Emm
He pasado toda la noche nerviosa, no sé si soy yo, pero siento que el ambiente está tenso. Jason me ha preguntado en varias ocasiones si estoy bien. Trato de calmarme, todo parece normal, nada es diferente Jakob está en el privado como siempre con sus amigos, y socios. Karenna está feliz escogiendo las chicas que estarán ahí, a Sheryn ni siquiera la considera y a mí lo hizo a regañadientes, supongo que, porque fui solicitada por algún cliente. Y mi corazón comienza a latir fuerte.
— Ya te esperan en la habitación.
Su tono denota que está bastante molesta. Dejo los tragos en la barra y subo a mi habitación, antes de llegar a la puerta que conduce a las escaleras veo a Sheryn, está atendiendo a los clientes ebrios de la barra. Busco su mirada y lo hago firmemente por un segundo, quiero decirle que todo estará bien.
Subo casi corriendo las escaleras y abro la puerta de mi habitación. Él parece caminar de un lado al otro, cuando la puerta se abre, para y me da la sonrisa más linda que he visto. Parece que no era la única ansiosa por verlo. Y siguiendo mis impulsos cierro la puerta de la habitación y corro hacia él, prácticamente me tiro en sus brazos y el me recibe tiernamente. Es increíble lo dulce que saben sus labios, no me canso de ellos, al menos no cuando los tengo cerca.
— ¿Recibiste el mensaje?
Pregunto mientras nos seguimos besando, estoy tratando de no enloquecer porque hay cosas más importantes que tratar, pero no lo estoy logrando, simplemente con él; no puedo concentrarme.
— Si, ya está todo listo el viernes sales de aquí,
Me dice entre besos, al parecer las prioridades han cambiado para ambos. De repente él se detiene se sienta en la cama y toma mi cara en sus manos, y mirándome profundamente me da las gracias, pero en realidad quien debe dar las gracias soy yo. Está a punto de salvar mi vida.
Pero no digo nada solo acerco mis labios a sus labios, y le doy el beso más sincero que viene directo de mi corazón. Lo veo nuevamente a los ojos esos ojos donde se puede ver el cielo en ellos, y esta vez me parece más brillantes. Trato de salir de mi hipnosis y trato de recordar algo importante que debía decirle, pero el vuelve a besarme y yo me pierdo nuevamente. Nos dejamos envolver en eso que sentimos cuando estamos juntos, es como si tuviéramos nuestro propio mundo, donde nos olvidamos de que pasa afuera, no nos importa nada, ni siquiera que podemos morir en veinticuatro horas o menos. Solo somos él y yo.
El acariciando mis senos, yo acariciando sus brazos, el acariciando mis caderas, yo retorciendo las sabanas, el gimiendo en mi oído, yo aruñando su espalda. Me encanta acostarme en su pecho, puedo escuchar como los latidos de su corazón se normalizan, él acaricia mi cabello y mi espalda y me hace sentir como una chica normal.
— ¿Cómo me ven tus ojos? si tuvieras que hablarle alguien sobre mí ¿Qué dirías?
Pregunto curiosa, con mi barbilla en su pecho, y estoy segura de que con el cabello hecho un desastre, ya que el trata de arreglarlo un poco con sus manos.
— ¿Por qué me preguntas eso?
— Solo quiero saberlo.
— Quizás algún día te cuente.
— Nunca me cuentas nada.
— Preguntas demasiado, siempre quieres saber todo.
Si, siempre quiero saberlo todo, porque supongo demasiado, y no quiero pensar cosas que no son. Y sí, soy demasiado curiosa, y no me conformo con respuestas monosílabas. Quiero que me cuente todo, desde las cosas importantes hasta las más insignificantes, Quiero saber lo que lo hace soñar, que lo hace enojar, que lo pone emocional, o emocionado. Quiero saber que piensa cuando me ve con una media sonrisa en el rostro y que piensa cuando simplemente me ve, o que piensa cuando suspira y hace ese gesto con los labios, y que siente cuando cierra sus ojos y entreabre su boca al sentir el contacto de mis manos en su rostro. Quisiera saber si él puede verme como yo lo veo, o si me ve distinta, tal vez a su manera. Quisiera saber si me ama como yo lo hago o si algún día podría hacerlo. El esquiva mi mirada curiosa y dulcemente me hace a un lado de la cama, busca con su mano su pantalón que esta tirado en el suelo y saca un papel doblado de uno de sus bolsillos, se sienta en la cama y me da el papel.
Me siento frente a él y cuidadosamente desdoblo el papel, parece una carta. La leo y comprendo todo, la escribió su hermana, Elena otra vida que Jakob arruinó. Francamente no sé qué decir, o no sé qué espera que diga.
— Esa es lo último que escribió Elena en su diario, la noche que se suicidó.
— No parece una carta suicida si es lo que quieres saber.
El me ve, atentamente un poco inquieto y agrega.
— Siempre he pensado eso, pero he creído que son cosas mías, quise mostrártela tal vez tu logras ver algo que yo no, ¿Qué crees tú?
— Pienso que, si quieres suicidarte y escribes un diario, lo último que escribes es una despedida, y aquí no veo nada de eso, de hecho, parece estar confundida con el hecho de el rechazo de Jakob y se ve decidida a continuar. Si ves...
Señalo con mi dedo la frase "Tal vez solo sigue molesto, no sabe lo que está diciendo" Él asiente levemente y entiende lo que trato de decirle.
— Esta como en negación. Seguía creyendo que la amaba
Su tono denota su irritación.
— No sé, tal vez en el momento cuando escribió en su diario aun lo estaba, quizá al no recibir respuesta de Jakob decidió hacerlo sin despedirse.
— Pero parece como si iba a escribir más.
Él se queda pensándolo por un momento con el semblante totalmente serio, yo me doy cuenta de que le he dado la respuesta que quería, la misma respuesta que el sabía, pero necesitaba una segunda opinión, para convencerse a sí mismo. Así que agrego.
— Yo solo estoy dándote mi opinión acerca de una página de un diario, pero tú la conocías, si al leerla crees y sientes que hay algo que no está bien no lo dejes ir.