Los pesares de la noche y de la oscuridad caían al mismo tiempo que las gotas de lluvia golpeaban mi ventana y mi mirada, que se posaba fijamente en aquellas diminutas masas líquidas que parecían residuos de un vacío partido, cayendo en millones de pedazos sobre la superficie de la tierra, estaba estática y habían pasado decenas de minutos sin que decidiera dar un solo movimiento, ¿qué otra cosa podría mirar que estaba a mi alrededor? ¿Qué otra cosa podría valer más la pena que mirar esas gotas? las cuales percibía yo que me estaban diciendo:
-Oye, aún estás respirando, esto no ha terminado. -Mientras yo, lo único que podía hacer era aceptar lo que me decían y transitar sobre aquél momento, convertido en un pasillo que parecía tan interminable como vacío, en una enorme mansión llamada realidad.
Recién pasada la hora, sonó mi celular con la canción Love will tear us apart, de Joy Division, contesté y era mi madre avisándome que llegará hasta el día siguiente debido a que su vuelo desde Viena se había retrasado, yo le dije que no habría problema, al final no tenía nada interesante que hacer, mientras parecía que estas cuatro paredes se hacían más pequeñas al mismo ritmo que mi pie chocaba con mi cama, agitándolo rápidamente como si de un terremoto se tratara, lleno de ansiedad lleno de sensaciones que no puedo racionalizar, ¿estoy esperando algo?. ¿qué estoy esperando?, no tenía respuestas a preguntas tan ambiguas y sin sentido, no existía uno. Es una densidad tan gigantesca como tan incierta la que nos envuelve en esta masa tan compleja y tan llena de emociones como de moléculas sin encontrar un rumbo fijo que nos puede garantizar la supervivencia o la felicidad, ¿qué sentido tiene seguir si no sabemos si estaremos bien? ¿Qué sentido tiene dejar de ver estas gotas caer y levantarse a hacer algo por ello? si al final, lo que queda es un ciclo que parece repetirse una y otra vez, ¿Se repetirá una y otra vez?.
¿Qué existe afuera de la ventana? ¿Cómo puedo explicarlo y mantener a todos felices con mis explicaciones?, la lluvia empezó a golpear cada vez con más fuerza, mientras que mis músculos seguían sin movimiento alguno a excepción de mi pierna derecha. Mi cabeza empezaba a sentir que el sudor corría a través de mi cabello, resbalando alrededor de mis orejas hacia la colcha como si fuera mi piel misma y se estuviera derritiendo al mismo ritmo que mi desesperación se hacía cada vez más grande y sofocante.
No había nadie afuera de mi habitación, de mi casa, la ciudad estaba completamente desértica, todas las tiendas, restaurantes, centros comerciales, parques, kioscos, lugares que por lo general se encuentran tan vivos y llenos de alegría y tranquilidad, en este momento están muertos, nadie duerme en los departamentos o las casas, mientras claramente estos gozan de un orden impecable como si hubieran sido arreglados para una fiesta apunto de estallar en júbilo mientras que toda la ciudad es víctima de la soledad, como si esta se hubiera materializado en un ser y hubiera apuñalado a sangre fría a todos los hombres, mujeres, ancianos, niños y animales y hubiese desintegrado sus cuerpos y borrado de la existencia algún rastro de su historia y de lo que alguna vez fueron, ¿alguna vez fueron algo?, mientras que yo no soy capaz de explicarlo ni de comprenderlo, no comprendo porque todas las estrellas del universo han muerto.
Siempre ha sido así, ¿qué pasa con mi madre? se supone que ella llegará mañana y no tengo idea de qué se va a encontrar, ¿ella querría esto?¿dónde están todos los momentos que pasé con mi padre antes de su defunción? ¿aquí es cuando vale la pena escapar?, ¿Aquí es cuando vale la pena dejar de ver las gotas caer y buscar una salida?, ¿Justo cuando sentimos miedo, ansiedad y creemos que todo está apunto de terminarse, es cuando nos damos cuenta que hay cosas completamente diferentes que lo que conocemos y la manera de verlas? mientras que mi pierna derecha sentía una inmensa necesidad de golpear con más fuerza y velocidad la cama mientras que cada vez más era más fuerte la sensación de que no podía sentir mi estómago.
Empiezo a respirar cada vez más deprisa, como si el hecho de que aumente la velocidad me diera la garantía de que alcanzaré un banal estado de tranquilidad, empiezo a no saber qué estoy sintiendo,estos pensamientos vienen a mi cabeza y se van como un un pelícano atacando a un pescado en el mar, ¿qué son esos pensamientos? ¿por qué solo pienso en el final? ¿Qué es el final? ¿Final de qué?, volteo a ver el techo de mi habitación y parece que ha desaparecido, parece que sólo soy capaz de ver la oscuridad y que ésta va a caer encima, que la noche será eterna así como su caída que se repetirá una y otra vez, mientras que va cegando a todo aquél que se entrometa con su mera existencia.
Mientras siento un vértigo tan grande como el golpeteo de la lluvia, sigo corriendo a través de mis pensamientos, como si fuera un largo campo en un planeta pequeño y redondo, donde al final lo recorro completamente y vuelvo al mismo lugar sin haberle dado una explicación al fenómeno que me acecha y haber buscado una solución a este sentimiento. ¿vale la pena buscar algo más? ¿vale la pena creer que tal vez las cosas pueden ser de una manera diferente? ¿vale la pena seguir varado en este absurdo eterno? en esta ciudad tan vacía y fúnebre, plantada en este planeta varado a millones de años de luz de una civilización donde existe más de una familia que acostumbran decir "te amo" cada que se levantan a vivir un nuevo día.
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Editado: 12.01.2020