En el reloj dan las diez de la mañana. ¡No puede ser es tarde! Me levanto y me doy una ducha lo más rápido posible, cuando bajo Harry está en la cocina hablando por teléfono. Al verme entrar termina la llamada.
— ¡Buenos días Campeón!
Su tono parece irritado.
— Buenos días.
— ¿Estuviste en el club anoche verdad? Esa puta si te trae loco.
Me molesta su comentario, me molesta la manera en la que se refiere a ella, siento ganas de darle un golpe, pero me abstengo, y no digo nada, solo me sirvo café.
— ¿Tú no tenías una vida y un trabajo en Estados Unidos?
— ¿Cuál es tu problema Harry?
— Que no es justo que papá no confíe en mí y tenga que enviarte a ti para que me vigiles. No necesito tu ayuda.
— No te estoy ayudando a ti, estoy ayudando a papá y yo no estaría aquí si tú pudieras.
Ni siquiera me terminó el café y decido irme antes de que termine de decirle cosas que no debería.
Al llegar a la oficina todo está diferente Harry ha eliminado evidencia. Pero ya es tarde, definitivamente es un niño jugando al mafioso, ni siquiera sabe en lo que se mete. Aún no sé cómo salvaré a papá de esto, no se le merece. En parte me siento culpable por haberme ido y haber abandonado todo, por haberlo dejado todo en las manos de Harry. Siempre me pregunto cómo una pareja tan perfecta tiene unos hijos como nosotros. Porque en realidad eran perfectos, se amaban mucho, yo crecí con esa imagen. Ellos siempre sonriendo tomados de la mano, nunca los vi discutir, siempre buscaron una manera de salir adelante. "Siempre juntos" solían decir. Nos criaron con tanto amor y nosotros somos un caos. Claro que todos pusimos de excusa la muerte de mamá para justificar nuestro comportamiento. Pero la verdad es que ya éramos un caos, pero mamá nos entendía y nos quería tal como éramos. Papá solo quería que nos mantuviéramos lo suficientemente ocupados para dejarlo vivir en soledad. Para vivir su dolor en paz. Si es que puedes vivir con dolor en paz. Así que, dejó que manejáramos nuestras vidas como se nos antojaran. Yo ya tenía dieciocho años, así que fingía ir a la universidad, mientras vivía la vida loca. Elena tenía dieciséis años y estaba completamente enamorada para sentir la pérdida. Y Harry bueno... Harry por solo tener catorce años papá decidió que sería el más afectado y comenzó a sobreprotegerlo. Al final de todo Elena era quien moría lentamente y no nos dábamos cuenta.
"Maldita niña malcriada"
Fue lo último que le dije antes de que encontrara el cuerpo en su habitación aquí en Berlín. Si tan solo hubiera prestado un poco más de atención. Es por eso por lo que odio Berlín y odio esta casa, aún la escucho correr por el pasillo y tirar la puerta de su habitación, y a veces la veo sentada en el jardín tomando el sol de primera hora que hacía que su cabello rubio brillara como oro. En ocasiones me pregunto que estaría haciendo si aún siguiera viva.Tuviera veinticuatro años, casi igual que Emily. Probablemente hubiera estudiado alguna carrera que papá quisiera o probablemente no. Hubiera tomado su mochila y se hubiera ido a recorrer el mundo también, esperando encontrar el amor de su vida como mamá.
<< — Quiero casarme con el príncipe Harry ¿te imaginas? Vivir en Londres en un palacio, usar hermosos vestidos, mientras todas las chicas quieren ser como yo, mi vestido de novia será el más hermoso del mundo con una gran cola. Sería como la princesa Diana y todos me amarían. ¿No crees que soy igual de hermosa que lady D?
— No. Y el príncipe Harry no se casa con niñas tontas.
— Déjame soñar Sergio, algún día encontraré a alguien que me trate como a una princesa y mi vestido será igual de hermoso.>>
Me hubiera gustado verla con su hermoso vestido de novia caminando hacia a un hombre que la tratara como reina, pero en su desesperación por encontrar el amor se enamoró del hombre equivocado y terminó muriendo. Ya casi son las cuatro estoy en un estacionamiento subterráneo esperando por un viejo amigo, que en unos minutos llegará, mientras tanto reviso mi correo personal y busco las noticias locales en mi teléfono. Entre las principales está el hallazgo de otro cuerpo, está vez en un basurero al otro lado de la cuidad, trato de acercar la foto. A esta chica la he visto antes. Y después de unos segundos me doy cuenta. La vi en el Luxur. Otra más a la larga lista.
— Tú sí que eres un mal amigo, no llamas en años y cuando lo haces ¡mira lo que quieres!
Es agradable encontrarme con Klaus nuevamente, aun que no en las mejores condiciones, imagino que el piensa lo mismo o al menos su cara lo dice cuando se sienta en el asiento del copiloto .
— Ya sabes cómo soy. ¿Cómo has estado?
— Creo que estaba excelente hasta que tú apareciste.
Dice riéndose, pero es algo cierto.
— Lo siento hermano. ¿Qué me tienes?
— No mucho, Jakob sabe cuidarse, aquí llevan tiempo queriendo encontrar algo, pero no se logra nada. Es como un secreto a voces, todos saben lo que hace, pero nadie tiene pruebas. Papi Jakob tiene comprados los altos mandos, o están involucrados de alguna manera con la organización, así que ni siquiera pierden tiempo en investigar.
— Tiene que haber alguna manera, en algo se tiene que equivocar. ¿Qué tal lo de la chica que encontraron hoy en al basurero?
— Esa chica se suicidó, tenía las venas abiertas.
— Esta bien, pero si se suicidó ¿Por qué no llamaron a la policía en vez de tirarla en un basurero?
— Lo entiendo Sergio, pero lamentablemente no es así de fácil. No con los Jakob, En el tiempo que llevo como policía aquí en Berlín, se que todo lo que tenga que ver con ellos es mejor pasar de largo, además siempre buscan terceros para culpar. A propósito, dile a tu hermano que se cuide. ¿Si sabes lo de tu hermano no?
Escruta mi mirada con curiosidad, no sabe de que lado estoy.
— Si, está utilizando la empresa de vinos de mi padre para lavar dinero.