la luciérnaga a la que nunca se la apagó la luz

Capítulo 19

Me levanté con un dolor de cabeza terrible, odiaba tener resaca.

Me dirigí hacia la cocina y me tomé un ibuprofeno, parecía no haber nadie en casa cosa que me extraño teniendo en cuenta lo pronto que era. Cuando miré mi móvil descubrí que tenía otra llamada perdida de Enzo.

Decidí no devolverle la llamada y dirigirme hacia la cafetería, necesitaba estar en movimiento, Ahora mismo no soportaría estar tirada en la cama con mis propios pensamientos atormentándome.

Una vez allí me senté en la barra, apoyando  los brazos en ella y apoyando la cabeza en estos.

-Hola cariño.-Dijo Gloria.

-Hola.-Dije.

-Me comentó Hugo que hoy era un día duro para ti.-Dijo colocando un café y un croissant de chocolate frente a mí. Lo cual agradecí ya que no había desayunado .Así que lo empecé a comer con ansias.

La cabeza me había dejado de doler pero seguía bastante cansada, y no me había maquillado así que supongo que mi cara lo corroboraba, con las grandes ojeras debajo de mis ojos.

-Te llamé anoche. -Escuché su voz a mi espalda.

-Lo sé.-Dije mientras removía con la cucharilla el café para después llevármela a la boca. Saboreando el café, me quedé como una tonta mirando como Enzo en ese momento se estaba sentando en el taburete a mi lado con la cuchara todavía en la boca paralizada sin saber que decir.

-Hugo me dijo…-Pero no le deje terminar.

-Mira Enzo no me apetece hablar ahora contigo.-Dije mirándole y pegando un mordisco al croissant enfadada.

-Siento lo de tu hermana.-

-Ayer no parecías muy preocupado.-

-No lo sabía.-

-Es lo que te iba a decir cuando te largaste.-

-Hola.-Dijo Hugo mientras pasaba un brazo por mis hombros y me apretaba contra él dándome una especie de abrazo, que hizo que mis ojos se llenasen de lágrimas y volviese a dar un mordisco al croissant con rabia.

-Hola.- Vi como Gloria seguía atendiendo clientes porque se había instalado un silencio algo incomodo.

-¿Por qué ayer no me contestabas?-

-No estaba de humor.- Hugo paso la mirada entre los dos supongo que notando la tensión que había entre nosotros.

En ese momento mi móvil sonó y le descolgué sin mirar quien era.

-¿Si?-

-Hola.-Era Blanca.

-Hola.-

-¿Dónde estás? Había venido a casa con helado y unas películas.-

-Voy para allá.-Dije y colgué el teléfono. Me levanté y deje dinero con propina a Gloria.

-Espera, voy contigo.-

-Estará Blanca.-

-Eso me da igual.-Dijo frunciendo el ceño.

-Vamos.-Dije, Enzo no dijo nada pero noté como me siguió con la mirada hasta que abandoné la cafetería.

 

-¿Esta era tu carta?-

-No.-Dije yo mientras comía otra cucharada de helado.

Hugo había deducido retomar sus días como mago. Pero seguía siendo igual de malo.

-¿Cómo que no?-Dijo mirando esa carta y tirándola al suelo.- ¿Y esta?-

-Tampoco.-

-No tiene ningún sentido.-

-Haber trae.-Dijo Blanca mientras le arrebataba la baraja de cartas. Hugo no pareció muy contento con esa acción sin embargo no dijo nada y se dispuso a mirar a Blanca con curiosidad.

Mientras yo seguía comiendo el helado sentada en mi sofá. El timbre sonó, Blanca y Hugo ni siquiera se dieron cuenta ya que estaban discutiendo ni si quiera sé el porqué. Aunque Hugo no parecía verdaderamente enfadado. Y para mi sorpresa Blanca le seguía la corriente en su discusión con una sonrisa.

Sin embargo lo único que parecía querer Hugo era picarla.

Cuando abrí la puerta todavía rodeada con una manta me sorprendí al ver quien estaba al otro lado.

Sara.

-Hola.-Dije.- ¿Estas buscando a Hugo?-Pregunté.

-¿Hugo esta aquí?-Dijo con sorpresa.

-Si.-

-Pues déjalo.-Dijo dándose la vuelta dispuesta a marcharse.

-Espera.-Dije.- ¿Querías hablar con migo?-pregunte frunciendo el ceño.

-Si…-Contestó insegura de cómo seguir.-Escuché lo de tu hermana y vine para estar contigo.-Dijo finalmente encogiéndose de hombros.

-Pasa.-

-No creo que sea buena idea.-Insistí.

-¿Por qué Hugo este enfadado contigo?-Pregunte y ella asintió.-Sois primos en algún momento os tenéis que reconciliar, además es mi casa, si yo quiero que tu estés aquí puedes estarlo.-Dije abriendo la puerta del todo y apartándome para que pasase.

Ella pasó lentamente, y yo cerré la puerta tras ella, me siguió hacia el salón.

Cuando Hugo la vio se levantó rápidamente.

-¿Has venido hasta aquí solo por mi?-Antes de que Sara pudiese contestar Hugo la estrecho en un fuerte abrazo.-Es broma sé que es por Noa, pero estoy cansado de estar enfadado.-Dijo riéndose.

Después de unas horas de disculpas y películas acabamos jugando al parchís.

Podría parecer una tontería pero basta para que me tengan que distraer con algo como habían dicho ellos para que no se les ocurriese nada.

Nos reímos bastante a pesar de la situación, Hugo no paraba de hacer trampas mientras Blanca se quejaba por ello, porque siempre cuando iba a meter piezas en casa se las comía al igual que a Sara. Pero Sara como su primo se acababa de desenfadar creo que no se quiso quejar y simplemente sonrió.

Yo misteriosamente gané, cuando ni siquiera estaba jugando totalmente con ganas. Se perfectamente que me podrían a ver comido piezas miles de veces.

Ya  eran  las dos de la mañana y seguían aquí, técnicamente el día horrible había terminado, pero ellos no se habían marchado.

Me preguntaba que estaba  haciendo Enzo ahora si sus dos amigos estaban aquí.

-Me estoy durmiendo.-Dije bostezando.

-Tienes razón esto es aburrido.-Dijo Hugo levantándose. Y yendo a no estoy segura donde.- ¿No tenéis alcohol?-

-No.-Dijimos Blanca y yo al unisono.se quedó pensando por unos segundos. Y entonces sonrió.

-Vamos arriba.-Dijo tirando de nosotras.-Noa, Blanca vestiros.-



#8023 en Joven Adulto
#8941 en Thriller
#5109 en Misterio

En el texto hay: misterio, amor de hermanas, amistad amigos

Editado: 20.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.