la luciérnaga a la que nunca se la apagó la luz

Capítulo 28

La puerta frente a mí se abrió.

Detrás de ella estaba Laura, con un no muy buen aspecto.

-¿Noa?-Preguntó supongo que sorprendida, no la deje decir nada mas cuando la di un gran abrazo.

Unas lágrimas cayeron por mis mejillas cayendo en su hombro, y por su respiración irregular y las sacudidas de su cuerpo supe que ella también estaba llorando.

En momentos como estos la diferencia de altura se notaba, porque a pesar de que yo no era baja Laura sobrepasaba el metro setenta. Y yo para abrazarla me tenía que poner un poco de puntillas.

-Lo siento.-Dije en un susurro.

-Yo también.-Rompimos el abrazo.

-Te tengo que contar demasiadas cosas.-Dije, ella me indico con un gesto que pasara, y las dos fuimos a su habitación y nos sentamos en su cama para empezar a hablar.

-¿Qué ha pasado?-Preguntó preocupada.-No tienes buen aspecto.-Yo tomé una respiración profunda, antes de hablar me intenté poner cómoda. Quitándome las botas que llevaba y subiendo las piernas en la cama cruzándolas.

-El otro día…-Empecé y tuve que hacer una pausa por el nudo que se creaba en mi garganta, pero seguí hablando.-Gloria me dijo que si podía ir a por unos papeles que estaban en su mesa. Cuando los estaba buscando, me topé con una foto. En ella aparecían Lisa y Bruno.-

-¿Qué?-Exclamó Laura interrumpiéndome

-Después Diego me fue a recoger porque quería huir de la situación…-

-¿Diego te fue a recoger?-Dijo.-No decías que era un borde.-

-Ahora nos llevamos mucho mejor.-

-¿Desde cuándo?-

-Desde que en el aniversario de la muerte de mi hermana nos pillamos un pedo bueno.-

-¿Tía me estás diciendo que todo esto no me lo habías contado?-Dijo haciéndose la ofendida, o eso creía, espero que no estuviese ofendida de verdad.

-Si…-

-¿Ha pasado algo más anterior a esto que no me contaste en su momento?-

-Diego y Hugo se reconciliaron.-

-¿Enserio?-Yo asentí.

-Pero vuelven a estar enfadados, ignorándose el uno al otro.-

-¿Por qué?-

-Por lo que paso, con migo y ellos.-

-Con ellos te refieres a…-Dijo para darme pie a decir a quien me refería exactamente.

-A Hugo, Enzo, Sara y…-Hice una pausa.-Gloria.-

-Tenían una foto de Lisa y Bruno. ¿Por qué?-

-Bruno es el hijo de Gloria.-

-No me lo estás diciendo enserio.-

-Ojala fuese en broma Laura.-

-Son unos idiotas, ¿Cómo te lo pudieron ocultar?-Dijo enfadada y levantándose de golpe.-Voy a presentarme allí y les voy a explicar unas cuantas cosas. Ya verás que para la próxima se les quitan las ganas de mentir a mi mejor amiga.-Dijo segura.

-Laura cálmate, eso ya lo superé.-

-¿Ya no estás enfadada con ellos?-Negué con la cabeza. Pero me quedé en silencio, porque la parte que venía ahora es la que me llevaba destruyendo unos días. Porque la duda que se había instalado en mi y el constante vacio en el estomago que tenía me estaban hundiendo.-¿Qué mas ha pasado?-

-Gloria afirma que su hijo es inocente.-

-¿¡Me estás diciendo que esa señora ha tenido las narices de irte con el cuento de que su hijo e inocente!?-Gritó.-Esta señora me parece impresionante, pero no en buen sentido. ¿En qué narices piensa? Te lo voy a decir solo en ella misma porque si no no…-Pero la interrumpí.

-Ha hecho que dude.-

-¿Qué dudes de que, Noa?-Dijo irritada.-Todas las pruebas apuntaban a que el asesino era Bruno, no deberías fiarte de lo que te dice una madre, que no habrá sido capaz de asumir que su hijo es un asesino.-

-Ella dice que esa noche estuvo con ella en su casa.-Dije suspirando, y dejando que algunas lágrimas cayesen.-Fui a hablar con Bruno.-

-¿¡Que!?-Gritó tanto que hasta me hizo daño en los oídos.-Tú estás loca, ¿en que estabas pensando? Si se puede saber.-

-En encontrar respuestas.-

-Noa, te estás dando cuenta de lo inconsciente que ha sido hacer eso.-Replicó ella enfadada.-Es peligroso.-

-¿Y si dicen la verdad?-

-En el caso de que digan la verdad, me das la razón es peligroso.-Me quedé callada ante eso, no sabiendo que contestarla exactamente.- ¿Qué piensas hacer?-

-Bruno dijo que alguien la amenazaba.-

-Sí, él.-Dijo segura y yo suspiré cansada de su actitud.

-Voy a volver a revisar todas las cosas de Lisa, con tu ayuda o sin ella.-Y la deje ahí, me fui de su casa sin decir una palabra más. La deje ahí sin más explicaciones, de nuevo.

Estoy segura de que se enfadaría, pero no había algo que me enfadase más que el hecho de que no aceptasen mis decisiones. Era mi amiga, si yo necesitaba hacer esto ella me tenía que entender.

Llegué a mi casa unos veinte minutos después, y una vez allí intenté relajarme viendo un poco la tele y mentalizándome de que iba a rebuscar de nuevo entre las cosas de Lisa.

Me levanté de un salto del sofá y fui a la habitación de Lisa, pocas veces me había atrevido a entrar desde su muerte. Por lo que cuando entré me quede paralizada en mitad de la habitación, todo estaba como siempre nadie había movido ninguna de sus cosas como si todavía viviese aquí.

Estuve rebuscando entre sus cosas un rato, pero no encontré nada por lo que me empecé a desesperar, lágrimas de impotencia caían por mis mejillas.

La rabia me consumió por lo que empecé a tirar cosas con rabia, cuando en un momento determinado agarré el colchón le tiré al suelo y le di unos cuantos golpes con rabia mientras este se mojaba por todas las lágrimas que caían de mis ojos. Lo único que se escuchaba en la habitación eran mis sollozos, que no contenía simplemente deje que mis emociones saliesen.

Y en ese momento con la espalda apoyada en la pared y con las manos en mi cabeza, me pude desahogar de verdad.

Cuando me fui calmando poco a poco, me quede mirando la habitación viendo el destrozo que había hecho.

Y entonces lo vi.



#8023 en Joven Adulto
#8942 en Thriller
#5109 en Misterio

En el texto hay: misterio, amor de hermanas, amistad amigos

Editado: 20.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.