilfred me llamaría, aunque mi loba tenía razón en que él se había preocupado por Janis ahora, no podía estar segura de si su cambio era verdadero, yo estaba consciente de que aunque fuera mi pareja destinada no podía aceptar a alguien que no fuera apto. Aunque también era cierto que Selene jamás se equivocaba, pero después de tantos siglos de soledad, yo tenía miedo.

El domingo fue un día corto afortunadamente, dormimos hasta tarde y después del almuerzo me tocó dirigir a la manada, puesto que Milo se dedicó en exclusivo a atender a su pareja. Ya al anochecer solo me quedaba una noche de sueño y nuevamente lo vería.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.