Empezó a sonar una canción conocida para mí por toda la habitación haciendo que me despertase y cogiera el móvil para mirar la hora.
Y efectivamente quedaban cuarenta minutos para que empezase la universidad.
Suspiré y puse otra alarma diez minutos más tarde para dormir un poco más. Lo que provocó que ahora diez minutos después este corriendo hacia la ducha porque ya llevaba el tiempo justo.
Ayer me había quedado hasta tarde despierta primero porque estuve hablando con Blanca y después porque no conseguía dormir, sentía la necesidad de saber porque están tan enemistados y tengo la sensación de que no me lo van a contar, o al menos no en un futuro cercano.
Yo por lo menos no se lo contaría a una chica que conozco desde hace dos semanas.
Así que tendré que aguantarme la curiosidad, por más que me cueste.
Salí de la ducha enrollándome una toalla en el cuerpo y otra en el pelo.
Me sequé y me vestí, una vez preparada me dirigí hacia la cocina para desayunar, donde me encontré a Blanca tomando un café.
-Buenos días.-Dijo con una gran sonrisa mientras metía otra taza diferente a la que tenía en la mano en el microondas.
-Hola.-Dije yo devolviéndola la sonrisa, aunque me moría por sacarla más información. Pero ni siquiera lo intenté, simplemente hice como si nada y me senté cogiendo el paquete de galletas.
Blanca saco mi café y me lo dio.
-Voy al baño.-Dijo mientras se levantaba. En ese mismo momento el timbre sonó.- ¡Abre tu!-Gritó ya desde el pasillo.
Yo suspiré, me acerqué a la puerta y la abrí. Pero al ver quién estaba detrás de la puerta me quede paralizada por unos segundos de la sorpresa, esperaba que fuese algún vecino o cualquier persona pero definitivamente no me lo esperaba a él.
-¿Hugo?-pregunté confusa.
-Hola.-Dijo con una gran sonrisa y me apartó sin hacer fuerza pasando dentro de nuestro pequeño piso, como si fuese su casa, yo todavía no salía de mi asombro. Sobre todo porque no recuerdo haber dicho a Hugo en ningún momento donde se encontraba mi piso.
-¿Qué haces aquí?-Pregunté.
-Que cálido recibimiento.-Dijo, pero su sonrisa no sé fue en ningún momento.
-Perdón, pero es que me parecía extraño que estuvieses aquí tan pronto.-Dije mientras le seguía ya que se estaba dirigiendo a la cocina, cuando yo entré por la puerta el ya estaba con una de mis galletas en la mano.
-¡Ey!-Dijo cuando le quité mi galleta de la mano y la pegué un mordisco.
-Son mías.-
-Podrías compartir tacaña.-Dijo, y yo le iba a contestar pero Blanca entro a la cocina con dos blusas en la mano.
-¿Cuál me pongo?-
Pero se paró de golpe cuando vio a Hugo aquí, se quedaron por unos minutos ahí tan solo mirándose como si nada mas existiese a su alrededor. Blanca finalmente se puso roja y dirigió su mirada hacía mi, su cara gritaba que la ayudase por todas partes, pero tampoco sabía muy bien qué es lo que Blanca quería que hiciese.
-Ponte la rosa, te queda muy bien.-Pero ninguno de los dos me hizo caso, hasta que Hugo sacudió la cabeza como saliendo de su ensoñación y susurro un:
-El rosa siempre te ha quedado bien.-Lo dijo muy bajo pero aun así las dos le habíamos oído. Sin darnos tiempo a contestar se giro hacia mí y dijo.-Como se te ha roto el coche he venido para llevarte a la universidad.-
-Pero si tú no tienes carnet de conducir.-Contesté.
-Por eso esta Enzo abajo esperándonos.-Miró por encima de su hombro mirando a Blanca de reojo.-A ti también te podemos llevar si quieres.-El que Enzo este abajo explicaba el como Hugo había llegado a nuestro piso.
-De acuerdo.-Yo me quedé un momento pasando la mirada de uno a otro pensando si sería buena idea dejarles solos mientras cogía mis cosas, finalmente sin tener más remedio una vez acabado el desayuno me dirigí a mi cuarto.
Estábamos ya todos en el coche y Enzo no había dicho nada excepto un apenas perceptible Hola. Y yo no insistí ya que tenia sueño y estaba más pendiente de Hugo y Blanca.
Fuimos escuchando música todo el camino sin apenas soltar unas frases sueltas, tampoco es como si el camino fuese muy largo.
-Ahora vuelvo.-Dijo Enzo dirigiéndose a Hugo únicamente, para posteriormente bajarse del coche.
Me desaté el cinturón, Blanca abrió la puerta y salió. Yo iba a hacer lo mismo pero Hugo me tomo del brazo reteniéndome y haciendo que me volviese a sentar completamente en el asiento.
Blanca se asomó y al descubrir que pasaba se alejó con una sonrisa tensa.
-Gracias por traerme.-Dijo Blanca para después irse finalmente.
Una vez que Blanca se alejo un poco, Hugo habló.
-Ven después de la universidad a la cafetería.-Yo asentí y esperé a que dijese algo más, sin embargo parecía estar esperando a que bajase sin intención de darme explicación alguna.
Y yo como llegaba con el tiempo justo no se la pedí, sino que me baje del coche después de despedirme y me dirigí a mi primera clase del día.
Más tarde volví al departamento dando un paseo, ya que no me apetecía coger transporte público. Y además fui sola porque a Blanca la había ido a recoger un par de horas antes de que yo saliese Diego para ir a una comida familiar.
Además fui a comprar comida para tener en el piso y cuando llegué antes de subir vi que mi coche se encontraba aparcado allí.
¿Cómo...?
-Hola.-Dijo una voz detrás de mí sobresaltándome y al girarme descubrí a Enzo ahí parado con mis llaves en la mano.
-Hola.-Exclamé sonriendo.
-Pasé por el taller esta mañana y tu coche ya estaba, así que...-
-Lo trajiste hasta aquí.-
-Si.-
-Gracias.-Sonreí aún más en señal de agradecimiento.-¿Era por el coche por lo que Hugo quería que fuese a la cafetería?-
-No le veo desde esta mañana, está desaparecido. Esperaba que me pudieses ayudar con eso.-Yo negué con la cabeza, sorprendida de que Enzo esperase que yo supiese donde se encontraba Hugo.