la luciérnaga a la que nunca se la apagó la luz

Capítulo 26

Quería hablar con Gloria.

Llevaba una semana escondida en la casa de verano de Diego y Blanca.

Y hoy me había levantado decidida pero solo quería hablar con ella, no me quería cruzar ni con Hugo, ni con Sara, ni con Enzo. No estaba preparada para cruzarme con ninguno de ellos. Y no es que lo estuviese más para hablar con Gloria, pero a pesar de que la había cogido cariño no era el mismo sentimiento de traición que sentía con ellos tres.

Blanca me dejó su teléfono y la llamé, se sorprendió mucho de que la llamase pero rápidamente me empezó a preguntar que como estaba y a pedirme por favor que respondiese a Sara, Enzo y Hugo. Que llevaban toda esta semana muy preocupados.

Pero yo la dije que no quería hablar con ellos, solo con ella. Y que si quería que hablásemos que no le dijese nada a ninguno de ellos.

Y ahora gracias a esa llamada, y haber estado cuatro horas de viaje en el coche de vuelta, aquí estaba frente a la puerta de Gloria sin ser capaz de llamar a la puerta.

Llevo aquí, parada al menos cinco minutos intentando reunir el valor para llamar de una vez y hablar con Gloria.

Pero me costaba procesar que iba a hablar con la madre del asesino de mi hermana. Pero ya no había vuelta atrás, había decidido venir aquí para saber la verdad y eso es lo que iba a hacer.

No podía volver a mi piso a llorar, sin saber toda la historia, tenía que hacerlo. En parte por Lisa.

Llamé al timbre, y en pocos segundos una Gloria nerviosa y con no muy buen aspecto me abrió la puerta.

-Pasa cariño.-Dijo amablemente mientras abría la puerta lo suficiente para que yo pudiese pasar. Yo pase algo insegura hacia la casa, nunca había estado y me quedé mirándola por unos segundos.-Vamos al salón.-La seguí hacia allí y nos sentamos una frente a la otra.-He comprado pastas.-Dijo cogiendo la bandeja y ofreciéndomelas, yo pase la mirada de las pastas a ella y negué con la cabeza. Se notaba demasiado que estaba muy tensa, pero supongo que esto sería normal.

La situación no era precisamente la ideal, yo preferiría estar en cualquier parte antes que aquí.

-Mira Noa.-Dijo volviendo a posar las pastas en la mesa.-Se que no me vas a creer, pero mi hijo no asesinó a tu hermana.-Cuando Gloria me dijo eso me entró un cabreo por todo el cuerpo que no pude evitar levantarme preparada para irme.-No, por favor siéntate. Déjame explicarte.-Yo suspiré, sin poder disimular mi molestia. Pero me volví a sentar.-La noche que asesinaron a tu hermana, Bruno estaba con migo.-

-Eso no puede ser.-Hablé por primera vez desde que había llegado.

-Te lo juro Noa, estaba aquí con migo.-

-¿Y porque no le dijisteis eso a la policía?-

-Lo hicimos, pero no había forma de probarlo. Y había demasiadas pruebas en contra de Bruno, parecía que alguien las hubiese puesto apropósito Noa.-

-¿Por qué debería creerte?-

-Tendrías tus motivos para no hacerlo, pero si digo la verdad el asesino de tu hermana estaría libre.-Dijo segura. Y al principio cuando había llegado aquí me pareció imposible, pero esta conversación consiguió crear la duda en mí.

Y me hizo pensar que ya no podía confiar en nadie, porque alguien tuvo que mentir durante toda la investigación si  Gloria decía la verdad.

En ese momento no lo aguante más.

Me levanté y me fui sin ni siquiera despedirme y sin mirar atrás. Cuando estaba por cerrar la puerta era consciente de que Gloria había comenzado a llorar, pero yo ya no tenía fuerzas para nada más que para sostenerme a mí misma.

 

Ahora estaba procesando todo lo que había dicho desde la cama del piso que Blanca y yo compartíamos.

Había acusado a… pero no eso no era posible.

Me habría dado cuenta de que estaba pirado, no podía ser le conocía demasiado bien, era imposible que no viese nada raro en él. Aunque pensándolo bien, nunca vi nada raro en Bruno tampoco.

Mi cabeza en estos momentos era un caos.

Hacía semanas que no le veía pero eso no era sospechoso lo único que nos unía era mi hermana y ahora está muerta.

Muerta.

Y aquí me planteo porque no dejarlo ya, si va a seguir muerta para que seguir dándole vueltas cuando no me va a llevar a ningún sitio.

Pero por otro lado… Si Gloria decía la verdad, no me podía quedar de brazos cruzados sin hacer nada.

Necesitaba saber la verdad. Si Gloria decía que su hijo no es un asesino, si estaba tan convencida igual tenía razón o simplemente era una madre desesperada por que su hijo fuese alguien bueno.

Aunque teniendo en cuenta que su madre me mintió desde el principio.

Pensar que han estado mintiéndome todo este tiempo duele, demasiado.

Hugo… Él me apoyo cuando estaba mal en el aniversario de la muerte de mi hermana. Sabiéndolo todo, todavía no entiendo cómo podían abrazarme cuando me sentía mal por lo de mi hermana cuando me estaban ocultando todo esto.

Aunque Gloria haya disculpado a Hugo diciendo que se enfado mucho el día que se enteró, que me lo quería decir de inmediato solo que ellos no lo dejaron.

Esto me lo dijo en un mensaje después de que yo ya me hubiese ido de su casa.

Supongo que intentaba que hablase de nuevo a Hugo. Pero me daba igual, el me había mentido y aunque Gloria dijese que él me lo quería decir no me lo dijo.

Lo habían puesto contra la pared, le habían hecho decidir entre seguirme mintiendo y no perder la confianza que Gloria tenía en él o decirme toda la verdad y montar una discusión con la que siempre había sido  su familia, estaba claro a quien escogió.

Y a Sara simplemente parecía haberle dado igual como me sentía, como a todos.

-Noa.-Yo levanté mi mirada hacia ella.- ¿Cómo fue?-Yo solté una risa nerviosa, que tenía de todo menos felicidad.

-Ella sigue asegurando que no fue su hijo, que él estaba con ella esa noche.-Dije incorporándome en la cama quedando así sentada y mirando a Blanca, esperando una contestación o más bien un consejo sobre si debía creer a Gloria o no.



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En el texto hay: misterio, amor de hermanas, amistad amigos

Editado: 20.04.2021

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