"Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo"
Efesios 6:11
— ¡Hola, Haza! — Dafne se enderezó, se puso de pie y saltó junto a Haza — ¿Cómo te sientes? Ya casi no se nota el moretón.
Estaba mintiendo, Haza sabía que Dafne estaba mintiendo.
Instintivamente se llevó la mano a la mejilla derecha, allí se extendía un enorme moretón morado y rojizo, que se volvía transparente en los bordes y el centro, por lo tanto ya estaba sanando, aún así se notaba bastante, era una pesadilla salir con semejante marca en el rostro, incluso varias chicas le habían dicho que podían acompañarla a denunciar a su "novio" por maltrato, cuando Haza rechazó e intento explicarles ellas le dieron un folleto para mujeres maltratadas y cómo salir de dicha situación, eso la conmovió, que un grupo de desconocidas se preocuparán de tal manera por ella.
Pero sin duda la más afectada era su madre, cuando le vio el moretón estuvo a punto de demandar a la escuela, pero debido a que fue todo un accidente poco pudo hacer al respecto, aún así eso no había evitado que fuera y les gritará por 30 minutos a el equipo de fútbol por su error, también había llevado un postre de calabaza que hizo Owen para el universitario que ayudo a Haza, pero toda su buena voluntad hacía él desapareció cuando se enteró de que era el mismo que la había golpeado con el balón, Kevin no estaba allí, pero de haber estado allí habría sido regañado por Evangeline, en su lugar fue el entrenador del equipo quien termino con el postre de calabaza aplastado en su brillante calva.
— Mejor, me siento mejor, aún me duele un poco al masticar pero nada insoportable — Haza rápidamente desvío el tema, pues no se sentía cómoda hablando de ello, más que todavía no había encontrado a Kevin, que gentilmente la había llevado a la enfermería, sin importar lo mucho que lo había buscado para agradecerle y disculparse por vomitarle encima parecía ser que la tierra se lo había tragado, muchos lo conocían, pero parecía ser que evitaba a Haza a toda costa — ¿Y ahora?
— ¿Ahora qué? — a lo mejor Dafne esperaba alguna clase de propuesta con tal de sobrellevar la hora libre que tenían, cortesía de un profesor que se enfermo.
Blue se puso de pie y sacudió su cabello azul, mismo que brilló gracias al sol.
— Yo iré por algo de comer, ¿Quieren algo?
Al instante los ojos de Dafne se iluminaron.
— ¡Sí! ¡Un batido de chocolate, plis! — rogó Dafne dando un par de saltos como una niña pequeña.
— ¿Y tú Haza? — Blue sacó del bolsillo de su falda su billetera roja de felpa y empezó a contar su contenido, a veces Haza olvidaba que esa era escuela de ricos.
— Estoy bien, gracias Blue.
— Vale — Blue le extendió el dinero a Dafne y ella lo tomó —. Ve y cómprame algo extremadamente frito y cubierto de chocolate, confió en tu juicio para no intoxicarme. Iría yo misma pero se me bajó el azúcar — Blue guiño un ojo, dando a entender que simplemente no quería caminar los quince metros desde el coliseo hasta la tienda.
— Okay — Dafne se fue dejando a Haza con la duda, no quería sonar grosera pero realmente quería saber.
Haza espero a que Blue se sentara a su lado para hablar.
— ¿Cómo te llamo? No me gusta utilizar apodos, así que quiero saber cuál es tú nombre real.
Blue la miró extrañada.
— Pues Blue, mí nombre, claro está.
— Espera...¿Blue es tú nombre real? Creí que era un apodo.
Blue alzó sus brazos estirándose y dejando caer su cabeza en los muslos de Haza, mirando al cielo, Haza se erizó ante aquel acto pero no dijo nada, ni siquiera respiro, solo suplico que el olor a sangre no llegará a Blue, después de todo Haza estaba en su periodo.
— Lo sé, un nombre horrible, pero mis padres me parieron a sus 18 y 30 años, ¿Qué se podría esperar? No lo pensaron muy bien antes de llamarme "Blue Suri Rose Lomelí Sevygnie", descuida, cuando cumpla 18 los demandare por semejante blasfemia de nombre.
— ¡Vaya! No tenía idea, lo siento.
— Descuida — Haza pensó que Blue se levantaría de sus muslos, pero en vez de eso se estiró como si Haza fuera su cama y se acomodo mejor en las piernas de la chica, los ojos de Blue se posaron directamente en los pechos de Haza —. ¡Que envidia! Solo 15 años y tienes más busto que yo, además de que tienes muslos gruesos — Haza se estremeció cuando Blue le dio una palmada en sus muslos —, a los chicos les gustan las chicas con muslos de mona china, te ganaste la lotería genética, niña — Haza se sentía avergonzada por aquel comentario, Blue le dio la espalda a Haza aun recostada en sus piernas —. Aunque Hazael si es un nombre muy bonito, ¿Qué es? ¿Hebreo?
— No, es Sirio, Hazael fue un rey de Aram-Damasco, pero mis padres lo eligieron porque significa "Dios ve, Bajo la mirada del Altísimo y alegría" — Blue contuvo una carcajada.
— ¡Vaya! Tus padres si lo pensaron bien, los míos solo colocaron un montón de nombres en trozos de papel y fueron sacando, y los nombres de los papeles que sacaban me los pusieron.
Haza pudo notar un índice de amargura en la voz de Blue, rápidamente supuso que estaba incómoda porque Haza asumiera que su nombre no era Blue.
— Realmente no pensé que Blue fuera tu nombre, lo siento.
— ¿Qué cosa? — Dafne le extendió una dona de chocolate mientras ella tomaba el batido.